Manuel Hurtado: “La federación española no ha hecho nada por el atletismo desde la época dorada de los 90”

Me concede la entrevista a media tarde. Aunque el cielo plomizo deja entrever que puede comenzar a llover de un momento a otro, después tiene que salir a entrenar. Manuel Hurtado Sanjurjo (Lugo, 1984) está inmerso en un período muy importante de la temporada, a tres semanas del Campeonato de España de Maratón, por lo que se encuentra en la parte final de la preparación para dicha competición. Hablamos sobre resultados y expectativas, echamos una mirada retrospectiva a su carrera deportiva y analizamos el estado del atletismo gallego y nacional, haciendo especial hincapié en la gestión realizada por la Federación Española de Atletismo.   

La semana pasada estuviste en Santa Pola [Alicante], en el Campeonato de España de Media Maratón, donde fuiste sexto. ¿Qué sensaciones te dejó la carrera?

La verdad es que yo iba allí después de mucho tiempo sin competir a alto nivel. Tuve apariciones en algunas carreras populares, pero debido a lesiones que tuve en los últimos años apenas pude llegar a campeonatos importantes en buen estado de forma. Éste fue el primero después de mucho tiempo. Iba con mucha ilusión, porque estuve entrenando bien, con el objetivo de pelear por el bronce. Pero luego, las circunstancias de carrera, y quizás el hecho de llevar tanto tiempo sin competir en este tipo de campeonatos, me llevaron a tomar decisiones que me apartaron del objetivo. Al final entré sexto, pude haber sido quinto y estuve cerca del cuarto, pero estuve bastante lejos de ese objetivo, que era la tercera posición. Entonces… estoy contento por haber llegado y por estar compitiendo con los mejores después de mucho tiempo, pero no cumplí con el objetivo con el que llegaba.

En tres semanas vas a Sevilla, al Campeonato de España de Maratón.

Sí, la preparación que hice este invierno iba encaminada a estos dos campeonatos. Fue una preparación que no implicó tanto ritmo como necesitaría la media maratón, y quizás no tantos kilómetros como necesita la maratón. Fue una especie de mix, para intentar llegar lo mejor posible a las dos. La primera no salió precisamente como esperaba, y a ver si la segunda sale mejor.

¿Cuál es el objetivo?

Si ya es difícil prever un objetivo, a nivel de marca o resultado, en carreras de larga distancia… en un maratón mucho más. Lógicamente tengo tiempos en mente, tengo posiciones en el campeonato en mente, pero van a depender mucho de cómo sea la carrera. Yo lo que pretendo en el campeonato es llevar al cuerpo al límite y ver hasta donde aguanto. En Santa Pola me quedé con la sensación de no haber dado el cien por cien, por decisiones de carrera, pero en el maratón sí que voy a tener que darlo todo, porque a partir del kilómetro 30 la exigencia es máxima.

En el campeonato están en juego plazas para los Juegos Olímpicos. ¿Te ves con posibilidades de estar ahí?

Yo voy a salir con los primeros, que van a salir a lograr la mínima olímpica. No sé con qué intención van a salir. La mínima está fijada por el Comité Técnico Español en 2h13’. Yo espero que salgan a esa marca, porque si salen mucho más rápido… Hay gente como Carles Castillejo, que ya tiene una marca de 2h10’, o gente como Jesús España, que aunque debuta tiene marcas en distancias inferiores que le permitirían correr cerca de 2h10’-2h12’. Entonces, si la cabeza de carrera sale a 2h13’ saldré con ellos… y hasta donde llegue. Si salen más rápido habrá que buscar una táctica más conservadora y buscar un grupo más lento. Lo que no voy a hacer es emprender una aventura en solitario, así que tendré que ver cómo va la carrera.

“En Sevilla voy a tratar de salir con los primeros: si la cabeza sale a 2h13′ iré con ellos hasta donde llegue, si salen más rápido habrá que buscar una táctica más conservadora”

¿Introdujiste alguna novedad en la preparación de esta maratón con respecto a las anteriores?

