Leyendo el libro de la vida (III)

©Biologiainteresante
En este artículo pondremos punto y final a un maravilloso viaje. Nuestra trilogía llega a su fin, pero no nos entristezcamos aún pues todavía nos queda una parte crucial en nuestra lectura del libro de la vida: cómo se trabaja con el ADN, qué podemos conocer a partir de la secuencia de ADN, qué técnicas de laboratorio pueden aprovechar el material genético para progresar en el conocimiento de la vida y en qué consiste la ingeniería genética, una disciplina en auge hoy en día.
Conocer la secuencia del ADN no es un proceso sencillo mas hoy en día contamos con potentes máquinas, llamadas secuenciadores, que nos permiten conocer la secuencia en cuestión de horas
Conocer la secuencia del genoma es esencial para acceder a la información encriptada en el ADN. El ADN está encerrado en el núcleo celular y su extracción ha de ser minuciosa y secuencial, separando lo que es genoma de lo que no lo es. Una vez que conseguimos sacar todo el material genético llega el momento de secuenciarlo. Conocer la secuencia del ADN no es un proceso sencillo mas hoy en día contamos con potentes máquinas, llamadas secuenciadores, que nos permiten conocer la secuencia en cuestión de horas cuando antes un proceso de secuenciación podía abarcar unos cuantos años, como ocurrió con el Proyecto Genoma Humano.

Proceso de secuenciación del genoma | ©Pendientedemigracion.ucm.es
A partir de la secuencia genética se pueden conocer datos muy interesantes. Un genetista avezado puede leer este libro de la vida al instante. Saber el aspecto de una persona sin haberla visto jamás, diagnosticar alguna enfermedad o trastorno o saber su procedencia son algunos de los aspectos que un estudioso de la genética puede conocer leyendo una secuencia de cuatro letras. Esto puede ser especialmente interesante en las ciencias forenses, en reconstrucciones históricas o en tratamiento y prevención de enfermedades genéticas hereditarias. La genética está invadiendo, gradualmente, todos los campos de las ciencias de la vida.
La genética está invadiendo, gradualmente, todos los campos de las ciencias de la vida.
Es de vital importancia para un investigador conocer la secuencia genética de un animal modelo con el que está experimentando en el laboratorio. El estudio de muchos caracteres genéticos se conoce mediante un proceso de knockout genético. Si sospechamos que el gen A codifica para que el ratón de laboratorio tenga el pelo liso podemos inhibir ese gen para que el ratón mutante no exprese el gen de interés y así ver si nuestro gen codifica esa característica, permitiendo a nuestro ratón de laboratorio lucir unos preciosos rizos blancos. Este proceso, largo y tedioso, es uno de los procedimientos básicos para la realización de mapas genéticos.

Imagen de neuronas y sus axones hecha con hibridación in situ | ©Neofronteras.com
En el laboratorio se pueden realizar técnicas de ingeniería genética para el estudio de algunos aspectos interesantes de la vida. Mediante una técnica conocida como hibridación in situ se puede utilizar la secuencia de genes para introducir moléculas fluorescentes, marcando la posición de genes y su expresión. Esto nos sirve para obtener imágenes tan bonitas como los mapas neuronales realizados mediante esta técnica y que permiten conocer la posición de las neuronas con muchísima precisión.
Desde que aprendimos a secuenciar y estudiar los genes, miles de investigadores se han lanzado al mundo de la ingeniería genética. Esta tecnología, relativamente reciente, ha supuesto un avance tremendo en medicina, biología, agricultura y en investigación. La ingeniería genética permite jugar con el ADN, metiendo y sacando genes, variando su posición y expresión.
Desde que aprendimos a secuenciar y estudiar los genes, miles de investigadores se han lanzado al mundo de la ingeniería genética
Sin duda, uno de los temas más candentes en nuestros días, con respecto a la ingeniería genética, son los transgénicos. Un transgénico es un individuo que tiene genes que no son suyos o un individuo cuyos genes han sido seleccionados tras un proceso de selección artificial. La generación de organismos genéticamente modificados (OGM) está ayudando a paliar graves hambrunas y a resolver problemas que, sin ayuda de la ingeniería genética, sería inviable.
Por una parte, los transgénicos son vistos con recelo y desconfianza por la mayoría de la gente de a pie. Su consumo genera desconfianza y se tienden a evitar los productos catalogados de transgénicos. Algunos de los argumentos de los detractores de los transgénicos son que no son naturales, que pueden producir mutaciones en nuestro ADN y que llevan medicamentos por lo que pueden generar resistencia a algunos fármacos que tomamos en caso de infección.
Un transgénico es un individuo que tiene genes que no son suyos o un individuo cuyos genes han sido seleccionados tras un proceso de selección artificial

