Burela, dedicación al fútbol sala

El equipo femenino del Burela Pescados Rubén de fútbol sala cayó ayer (3 de septiembre) ante el Futsi Atlético de Navalcarnero en el partido de vuelta de la Supercopa de España. El 0-4 que le endosaron las madrileñas a las gallegas terminó de decantar una competición en la que ya se habían impuesto en la ida (3-1). Quizás este no sea el mejor momento para hablar sobre el gran éxito conseguido por las mariñanas en las últimas temporadas, pero es justo echar la vista atrás para observar cómo este equipo ha ido creciendo progresivamente hasta asentarse como uno de los mejores de España.

El Burela Pescados Rubén es el único club de fútbol sala que tiene tanto a su equipo masculino como al femenino en primera división. Además, no es un caso circunstancial: ambos llevan años establecidos en dicha categoría. Que un pueblo de poco más de 9.000 habitantes sea capaz de conseguir tamaño reto es una de esas historias que hacen más grande el deporte. Que las pequeñas localidades repartidas a lo largo de la geografía gallega, española y mundial se den cuenta de que el éxito deportivo no es un coto privado para las grandes urbes —aunque la tendencia sea esa— contribuye a generar ilusión, a creer que los triunfos pueden conseguirse, que no son meras utopías.

Si bien la sección masculina es más conocida a nivel global —debido a ese particular desprestigio mediático existente hacia el deporte femenino—, son las chicas del Burela Pescados Rubén las que han llegado más lejos. No sólo se han asentado en Primera División, sino que han sido las únicas capaces de disputarle el cetro liguero al Futsi Atlético. Las burelenses consiguieron hacerse con el torneo de la regularidad en la temporada 2012-13 y en la 2015-16 (es decir, la última), además de haber ganado la Copa en 2013 y la Supercopa en 2015.

El club mariñano, además, cuenta con un gran número de futbolistas gallegas en sus filas, por lo que no sólo es un equipo ganador, sino que ha llevado a cabo una importante labor desarrollando y potenciando el fútbol sala femenino. De todos modos, es necesario un mayor apoyo mediático que permita visibilizar estos éxitos, además de valorarlos en su justa medida, lo cual también contribuiría a facilitar que las jugadoras pudiesen dedicarse exclusivamente al deporte, algo inviable actualmente. En realidad, únicamente piden que el trato recibido sea semejante al que recibe el deporte masculino. Desgraciadamente, el día en que la situación de ambos sea similar parece extremadamente lejano.  A pesar de haber perdido algunas piezas importantes de la plantilla, afrontan la nueva temporada —que empieza el próximo fin de semana— con la ilusión de poder revalidar el título liguero. El pabellón de Vista Alegre seguirá vibrando, orgulloso, con el buen hacer de sus jugadoras. Y ellas seguirán luchando, por conseguir más éxitos deportivos y por demoler el enorme muro que les impide tener el reconocimiento que se merecen.

Fotografía de portada: LNFS