Cristian Toro: “Lo que nos cuesta a nosotros es que llegue nuestra historia porque el fútbol acapara todo”

“Lo que nos cuesta a nosotros es que llegue nuestra historia porque el fútbol acapara todo”, Cristian Toro resume en una frase la situación de muchos deportistas. Lejos de los millones del fútbol y de la atención mediática, los olímpicos luchan no sólo por ser mejores cada día, sino por tener los recursos que les faciliten serlo. Detrás de las sonrisas y los besos a las medallas en el podio de Río, Cristian, al igual que muchos de sus compañeros, confían en que algún patrocinador les permita tener el colchón económico que necesitan. Toro se coronó en la cima del mundo olímpico gracias a su carrera en la final de K2 200 metros. El gallego, junto a Saúl Craviotto, nos regaló la única medalla con acento galaico de Río. Ahora, desde aquí, le regalamos la oportunidad de contar su día a día, su realidad, sólo unos días después de recibir la medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo.

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Cristian Toro besa la medalla de oro conseguida en Río | ©Twitter Cristian Toro

De momento no tienes un patrocinador privado, ¿cómo afrontas esta situación?

Sí que creo que encontraré a una empresa o alguien que me apoye, pero es más el hecho de que no se confía o no se quiera trabajar en conjunto con el deportista. En los Juegos todo el mundo disfruta viendo al deportista, pero después somos los grandes olvidados. Tengo la esperanza de que pronto pueda conseguir algún patrocinador. Estábamos tocando algunas empresas pero no hay nada seguro todavía, espero que más adelante se confirme. Es para sentirme más respaldado, porque nosotros tenemos que dedicar completamente el día a esto. No puedo tener otro trabajo, el respaldo es para sentirme más cómodo.

¿Con qué ayudas cuentas actualmente?

Yo estoy ahora mismo con la beca ADO y estoy en la UCAM de Murcia, que nos ayuda un montón a los deportistas. Hay empresas privadas que muchas veces se vuelcan con los deportistas, y nosotros a veces lo echamos de menos. La UCAM me ayuda muchísimo con los estudios, nos hace sentir cómodos, la Universidad es increíble. Desde que entré me siento muy a gusto, somos un grupo grande de deportistas y hacemos una gran familia.

Muchos deportistas tienen problemas para afrontar los gastos de ir a los Juegos.

Los desplazamientos, material y todo eso corrieron a cargo de la Federación y del Comité Olímpico. Por esa parte estuvo todo cubierto. Es más ahora, después de todo eso, vuelve a empezar un camino largo de cuatro años de entrenamientos. Es duro jugarse todo a una carta, compites, ganas y tienes beca, si no no. Hay veces que pasas por una lesión o así y da tranquilidad que puedas tener a alguien que te diga “tranquilo, yo voy a estar contigo”.

¿Te sientes respaldado por la Federación?

En nuestro caso la Federación puso de su parte, nos ha ayudado en tema de concentraciones, material.

Conseguiste la única medalla para Galicia de estos Juegos. Quizás las ayudas puedan venir de aquí.

Claro, yo tengo la esperanza. En Galicia hay un montón de empresas, grandes empresarios. Luego ellos están muy agradecidos, siempre es muy bonito estar con el deportista, ver cómo van yendo las cosas, cómo va progresando. Al patrocinador le agrada un montón todo ese camino.

Y eso que tienes medalla.

Porque ahora se le hace más caso al fútbol o al baloncesto, no llega la suficiente información a las empresas para que se puedan interesar, y de ellas no va a salir dar el paso. Pero sin embargo, si conocen la historia, lo que gira alrededor del deporte, la situación del deportista, se pueden animar.

Historias que sí llegan en el caso del fútbol.

Si a esta gente le llegan deportistas como yo u otros, seguro que se animan, estoy convencido. Lo que nos cuesta a nosotros es que llegue nuestra historia porque el fútbol acapara todo.