Sí, como te comenté antes la preparación fue a medio camino entre la media y la maratón, porque eran dos objetivos importantes. Este año en la media había objetivos importantes, que podían ser asequibles, por lo que no quería desechar esa opción, pero tampoco quería dejar pasar  la oportunidad de correr el Campeonato de España de Maratón. Como ya dije, los ritmos no fueron tan fuertes como podrían ser de la preparación de una media, y quizás me faltan algunos kilómetros para el maratón. Otra cosa que hice este año fue un trabajo mucho más planificado y estructurado de prevención de lesiones. Me lo llevó mi fisioterapeuta en el último año, Hugo Ogando, y parece que está dando resultado, al menos físicamente estoy llegando bien a estas competiciones

Hace unas semanas estuviste entrenando en Fuerteventura. ¿Cómo surgió eso?

La verdad es que fue un poco de improviso, no estaba planificado. Yo tengo cierta amistad con el entrenador de Javi Gómez Noya, que es de aquí de Lugo. Ya lo conocía antes de que fuese su entrenador. Eso me permitió entrar en contacto con Javi en los últimos años y ayudarle en algunos entrenamientos de carrera a pie. En la última semana del año empezó a hacer muy mal tiempo, así que les pregunté si me podía acoplar de alguna manera. Me dijeron que sin ningún problema, así que me escapé una semana a Fuerteventura para aprovechar el buen tiempo y hacer unos últimos entrenamientos fuertes antes del campeonato de media.

Por otro lado, antes de empezar la temporada cambiaste de equipo: dejaste el New Balance y fichaste por la Gimnástica de Pontevedra. ¿Cuáles fueron los motivos?

Sí, bueno, más bien me dejaron ellos a mí [risas]. Simplemente sus objetivos y el perfil de atleta que buscaban esta nueva temporada cambiaron. Yo no entraba dentro de este perfil, así me lo comunicaron y no me renovaron el contrato. Así que decidí buscar lo más cercano y lo más cómodo para mí, puesto que con las cifras que se están moviendo últimamente en el atletismo, que son prácticamente de calderilla, estar en un club donde te sientas cómodo es muy importante.

¿Qué relación tenías antes con el equipo?

El año pasado estuve trabajando catorce meses en Pontevedra, y entré en contacto con entrenadores y atletas de allí. La Gimnástica es un club que me trató muy bien durante mi estancia allí, y en el momento en que me quedé sin equipo ellos estuvieron interesados en ficharme, yo también… y así lo hicimos.

Comentaste antes que vienes de unos años plagados de lesiones.

Sí. La última lesión fuerte que tuve fue hace cosa de un año, más o menos por estas épocas. Corrí aquí el Campeonato Gallego de Cross a finales de enero, fue la última que corrí antes de lesionarme de la rodilla. Estuve mes y medio totalmente parado, a partir de ahí recuperé y ahora llevo diez/once meses  sin ningún problema físico grave. En este sentido estoy muy contento, porque al final es lo que se necesita, estar bien, acumular entrenamientos y temporadas sin lesiones que te permitan subir el nivel.

La más grave que tuviste fue hace dos años, en el pubis, con operación incluida.

Sí, aunque eso ya fue el culmen de la lesión. Empecé a padecerla en 2009, con las primeras molestias, y a partir de ahí fue un suplicio, todas las temporadas, desde 2009 hasta el año pasado, tuve que parar, más o menos tiempo, por el pubis. Esta dinámica de parar, arrancar, parar, arrancar… no te permite tener continuidad, que es la forma de mejorar. La lesión se acusó mucho más en los últimos años, hasta que ya decidí operarme, y desde entonces ya no he tenido ninguna molestia.

¿Cuánto tiempo estuviste parado tras la operación?

El último achaque que tuve fue en noviembre de 2013, mientras preparaba el Campeonato de España de Maratón en San Sebastián. Hice revisiones y entre pitos y flautas nos colocamos en enero. Después me operé y estuve seis meses más parado. En total, prácticamente ocho meses. Al final, como comentaba, esos parones son lo que te corta la progresión, y yo creo que es lo que me cortó la progresión en los últimos años. ¿Hasta dónde podría haber corrido? Pues no lo sé, y nunca se va a saber. Pero bueno, tengo 31 años, es una edad avanzada, pero todavía me va a permitir, espero, tener unos años más en el fondo de alto nivel. Y espero que estos sean mucho mejores en el sentido de tener continuidad para mejorar.

