Otro Tour de Froome…si nadie lo evita
Decía Chris Froome en tono jocoso durante la jornada de descanso que quizás estaba en el equipo equivocado. En el Sky es un día para rodar después de un desayuno calórico y una pequeña parada de relax acompañada de un café. Mientras, Ten Dam y los chicos del Giant-Alpecin pueden aprovechar para cambiar el café por una cerveza. Licencias que permite la carrera a algunos, pero no al líder y a su guardia pretoriana cuando llega el momento de defender en la ronda gala.
Nairo Quitana llegaba al Tour más convencido que nunca, pero todavía lo seguimos esperando
Porque en Sky están preocupados. No por su situación en carrera, ni muchos menos por el rendimiento de sus corredores. De hecho, Wout Poels o Mikel Nieve han demostrado ser candidatos al pódium si no fuese porque vistiesen el maillot negro que ejerce la dictadura de este Tour y de todos los que ellos quieran hasta que alguien lo evite. Lo que les preocupa es que desde Movistar no encuentran una respuesta, un ataque….un cambio de estrategia con respecto a otros años donde Nairo Quintana solo apareció un día. Día que solo sirvió para subirse al segundo escalafón del pódium de París.
“Adelante la fe” se escuchaba el domingo en la meta de Culoz. Un grito al cielo de un periodista colombiano en apoyo de un Nairo Quintana que sigue creyendo en que lo del “amarillo” no se puede quedar solo en un “sueño”. Pero de momento, poco ha levantado del asiento a sus paisanos…y no por la falta de éxito, si no por la falta de ataques a la hora de la verdad. Dos para probarse en el Ventoux están en su haber, pero no justifican una victoria en Tour ante un Froome que ha demostrado que está dispuesto a ganar en cualquier terreno. Aunque para ello tenga que afrontar un descenso de forma poco ortodoxa, pegarse a la rueda de don Peter Sagan en un abanico (así, con el respeto que le debemos por delante por ser lo mejor que le ha pasado al ciclismo en los últimos años) o correr si hace falta sobre sus calas cuando se queda sin bicicleta en el Monte Lunar.
Siguen creyendo en Movistar y siguen creyendo en Colombia, una nación con unos “pedalistas” especiales, ofensivos por naturaleza y con un carácter que de momento estamos echando de menos en Nairo Quintana en este Tour. Solo Jarlinson Pantano, su querido “País”, les he hecho levantarse de los asientos en la Grande Boucle. Tres minutos es la barrera psicológica de Nairo antes de las cuatro batallas que se esperan en los Alpes, su territorio…donde logró dejar de lado a Froome ya dos veces y donde el año pasado rozó la gloria por solo un minuto. Veremos si Quintana y Movistar presentan batalla todos los días o dejan la gloria y la épica para el penúltimo. Quizás, ese día sea ya demasiado tarde.
Los precedentes del Giro y la Vuelta nos hacen soñar, pero parece complicado desmontar la táctica del Sky y superar el estado de forma de Froome
Entre los dos “capos” del Tour aparecen dos incógnitas. Se llaman Bauke Mollema y Adam Yates. Dos ciclistas a los que sí hemos visto atacar en este Tour, pero que llegados a este punto podrían conformarse con guardar la ropa. Ni el Trek ni el Orica son escuadras que puedan hacer sudar al Sky…pero sí que son incógnitas que nos podrían ofrecer algo más en este Tour que de momento se muestra previsible. Ataques de Froome, diferencias y ahora momento para defender de la mejor manera: arropado por un equipo para la historia. Como en 2015, como en 2013…como en 2012 si Wiggins no fuera el capo del Sky.
Decepciona el Tour en la montaña y nos apasiona por lo que llega. Porque todo cambie en una última semana que llevamos años sin vivir. Nibali volteó el Giro en el último bloque de montaña y Aru la Vuelta en la penúltima etapa, esa de los puertos de Madrid donde “nunca pasa nada”. Precedentes que nos hacen soñar con la épica, aunque no encontremos indicios de momento en este Tour que lleva por apellido el de Froome. Y si nada cambia, parece que será el nombre y el apellido que veremos vestidos de amarillo en París durante algún tiempo. El tiempo que el británico decida hacer del Tour el Tour de Froome.
Foto de portada: El Español