Javier Fernández, bicampeón mundial en Boston

A veces la historia se escribe con acento de presente. Los acontecimientos momentáneos toman un aire de futuro en el que se presagia que nada podrá volver a significar lo mismo. Se repetirán circunstancias y caras, pero nunca el sentir de aquello que se vivía por primera vez. Javier Fernández es historia del patinaje español. Sus títulos europeos y su primer mundial llevaron la bandera bicolor hacia un lugar nunca antes conquistado. Ahora, lo vuelve a hacer. La leyenda se perpetúa.

314.93 puntos. Esa cifra es la que ha convertido en bicampeón mundial al mejor patinador español de todos los tiempos. El programa corto no despertó un buen sabor de boca. La calidad técnica y artística, en sus niveles más altos, se vieron empañadas por una caída al inicio. Yuzuru Hanyu, campeón olímpico y compañero de entrenamientos de Javier, realizó un programa espléndido. Hanyu y su estilo clásico completaron un programa corto impecable en el que su confianza se mostraba en cada movimiento. Su relajada perfección le colocó primero. Salió de la pista gritando de satisfacción.

No sólo destacó el dominio técnico, demostrado en sus cuádruples, sino la capacidad expresiva que lo diferencian de los otros patinadores

Javier Fernández durante el programa corto del Mundial de Boston | ©Rtve.es

Javier Fernández durante el programa corto del Mundial de Boston | ©Rtve.es

Hanyu llegaba al ejercicio libre con tres cuádruples en mente. Las caídas hicieron una inesperada aparición en escena y un Yuzuru nervioso terminó el ejercicio cabizbajo. Lejos de sus marcas de récord del mundial de Barcelona, tenía todavía muchos puntos de margen respecto al resto. Hasta que salió Javier. Guys and Dolls de Frank Sinatra puso compás a la maestría. No sólo destacó el dominio técnico, demostrado en sus cuádruples, sino la capacidad expresiva que lo diferencian de los otros patinadores. Un diez en interpretación. Y el público, ovacionando cada movimiento, se fue poniendo en pie al final del ejercicio. Estaban ante el campeón del mundo.

El podio masculino lo completó Boyang Jin, subcampeón del torneo de los Cuatro Continentes y debutante en un mundial a sus dieciocho años. Arriesgó en los saltos, bien realizados gracias a su capacidad técnica. Sin embargo, el nivel artístico lo aleja de los más grandes. Superado por Patrick Chan y Shoma Uno en el programa corto, los fallos de ambos en el libre le permitieron hacerse con el bronce. El que no pudo llegar a la final fue el otro participante español, Javier Raya. Volvía a un mundial después del de 2012, en el que acabó vigésimocuarto. Lesionado durante buena parte de esta temporada, sus errores en la combinación de triple flip y triple toe, así como en el triple lutz, le impidieron patinar el libre.

Las patinadoras mostraron un nivel muy alto. La rusa Evgenia Medvedeva, de dieciséis años, competía en su primer mundial. Una estupenda ejecución técnica, que se aprecia tanto en los saltos como en las secuencias de pasos y en las rotaciones, la llevaron hacia el oro. Ashley Wagner alcanzó su mejor marca de la temporada en el programa corto, en el que acabó cuarta. Escaló posiciones gracias al libre y se colgó la medalla de plata. El podio lo completó Anna Pogorilaya, muy expresiva y con una amplia cara de decepción al no superar a las dos primeras. Un reflejo de su nivel de exigencia.

Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron son los reyes de la danza | ©Timothy A. Clary/AFP

Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron son los reyes de la danza | ©Timothy A. Clary/AFP

Otras patinadoras destacaron pese a no estar en el podio final. La campeona de Estados Unidos, Gracie Gold, defendió la primera posición obtenida en el corto pero tuvo que conformarse con ser cuarta. La japonesa Satoko Miyahara, campeona del torneo de los Cuatro Continentes, acabó quinta pese a colocarse tercera en un programa libre que salió tal y como ella habría soñado. La otra representante española en este mundial, Sonia Lafuente, volvía al campeonato del mundo tras la ausencia en 2015. Falló en el triple flip al comienzo y, pese a que fue recuperando con las combinaciones de los otros saltos y los giros, no consiguió el pase a la final y se quedó penúltima.

Los campeones del mundo en 2015, Meagan Duhamel y Eric Radford, revalidaron el título. En el libre, su triple lutz provocó los aplausos del público, que supo reconocer lo que fue un ejercicio excelente como demostraron en el cuádruple salchow lanzado. Wenjing Sui y Cong Han, mejor en técnica que en la parte de presentación, quedaron primeros en el programa corto. Tuvieron algunos errores en el libre que no les impidieron alcanzar la plata pero sí superar a los canadienses.

El bronce fue para los alemanes Aliona Savchenko y Bruno Massot, pese a no estar a su máximo nivel, por lo que se augura una amplia progresión en el futuro. Tatiana Volosozhar y Maxim Trankov, campeones de Europa, volvían a un mundial dos años después. Terceros en el corto y acompañados de ritmos orientales, partían como una de las parejas favoritas. En el libre no hubo grandes fallos pero tampoco mostraron el nivel que requería el podio.

En la categoría de danza, los dominadores absolutos volvieron a ser los franceses Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron. Bicampeones de Europa en los dos últimos años y del Mundo, consiguieron notas por encima de nueve en todos los componentes. Un patinaje delicado en el que se complementan y hacen de esta categoría un arte. Por detrás, tanto en el corto como en el libre, el segundo puesto fue para los hermanos Maia y Alex Shibutani; y el tercero para Madison Chock y Evan Bates, subcampeones del mundo en 2015.

Fotografía de portada: ©Noticias.lainformacion.com