Victoria de Hurtado en la pasada Media Maratón de Pontevedra | Charlie Peartree ©

Victoria de Hurtado en la pasada Media Maratón de Pontevedra | © Charlie Peartree

El atletismo es un deporte en el que los atletas viven prácticamente del dinero que ganan en las pruebas.

Vivir del atletismo es muy difícil. Y con esto digo que ni siquiera la gente que va convocada por el equipo nacional puede vivir del atletismo. Y esto, para mí, es muy grave. Es grave que gente del equipo nacional no pueda vivir del atletismo y que el presidente de la Federación Española de Atletismo esté cobrando un salario que, entre dietas y demás sueldos adicionales, pase de los 100,000 euros anuales. Me parece gravísimo. Además, paralelamente a esto, el estado del atletismo español es nefasto, por culpa de una gestión atroz de la federación, que vivió de la época dorada (en la que hubo mucho dinero para el deporte en este país, a raíz de Barcelona 92) hasta principios de los dos mil. Y realmente la federación no ha avanzado y no ha hecho nada por el atletismo desde entonces. Hoy tenemos la misma estructura federativa, deportiva y competitiva que teníamos hace veinte años. Y el mundo ha cambiado mucho. La situación en la que estamos los atletas, de no poder ni mantenernos económicamente con lo que ganamos en las carreras y lo que sacamos de la federación, es consecuencia de una gestión nefasta, que la federación atribuye a la crisis pero que ya vino mucho antes. Esta federación no tuvo capacidad de manejar con eficiencia una país que tiene un potencial tremendo. Llegaron tarde a todos los grandes sitios del atletismo. Pudieron haber sido los pioneros del mundo del running, que hoy en día está muy extendido, pero la federación ninguneó las carreras populares hasta que ya estaba todo montado. A nivel mediático tampoco estuvieron ahí cuando tuvieron que estar. Por poner un ejemplo, la Federación Española de Atletismo no tuvo Twitter hasta 2012, cuando ya llevaba cuatro o cinco años popularizado y extendido socialmente. Por esos barros vienen estos lodos.

“Es grave que gente del equipo nacional no pueda vivir del atletismo y que el presidente de la Federación Española de Atletismo esté cobrando un salario que pasa de los 100,000 euros anuales”

En este sentido,  si un atleta necesita el dinero de las carreras para poner autofinanciarse… cuando está lesionado, se encuentra con un problema grave.

Sí. En mi caso, soy un atleta que participa en campeonatos nacionales, suelo estar arriba, pero me falta dar un pequeño salto para estar en el equipo nacional absoluto y asentarme ahí. No es que yo tenga un nivelazo, no quiero vivir del atletismo ni mucho menos. Gano algunas carreras populares y tengo mis pequeños sponsors, que a veces me ayudan, pero mi carrera, prácticamente al 99% se la debo a la filantropía de mis padres, que me financian cuando yo no puedo. Ellos son los que más han aportado para esta carrera deportiva. Y en la mayoría de casos de atletas, salvo casos top, muy pocos se pueden financiar la carrera. Es un deporte que está muy mal pagado. Pero eso es consecuencia, como ya te dije antes, de la mala gestión de una federación con las miras muy cortas.

En los campeonatos internacionales de Maratón siempre hay un tema que desata cierta polémica. La Federación Española de Atletismo siempre pone unas marcas mínimas muy inferiores a las que dicta la IAAF, la federación internacional.

Sí. Este es un tema complejo. Yo, en principio, siempre soy partidario de que vayan a los campeonatos la mayor cantidad de atletas posible. Ayuda a incrementar el nivel del país: al final, de la cantidad sale la calidad. Si un atleta, por ejemplo, tiene 2h14’ en maratón y puede ir al Mundial, quizás ese atleta pueda seguir practicando la disciplina y mejorar. Pero si a un atleta con 2h14’ le niegas la posibilidad de ir a un Mundial, a lo mejor le estás negando la posibilidad de practicar atletismo. Porque no tiene financiación, porque no consigue dinero para entrenar, porque tiene que ponerse a trabajar… Y eso resta nivel. Esa es mi visión, pero la visión de la federación es otra: poner unas marcas exigentes para que sólo puedan acceder los que realmente tienen nivel para hacer algo relativamente bueno en el campeonato. Yo creo que están equivocados, pero ahí ya entramos en un debate en el que cada uno tiene su punto de vista. También creo que la federación lo hace con un afán de ahorrarse dinero: si van 30 en vez de 40 se ahorran 10 viajes. Esto en un Campeonato del Mundo puede suponer ahorrarse cerca de 30.000 euros.

