Enocións by Ribeiro y María Barros
La Denominación de Origen Ribeiro celebraba el pasado miércoles la quinta edición de ‘Enocións by Ribeiro’, una serie de maridajes que este año mezcla cuatro de sus vinos con la “Colección Coupage” de la diseñadora de moda María Barros. La Cidade da Cultura acogió la quinta maridaxe entre Ribeiro y cultura, que tiene como precedentes la fotografía de Xurxo Lobato o la gastronomía de Pepe Solla. Este año, la propuesta une dos disciplinas que, sin duda, tienen más en común de lo que parece.
Tras una breve visita a la exposición temporal de ‘Con-fío en Galicia’ que se encuentra en el mismo museo, la velada continuó con la cata de vinos y la presentación de la “enoción” de la mano de la enóloga Cristina Alcalá y la diseñadora María Barros. Para la ocasión se seleccionaron cuatro vinos de bodegas diferentes: Adeus, de Bodegas GRM; Alberte, de Bodegas de Nairoa; Alter, de Viña da Cal y Expresión de Pazo do Mar, de Adegas Pazo do Mar.
En esta ocasión, la cata no se centró tanto en los aspectos técnicos de los vinos, sino en las impresiones que causan en las personas y, sobre todo en las que son ajenas al mundo del vino, como lo era la diseñadora. Así, descubrimos que ambos mundos comparten numerosos términos y conceptos, como pueden ser volúmenes, formas, perfiles, envolvente, fluído, cítrico, ligero…
A lo largo de la noche, María Barros fue incidiendo en diferentes aspectos de la colección y en cómo el vino y su proceso de elaboración influyeron en el proceso creativo. Telas naturales importadas como la seda o el algodón -clásicos en sus colecciones- se entremezclan con otras más experimentales como el P.V.C. para crear nuevos volúmenes e ilusiones fieles a su reinterpretación personal.
Otro de los aspectos sorprendentes es que María indentifica el vino tinto con la mujer, ya que lo encuentra más complejo, con más matices, y ese es el tipo de mujer que quiso vestir. La colección inspira elegancia, comodidad y casa perfectamente con los vinos presentados. Tonos nude, tierra, borogñas, accesorios que recuerdan a las hojas de las parras y elementos que recuerdan al vidrio de las botellas; toda una declaración de intenciones.
Y es que en eso consiste una enoción -o maridaxe-, en crear una experiencia a partir de dos disciplinas antes consideradas tan diferentes. En unir tradición y cultura, en demostrar que lo tradicional es atemporal y en que un vino deja de ser simplemente un vino cuando se une al arte, a la moda. Esta ha sido la experiencia que este año la Denominación de Origen más antigua y una de las diseñadoras más vanguardistas de Galicia nos han hecho disfrutar.