No sabéis votar
Si a alguno de vosotros le quedase un poco de pudor, ni se os pasaría por la cabeza ir a votar hoy. A la vista de la incesante y creciente sarta de disparates que os he escuchado decir en bares y cafeterías y que he leído en vuestros Facebook y Twitter, está claro que ninguno de vosotros tiene la menor idea de cómo votar bien. Y acudir a las urnas sin saber votar es una desfachatez.
No podéis decir que no estuvieseis avisados. Durante las últimas dos semanas he compartido en Facebook vídeos, carteles electorales, entrevistas a candidatos e incluso memes para que aprendieseis a votar. Y a pesar de mis esfuerzos por enseñar al que no sabe, por sacaros de esa caverna de Platón de la ignorancia política en la que os halláis sumidos, la mayoría de vosotros hoy votará mal. No habéis entendido que el único voto útil, moderno, coherente, decente, regenerador y bueno para España es lo que voto yo.
Lo único para lo que ha servido esta campaña electoral es para reafirmarme en mi convencimiento de que todos los que no votáis como yo quiero es porque estáis desinformados o sois completamente idiotas. No cabe otra explicación. Si no fuera porque decidís sobre el futuro del país, sentiría pena por vosotros. Pobres ilusos, que seguís apoyando a partidos corruptos, sin experiencia de gobierno, que engañan al pueblo o que venden unicornios. Tenía la esperanza de que con mi altruista e iluminada prédica se os cayese la venda de los ojos y encontraseis la única verdad en forma de papeleta, pero ha sido como echarles margaritas a los cerdos.
El problema es que en este país de pandereta vota cualquiera. Vuestro voto vale lo mismo que el mío, que me he leído todos los programas, visto todas las tertulias, analizado todos los análisis y debatido sobre todos los debates. Es cierto que las elecciones deben expresar a voluntad del pueblo, pero no me podréis negar que yo soy más del pueblo que vosotros.
Ni siquiera el partido al que yo voto, en su infalibilidad, se ha atrevido a limitar el sufragio universal para proteger a la democracia de esos colectivos que no deberían votar. La Junta Electoral tendría que suprimir del censo a los obreros que votan al PP, los ricos que votan a Podemos, la clase media que vota a Ciudadanos y los andaluces que votan al PSOE. ¿Es que no se dan cuenta de que votan mal? Huelga decir que yo, como epítome del votante informado y dechado de virtudes ciudadanas, debería mantener sin duda alguna el derecho a voto. Si la fiesta de la democracia se reservase el derecho de admisión, el portero de la discoteca sería yo.
Si no os he convencido de votar bien, espero por lo menos que os haya convencido para no acudir a las urnas hoy, a vosotros que sois malos, ignorantes, imbéciles e escuros. Con lo fácil que sería que pensaseis todos como yo, o sea, que pensaseis bien. Qué santa manía de discrepar.
Caricatura: © Loiro