Pero eso a la larga puede ser perjudicial incluso para el propio equipo.

Es que esto, porque es atletismo, pero si llega a ser fútbol… no me quiero imaginar lo que podría pasar. A veces tienen pasado cosas tan rocambolescas como que haya gente inscrita para un campeonato, a alguno no se le pague el viaje y vaya el equipo justo. Si puntúan cuatro, llevan a cuatro justos, y un atleta inscrito se queda sin viaje. Y claro, luego un atleta se retira por cualquier motivo y el equipo ya no puntúa. Recuerdo una Copa del Mundo de 2002, de marcha: José Ignacio Díaz era el cuarto hombre en el 50 kilómetros marcha, no lo llevaron a Turín y sólo fueron tres, que era el mínimo para puntuar. Uno de ellos, por problemas en la carrera, se tuvo que retirar y el equipo español no puntuó. Sólo con que hubiera llegado uno más a meta, habrían sido subcampeones del mundo. Pasan cosas como estas. Creo que de la otra forma se mejoraría el nivel del atletismo, pero la federación tiene otra visión y otras prioridades.Tiene quedado gente fuera en maratón por segundos, y luego repescan a gente en otras pruebas que, bajo mi punto de vista, tienen un menor nivel de exigencia. Porque maratones puedes correr una al año, o dos como mucho. En el caso del un 1500, o incluso el 100 o el 60, son pruebas que puedes hacer varias veces seguidas a máxima exigencia, por lo que tienes muchas más oportunidades de rebajar una marca. Que repesquen en estas pruebas y no repesquen en maratón… a mí no me parece normal. Pero esas decisiones las toma el director técnico. Y si este fuese un deporte más mediático, probablemente ya no estaría en su puesto debido a estos fallos de criterio. La presión mediática lo habría liquidado.

Ya que comentas lo de la marcha… tú comenzaste practicando esta disciplina. ¿Qué motivó el cambio?

Yo empecé en la escuela de Franciscanos, haciendo fondo, básicamente. Para hacerme un hueco en el equipo me metieron en la marcha y yo me adapté bien, tuve unos primeros resultados buenos. A partir de ahí seguí, fui a campeonatos de España, a concentraciones con la selección nacional, conseguí una beca en la residencia Blume… pero llegó un momento en el que me descalificaban demasiado, y veía que mi progresión se cortaba. Entrenaba bien pero me descalificaban mucho, y al final no rendía lo que entrenaba. Y decidí cambiar, a los 22 años. Tampoco fue un cambio basado en el rendimiento, simplemente buscaba disfrutar más del atletismo.

Ahora también das clase aquí en las mismas escuelas.

Sí, salvo el año pasado que tuve que parar porque me fui a trabajar a Pontevedra. Este es el sexto año. La verdad es que estoy muy contento aquí, intentando devolver a la escuela lo que me dio a mí, que creo que es algo que nunca podré devolver: la pasión por el atletismo, los valores que transmite el deporte. En la medida en que puedo, intento inculcar esos valores y esa pasión a los niños, como me la inculcaron a mí mis entrenadores en mis tiempos.

Tu trabajo aquí te permite estar en contacto con la cantera del atletismo gallego. ¿Cómo ves el futuro?

