Cara a cara: Crítica de Batman vs Superman
La última película de DC Cómics, ‘Batman v Superman: el amanecer de la justicia’, está dando de qué hablar. La credibilidad del enfrentamiento entre los dos superhéroes, Ben Affleck en el papel el hombre murciélago o la Mujer Maravilla son sólo algunos de los elementos que han sido objetivo tanto de las buenas como de las malas críticas. En Compostimes os traemos dos puntos de vista opuestos respecto al más reciente trabajo de Zack Snyder.
En contra: Jorge Castro
Es cuanto menos curioso que el hombre que dirigió grandes películas como ‘Amanecer de los muertos’ o, ya hablando de superhéroes, la maravillosa ‘Watchmen’, continúe en el tobogán de su suicidio como cineasta. Basta ya, Zack. Esperemos que no se te ocurra embarcarte en ningún otro proyecto de este estilo, lo mejor será dejar a los comics y a Superman en manos de quien sabe hacerlo mejor.
Tres años después de la mediocre reinvención de la historia de Superman en ‘Man of Steel’, Zack Snyder se ha sacado de la manga otro solemne filme con aires de grandeza. Lleno de buenos elementos para ser decente, ha acabado incluso peor que su predecesora, más destruida aún que la ciudad de Metropolis después del ataque de Doomsday.
Comenzando por el principio, valga la redundancia, nos encontramos con unos quince minutos iniciales muy buenos donde se nos muestran las implicaciones del Hombre de Acero, la destrucción de la famosa ciudad de Metropolis e incluso una gran y dura escena rompetópicos entre Bruce Wayne y una niña. Interesante, desde luego, pero todo se queda ahí, convirtiendo los siguientes 140 minutos en algo casi tan molesto como el Lex Luthor de Jesse Eisenberg.
¿Qué nos enseñan en este larguísimo tiempo? Una triste línea argumental plagada de una amplia sucesión de escenas poco conexas con unos personajes tan planos que se podría decir que reinventan el concepto. Reinventan, como Snyder, la historia de Superman, mutando a tan icónico personaje en un ser que se esfuerza por ser un Dios pero que no llega ni a humano.
Y aquí es donde de verdad vemos lo más trágico y solemne de toda la película. La dura realidad es que se nos sigue presentando a un Superman presuntuoso, a una Martha Kent tan carente de buenos consejos como un extraterrestre de verdad, a una Lois Lane –metida con calzador–, insoportable, y casi más improductiva que la Lana Lang de ‘Smallville’. Naturalmente, la empatía que podemos sentir hacia estos tres personajes es tan pequeña como el cariño que los mismos se demuestran en todo el filme.
Siguiendo el arco argumental del universo del último hijo de Kripton, es preciso dedicarle al menos unas líneas al Lex Luthor de Eisenberg. Otro frustrado intento de algo digno, pero que acaba incomodando más que el terrible desaprovechamiento de Wonder Woman y la extraña presentación de la Liga de la Justicia. Y es que no se nos muestra en ningún momento al siniestro villano que todos conocemos, sino a un bufón al que le sobra pelo y le falta maldad.
Llegados a este punto y dejando lo mejor –y único destacable– para el final, es justo dedicarle algunas buenas palabras a Ben Affleck y su Batman. Antes de ver la película, lo último que se nos pasa por la cabeza es que sea él quien sostenga y libre a ‘Batman v. Superman: el amanercer de la Justicia’ de la miseria, pero así es. Locas visiones oníricas a parte, nos encontramos ante un Batman decidido, oscuro, motivado –demasiado, sin duda–, que sabe pelear y que le gana por un poco, a juicio de quien escribe estas líneas, a su homólogo Christian Bale.
En definitiva, DC Comics y Snyder no han sabido tener la constancia de Marvel para crear un universo fuerte antes de ponerse a experimentar. Han optado por hacerlo todo deprisa, tratando de consolidarse en una sola película para competir con un serial que lleva casi diez años en cine. No les está saliendo bien y con ‘Escuadrón Suicida’ a la vuelta de la esquina, los cielos de DC se tiñen tan oscuros como sus cómics.
A favor: H. D. Fabuena
Parece ser que en este inicio de primavera la moda y principal tendencia audiovisual es atizarle, sea como sea, a ‘Batman v Superman: Dawn of Justice’. Bien es cierto que la película que reúne por fin a los dos personajes más icónicos y explotados de la historia del cómic debería ser el acontecimiento cinematográfico del año y no lo consigue, pero tampoco es que sea el tremendo desastre que muchos se empeñan en sepultar a la misma altura que, por ejemplo, ‘Waterworld’. La mayor producción fílmica de la historia de DC tiene muchos aciertos, que demasiados se han olvidado de comentar, en aras de la polémica.
