La homeopatía, el milagro que no cura
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Samuel Hahnemann exclamó hace más de doscientos años aquello de: “¡Tiempo era ya de que se descubriese la Homeopatía!”. Esta frase, recogida en la obra Órganon del Arte Racional de Curar, impulsaría al médico anglosajón a consagrarse como el padre de la medicina alternativa. Convencido hasta el extremo de que lo similar cura lo similar, no fue consciente de la repercusión científica que tendrían sus teorías. Todavía hoy es un terreno pantanoso en el ámbito de la salud. Sus pasionales defensores hacen caso omiso a los estudios e investigaciones que rebaten con argumentos de peso las hipótesis sobre las que lleva asentada la Homeopatía desde el siglo XIX.
La polémica ha vuelto a saltar a la palestra. Diferentes medios españoles se hacían eco a principios de mes de la decisión que había tomado la Universidad de Barcelona de suprimir su Máster en Homeopatía. Según las declaraciones registradas en la agencia EFE por fuentes de la propia institución educativa, el motivo por el que se decidió eliminar el curso se debió a “una falta de base científica” del mismo. El nuevo ciclo de controversias comenzó con la campaña iniciada en Change.org por un alumno de la universidad. En la carta que redactó pedía al rector que si bien el centro “goza de prestigio nacional e internacional por sus actitudes científicas, es contradictorio que sostenga un Máster en Homeopatía”. Tras más de 1.300 firmas el objetivo se ha cumplido.
La contestación por parte de los sectores que buscan preservar la medicina alternativa no tardó en llegar. Tal vez la multinacional farmacéutica de productos homeopáticos Boiron flaqueó en su alegato a favor de lo que ellos consideran una “ciencia”. En la rueda de prensa convocada pocos días después del anuncio de la Universidad de Barcelona, la empresa reconoció que no tenía demasiado claro cómo funcionaban sus “medicamentos”. Por lo tanto, si la compañía francesa – máximo exponente de la homeopatía – no es capaz de explicar el fenómeno que salvaguarda… ¿qué credibilidad puede tener esta medicina alternativa?
Apuntes sobre la homeopatía
Si uno se atreve a ahondar con más profundidad en el concepto comprobará que la teoría sobre la que se basa la homeopatía es, al menos, bastante curiosa. Basada en el principio de que “la mismo que causa una enfermedad la cura” y amparándose en que “el agua tiene memoria”, sus productos no son más que sustancias que se administran después de ser diluidas –generalmente en agua– en cantidades extremadamente pequeñas. Es decir, lo mismo que te produce dolor de muelas curará tu malestar. Eso sí, antes ha de someterse a un complejo proceso en el que se diluye dicho producto en agua una y otra vez, una y otra vez… Pero, aun así, los homeópatas aseguran que hace efecto.
Y lo cierto es que todavía no hay ningún estudio que reconozca la efectividad científica de estos ‘medicamentos’. Es más, son muchos los que aseguran que la homeopatía es equiparable al efecto placebo. Es decir, que solo funciona si el paciente está convencido de que lo hará. Al menos así lo declaró en el programa Escépticos que emitió la cadena EITB en el 2011 el Catedrático de Química Orgánica de la Universidad del País Vasco, Fernando Cossío, cuando aseguró en antena que según la teoría científica los remedios homeopáticos producen “efectos indistinguibles” de los que causaría el efecto placebo.
En ese mismo año, el Ministerio de Sanidad publicó un informe en el que analizaba las consecuencias de la aplicación de las diferentes terapias alternativas, en las que indudablemente ha de englobarse la homeopatía. En el extenso y exhaustivo documento se apuntaba lo siguiente: “en general, las revisiones realizadas concluyen que la homeopatía no ha probado definitivamente su eficacia en ninguna indicación o situación clínica concreta, los resultados de los ensayos clínicos disponibles son muy contradictorios y resulta difícil interpretar que los resultados favorables encontrados en algunos ensayos sean diferenciables del efecto placebo”.
Pero si se quiere una referencia más actual, la encontramos en el informe australiano del 2015, elaborado por National Health and Medical Research Council donde se apunta que: “Para algunas condiciones de salud, hay estudios que informaron que la homeopatía no fue más eficaz que el placebo. Para otras, había investigaciones de baja calidad que informaron de que la homeopatía era más efectiva que el placebo o tan eficaz como otro tratamiento. Sin embargo, en función de sus limitaciones, los estudios no eran fiables para llegar a conclusiones acerca de si la homeopatía sí es eficaz”.
Por lo que se puede comprobar, las instituciones educativas de prestigio prescinden de sus cursos en homeopatía –también lo hicieron otras universidades españolas con anterioridad–, Boiron no se aclara todavía y reconocidos estudios equiparan esta medicina alternativa al efecto placebo. Que cada lector sopese cuál es la conclusión.
Antes de finalizar, una última reflexión. En el mencionado programa de la televisión vasca, el periodista científico Luis Alfonso Gámez arrojó a un pantano que surte de agua corriente a buena parte de la comunidad una bola de naftalina que, si se ingiere, puede provocar diarrea. Tuvo en cuenta las proporciones que se requieren para llevar a cabo las diluciones homeopáticas. Solo quedará suponer que ningún vasco que haya bebido el agua del pantano no volverá a padecer diarrea nunca más.
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