La verdad es que hay muchos talentos, pero eso es de siempre. Recuerdo que cuando yo era infantil, cadete, juvenil… ya había grandes talentos. En mi época, por ejemplo, destacaba Alejandro Fernández, que precisamente quedó cuarto en Santa Pola. Era un portento. Ya de pequeño era el mejor de Galicia de su edad. Y gente con talento sigue habiendo. El problema está en el proceso de convertir un talento en un atleta de alto rendimiento, ahí es donde está el kid y donde fallan las estructuras federativas, la estructura social y la estructura del deporte en general en España, que es un desastre, porque no hay una política deportiva. Los que llegan son por amor al deporte, porque sus padres se lo pueden pagar y, francamente, porque tienen suerte en las decisiones que toman. Porque uno tiene que tomar decisiones con 15, 16 o 17 años, y no se tiene fundamento para tomarlas. En ese sentido es cuestión de suerte, porque la estructura deportiva debería estar encaminada a llevarte sin que tengas que tomar ciertas decisiones a una edad muy joven. Y no es así, uno se tiene que buscar la vida, buscar un entrenador que sea bueno y que tenga los conocimientos para convertirte en un atleta de alto rendimiento… y eso nadie se lo va a dar. Lógicamente hay muchos entrenadores, pero muchos entrenadores buenos no. Hay que buscarse la vida y tener suerte. Contar con un entrenador que sepa llevar a un atleta, y después… eso, que uno tenga el ánimo necesario y la familia tenga el ánimo de apoyarle. En este país, por ejemplo, una persona acaba el instituto, quiere irse a estudiar y es un buen atleta… ¿Qué hace? Las universidades no están preparadas para acoger a deportistas de alto nivel, no hay ningún programa de ayuda. El atletismo es un deporte que te puede permitir vivir unos años mientras estás estudiando, pero no te va a garantizar el futuro, y ahí tienes que hacer otras cosas. Y si tienes que estudiar quizás no puedas entrenar, si no te dan facilidades es verdaderamente difícil. Talento sigue habiendo hoy en día, lógicamente, no voy a dar a conocer yo a los Miguel González, Adrián Ben, Tariku Novales, Ángela González, Elba Vélez, etc. Realmente hay talento, en el fondo y en el medio fondo, quizás porque es donde más prima el talento y menos la técnica. En las disciplinas técnicas seguimos estando más cojos, porque no hay entrenadores. Para entrenar fondo, una persona que tiene talento con 15 años va a correr rápido, pero en pruebas como pértiga, salto de longitud, lanzamiento de jabalina… Ahí sí que influye más el entrenador, porque si no tienes técnica no vas a lanzar o no vas a saltar. Y ahí seguimos más cojos. Desde mi punto de vista, lo que la federación debería hacer es formar entrenadores, formarlos en el alto rendimiento, porque además de tener conocimientos hay que saber lo que es el alto rendimiento y las exigencias que se tienen. Y después, intentar montar una estructura que permita canalizar eso.

“Gente con talento sigue habiendo, pero el problema está en el proceso de convertir un talento en un atleta de alto rendimiento”

Con respecto al futuro. ¿Qué objetivos tienes en mente para después de la maratón de Sevilla?

Tenía pensado replantearme la temporada pasados estos dos objetivos. Lo normal sería que en Sevilla no consiga la plaza para ningún internacional, por lo que prepararé las ligas de clubs con mi equipo y buscaré un objetivo de nuevo maratón para intentar seguir mejorando la marca, para así poder estar los próximos años intentando estar en el equipo nacional, meterme en alguna competición y poder asentarme ahí. Pero como digo, para eso necesito continuidad y acumular entrenamientos. Esa es la prioridad.

El año pasado participaste en el Campeonato de España de Montaña, disputado en Esgos [Ourense]. ¿Fue algo puntual o te lo planteas como algo a repetir?

A mí me gustaría seguir en el atletismo tradicional lo máximo que pueda. En mi caso lo que quiero es correr maratones, fundamentalmente, y también algo de pista… Una vez que esto esté agotado, y que por circunstancias de tener que trabajar ya no pueda entrenar tanto, la montaña es una salida atractiva, son campeonatos entretenidos y es algo que está ahí. El año pasado lo preparé porque coincidió que era en Galicia y no me creaba ningún trastorno ir. Tampoco fui con una preparación muy específica y a pesar de eso estuve entre las primeras posiciones. Pero tampoco me lo pongo como un objetivo a corto plazo.

Fotografía de portada: © Manuel Hurtado (Facebook)