El día que Madrid fue la capital de Colombia

Lágrimas, emoción y un mensaje de paz para todo el mundo. Ese es el poso que deja en los aficionados el epílogo de una Vuelta Ciclista a España que pasará a la historia por ser uno de los capítulos más interesantes del duelo entre Nairo Quitana y Chris Froome. Un capítulo con sorpresa, ya que por primera vez el colombiano hizo doblar la rodilla al británico. Una historia de dos hombres distintos, obligados a respetarse, y sobre todo a pelear por el reinado del ciclismo mundial durante los próximos años.

Nairo Quintana es un corredor diferente. Por su carácter, por su talento y por todo lo que representa. Como él mismo dice, detrás de él “no solo hay un país, si no todo un continente”, un continente que sueña con que ese chaval de Boyacá, de origen humilde y campesino, consiga dominar el mundo sobre una bicicleta transmitiendo un mensaje de paz. Por eso este domingo Madrid fue Bogotá por unas horas, “sin colombianos se ha quedado Colombia” decía el hombre del día, un Nairo Quintana que sonreía en el pódium incluso más que Esteban Chaves, la sonrisa más agradable y permanente del pelotón ciclista.

Nairo Quintana: “No solo represento a un país, si no a todo un continente”

Fue la Vuelta de Colombia gracias a un domingo diferente en Formigal, en la etapa que nadie tenía marcada en el libro de ruta y donde apareció un Alberto Contador que hace tiempo que no tiene piernas para llevarse una grande, pero sigue demostrando una capacidad especial para ser un factor clave en cualquier carrera. Y lo fue atacando en los repechos de Sabiñánigo y formando una fuga que acabaría dejando fuera de juego a Chris Froome y al Sky. Quintana, un corredor que ha pecado en muchas ocasiones de mala colocación y malas estrategias, fue el más listo de la clase y supo estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Diana perfecta al maillot rojo para solo tener que defenderlo la última semana.

Y vaya si lo tuvo que hacer, con un Froome encendido y con ganas de luchar hasta el último día. Engrandeciendo su figura y haciendo más grande esta edición de la Vuelta, demostrando que hacer los deberes en julio está muy bien pero no tiene porqué ser suficiente. Su esfuerzo será recordado, ya que gracias a su empeño por fin vivimos el duelo real que todos esperábamos este año entre el colombiano y el británico. Por cuarta vez en una gran vuelta comparte pódium esta extraña pareja, pero la novedad es que por primera vez Quintana ha acabado por delante de Froome. Lo de ser segundo en España es algo a lo que ya está acostumbrado Chris, que promete volver para saldar su cuenta pendiente con esta carrera. Su botín de septiembre son dos victorias parciales (algo que hacía años que no conseguía un ganador de Tour) y el cariño y el respeto de la afición, algo que no se entiende que no reciba en las cunetas francesas.

Chris Froome, tras su tercer segundo puesto en La Vuelta, promete volver a saldar su cuenta con esta carrera

Todo, en la Vuelta del “bolardo” de Lugo, del fuera de control en Formigal o de la etapa “fumada” en Urdax. También la de la clase media-baja en los sprints o en las fugas, pero la que nos ha permitido descubrir joyas del pelotón como Pierre Roger Latour, que consiguió en Aitana la primera gran victoria de una carrera prometedora. También, la figura de Magnus Cort Nielsen, un diamante por pulir en el Orica con dos victorias al sprint. Una carrera con sus puntos negativos, pero donde la entrega del póker de ases de favoritos ha podido con el resto de contratiempos.

A fin de cuentas, esta será siempre la Vuelta de Colombia. Con Nairo Quitana batiendo por primera vez en una gran carrera a Chris Froome y con Esteban Chaves birlándole el pódium a Contador por un puñado de segundos y una estrategia maravillosa. La carrera del Orica, la cruzada de Contador o la Vuelta en la que el Sky no carburó como acostumbra. Todo lo que quieran, pero esta Vuelta siempre será esa en la que Madrid se convirtió en Bogotá en el atardecer de una calurosa tarde de septiembre.

Foto de portada: El Periódico