Cada día, miles de investigadores manipulan secuencias | © biotech.com.es
Si analizamos estos argumentos vemos que carecen de validez biológica real. Si decimos que un transgénico no es natural es que no entendemos nada acerca del funcionamiento de la evolución. La evolución selecciona los genes que son más favorables en una población, provocando cambios lentos y graduales en los seres vivos y, después de miles de años de evolución, aparece una especie. En el laboratorio, este proceso de miles de años de duración se puede realizar en cuestión de un par de años. Si nos interesa una planta de tomates que produzca tomates gigantes solo tendremos que ir seleccionando las plantas que nos interesen, cruzarlas entre ellas y así obtener una línea pura de plantas tomateras con frutos gigantes. Otro método de creación de transgénicos es la introducción de genes, que no son propios de esa especie, en el material genético de la especie que nos interesa. Por ejemplo, el maíz Bt es una especie de maíz transgénico que tiene genes de bacterias. Este maíz produce una proteína que es letal para algunas especies que se alimentan de este maíz, con lo que se pueden controlar plagas sin necesidad de pesticidas.
El consumo de transgénicos ha sido relacionado con la aparición de cáncer, con el nacimiento de niños enfermos, con la esterilidad masculina y con otras muchas enfermedades en humanos. El consumo de un OGM no induce mutaciones en los humanos. Si sucediese eso ya estarían fuera del mercado pues supondrían un peligro para la salud pública. Cientos de estudios han avalado la seguridad de los transgénicos y es un hecho que los controles de calidad y seguridad a los que se ven sometidos los transgénicos no se realizan en la agricultura casera ni ecológica. Por tanto, los transgénicos cuentan con garantía de seguridad alimenticia muy elevada.
Si nos interesa una planta de tomates que produzca tomates gigantes solo tendremos que ir seleccionando las plantas que nos interesen, cruzarlas entre ellas y así obtener una línea pura de plantas tomateras con frutos gigantes

Los transgénicos son un tema candente hoy en día | © infoagro.com
Las personas más informadas sobre los transgénicos suelen argumentar que llevan medicamentos y su consumo prolongado puede ocasionar resistencia a fármacos. Este argumento, sin duda, es el más interesante ya que encierra algo de verdad. En el pasado, la ingeniería genética no contaba con los medios que tiene hoy en día para la inserción de genes de interés, por lo que se necesitaba un vector, es decir, una sustancia que ayudase en el proceso de inserción y estabilización genética. Este vector a menudo era un fármaco y, tras la inserción, el fármaco no podía ser eliminado en su totalidad del organismo. Hoy en día las técnicas de ingeniería genética han avanzado lo suficiente como para que este método haya quedado obsoleto. Al conocer el funcionamiento de la replicación, el proceso de duplicación del ADN, hemos podido idear mecanismos más eficientes de inserción de genes. Por tanto, hoy en día nuestros tomates gigantes transgénicos no contienen trazas de fármacos, siendo totalmente seguros para el consumo.
Cientos de estudios han avalado la seguridad de los transgénicos y es un hecho que los controles de calidad y seguridad a los que se ven sometidos los transgénicos no se realizan en la agricultura casera ni ecológica
Sin duda alguna, la genética se ha convertido en una parte fundamental de nuestro conocimiento. En el futuro no existirán enfermedades genéticas, los tratamientos contra el cáncer serán mucho más específicos gracias a que conoceremos las secuencias que se expresan en sus células y podremos cambiarlas, poseeremos plantas que darán más frutos en menos tiempo y podremos alargar nuestra esperanza de vida manipulando los genes responsables del envejecimiento. El futuro no está tan lejos y, gracias a la genética, un nuevo amanecer esta próximo, un mundo donde el libro de la vida podrá ser leído, entendido y manipulado. Un mundo de genes.