Tu nombre ha sonado mucho gracias a haber conseguido la medalla. ¿Forma parte del resultadismo al que estáis sometéis los olímpicos?

Posiblemente sí, porque al final lo que se consigue en los Juegos es noticia, termina expandiéndose. Pero hay deportistas de muy buena calidad que no se conocen. La medalla da ese plus de reconocimiento social.

¿Cómo crees que se han vivido estos Juegos?

Creo que los Juegos se viven muy intensamente. Por lo menos aquí en España se vivió así, se fue partícipe. Después, los medios de comunicación son los primeros que nos olvidan. Y la gente también termina olvidándote, o al menos por un tiempo. El primer paso es que los medios sigan las competiciones, el día a día de los entrenamientos aunque no sea de forma tan intensa como el fútbol. Pero que se interesen un poco y que, de esta manera, esté más presente el deporte olímpico en toda la sociedad.

¿Y a nivel de cobertura?

En general me pareció buena. Estuvieron bien cubiertos, la información llegaba por muchísimas vías. Era difícil no enterarte. Yo estaba en la villa olímpica y me enteraba de todo, de cómo iban los equipos, las medallas, las delegaciones. Estaba constantemente enterado porque llegaba información de los medios y redes sociales.

El resto del año, especialmente cuando se está lejos del periodo olímpico, la situación cambia.

El resto del año es diferente, aunque sí que es verdad que cuando se van acercando los Juegos, los medios empiezan a acercarse, quieren saber quien tiene posibilidad de medalla. Meses antes de los Juegos se empieza a notar la afluencia de los medios a los entrenamientos y eso. Pero llegan los Juegos, es el boom, pasan los Juegos y volvemos al fútbol. Que no está mal, no quiero decir que la gente no vea fútbol. Pero con lo bien que la gente se toma los Juegos podría continuar eso con los Mundiales, Europeos…

Saúl Craviotto y Cristian Toro en la prueba de K2 200 metros | ©Fotogramas

Saúl Craviotto y Cristian Toro en la prueba de K2 200 metros | ©Fotogramas

¿Crees que el hecho de competir al lado de Saúl te ha hecho sombra?

Saúl tiene cuatro medallas olímpicas, fueron sus terceros Juegos. No es ensombrecer. En algún momento he sentido que yo estaba un poco regalado pero para nada. Saúl se porta genial conmigo , no me hace sentir eso, somos una pareja estupenda. En los medios es normal, Saúl es un deportista constatado. Esperemos que podamos seguir juntos y cosechando buenos resultados.

¿Qué ha sido lo más costoso del camino hacia Río?

Lo que más me ha costado es trabajar sin saber muy bien hacia dónde iba, estaba trabajando muy fuerte pero los resultados en algunas competiciones no llegaban. Me cuestionaba por qué estaba haciendo esto si no llegaban los resultados. Hasta que por fin este año con Saúl en la Copa del Mundo empezó a salir todo el trabajo. Un poco con efecto retardado pero salió todo genial.

Por delante, trabajo y rutina.

Hace un mes que volví a la rutina, estoy más tranquilo porque quiero tomármelo así. Más adelante empezarán las competiciones, ahora me lo estoy tomando con calma, con menos intensidad para recuperarme y estar bien de cabeza para afrontar los entrenamientos más duros que vendrán más adelante.

¿Qué objetivos te marcas a corto plazo?

Ahora mismo estoy trabajando tranquilo, quiero quitarme la presión de ganar ‘esto’ o estar en un sitio. He pasado un año muy duro. Más adelante, me gustaría estar en el Mundial, intentar ganarlo. Pero ahora, noviembre y diciembre, quiero limitarme a entrenar y descansar. No perder nivel para que cuando quiera estar al 100% no esté mal. Entreno cuatro o cinco horas al día, el cuerpo lo sigo ejercitando igual pero en la cabeza no quiero meterme la presión que tenía hace tres meses. Entreno más o menos las mismas horas, pero antes de unos Juegos son más intensas: son entrenamientos que se sufren muchísimo.