No sería exagerar decir que la primera media hora de película es verdaderamente excelsa. Los créditos iniciales, sin acercarse a la perfección de los de ‘Watchmen’, resumen concisamente el pasado y trasfondo de Batman. En apenas un par de minutos nos han hecho una sinopsis clara y acertada del personaje, sin terminar aportando metraje, metraje y más metraje a la muerte de sus padres y sus inicios como justiciero nocturno, como haría cualquier otra película sobre el hombre murciélago. La muestra de las consecuencias de la batalla de Superman contra Zod, la presentación de cómo es el nuevo Bruce Wayne e incluso la lucha de poderes entre los que Luthorcorp quiere consolidarse, todo está aquí condensado.
Quizás sea esta más una película de Batman que una de Superman. Tanto al director Zack Snyder como al guionista David S. Goyer les costó mucho en ‘Man of Steel’ conseguir acercarse a la figura del kriptoniano. No es que Kal-El sea un dechado de carisma y personalidad en los cómics, pues casi siempre representa al arquetipo de “buenazo pero más soso que un pan sin sal”, si nos salimos de interesantes ejercicios como ‘Injustice’, en los que se convierte en un déspota despiadado, o esa vanidosa autosuficiencia de la que hace gala en las nuevas películas de animación de ‘Justice League’. Con todo, es innegable que, desde las películas de Christopher Reeve, nadie ha sabido acercarse a un enfoque correcto sobre el Hombre del Mañana. Tanto en ‘Batman v Superman’ como en su filme predecesor, el último hijo de Kripton es un personaje distante, anegado en dicotomías y remordimientos que no llegan a enseñarnos nunca del todo.
Por otro lado, hablar de este Batman es hacerlo del mejor Batman de imagen real que nos ha dado hasta ahora la historia del celuloide. Ni Michael Keaton ni Christian Bale. Cuando Ben Affleck fue anunciado para el papel muchos montaron en cólera y otros tantos se deshicieron en carcajadas, pero el actor californiano ha dado una clase magistral de cómo interpretar al enmascarado. Un Bruce Wayne cosmopolita, sarcástico y seductor, pero también un Batman harto de la vida, oscuro y sin reparos a la hora de asesinar, trastornado tras el paso de los años y la muerte de Robin (cosa que sabemos gracias a ese detalle sutil del traje del sidekick pintarrajeado por el Joker). Una mezcla perfecta entre el murciélago original de Bob Kane y Bill Finger y el tenebroso guerrero de Frank Miller. Además, por fin lucha combinando artes marciales y gadgets, como el Batman de verdad, no sólo a codazos.

“Bruce, lo nuestro es imposible, sin Bat-Pezoneras como las de George Clooney no me excitas” / ©QuantumMx
La película dura dos horas y media, pero no se hace larga. Esto es gracias a un ritmo bastante acertado, unas interpretaciones convincentes (excelente Jesse Eisenberg en el papel del histriónico Alexander Luthor Jr., hijo, y flemático pero convincente Jeremy Irons en una gran y personal encarnación de Alfred) y unas secuencias de acción con las que Snyder se siente especialmente cómodo y que aquí no llegan a saturar y aburrir como sí ocurría en ‘Man of Steel’. Si bien la producción a veces pierde el norte y plantea temas pretenciosamente “adultos” que no sabe desarrollar, sí nos muestra otros detalles concretos con gran acierto, como ese momento en que Batman escucha a Superman decir el nombre de su madre y se da cuenta de que no es un Dios por encima de todos, sino una persona real, con familia y sentimientos. La película, asimismo, sirve como puente perfecto para presentar el siguiente paso, el de la Liga de la Justicia. Wonder Woman, más enigmática y menos neumática que de costumbre, presenta un papel pequeño pero capital (su entrada en batalla es simplemente espectacular), que le debería valer también de trampolín para su película en solitario y, además, son mostrados pequeños cameos de todos los demás integrantes del futuro equipo superheroico.
‘Batman v Superman’ ha sido, honestamente, una decepción para todos aquellos que esperasen un acontecimiento sin parangón, una película perfecta, pues tiene errores de bulto como un guión en el que algunos diálogos parecen sacados de una película de Christopher Nolan y un montaje que es de lo peor, pero igual que no podemos juzgar a una comedia por la misma vara de medir que un drama, si ponemos esta película en correlación con el resto de cine de superhéroes aparecido hasta el momento… pues realmente no sale tan mal parada. Es, desde luego, mejor que cualquiera de X Men, vapulea a ‘The Avengers 2′ (y a cualquier película de los personajes de Marvel en solitario salvo a ‘Captain America: Winter Soldier’ y ‘Antman’) y no es esencialmente peor que la trilogía de ‘The Dark Kinght’ (donde pasó exactamente lo contrario que aquí, todo el mundo alabó sus virtudes, dejando de lado sus numerosísimos defectos). ¿Entre las cinco mejores películas de superhéroes rodadas hasta ahora? Sin lugar a dudas. Snyder ha aprendido de muchos de sus errores tras el desastre de ‘El Hombre de Acero’ y el salto cualitativo es notable, dentro de sus limitaciones. Y es por eso que quien esto suscribe tiene muchas esperanzas en la futura Liga de la Justicia.