El Desconocido, Luis Tosar y la venganza
Una llamada telefónica. Un hombre habla de reuniones. Una mujer está acabando de vestirse. Los niños desayunan. La mayor escucha música y el pequeño juega con el perro. El padre lleva a los niños al colegio. La madre sale molesta y sorprendida de casa. Él no suele llevar a los niños. Carlos, Marta, Sara y Marcos son una familia normal, algo distanciada. En los primeros minutos de ‘El Desconocido’ (Dani de la Torre, 2015) vemos algo sencillo. El coche arranca, Carlos sigue recibiendo llamadas del banco en donde trabaja y los niños siguen peleándose como buenos hermanos. Una rutina aparentemente normal hasta que recibe otra llamada. Suena un móvil y no es el suyo, ni el de su hija, ni el de su mujer. Un insistente número desconocido. Contesta. Alguien que sabe todo sobre su vida le dice que tiene una bomba debajo de su asiento y que su coche explotará si no reune cierta cantidad de dinero. Vaya broma para empezar el día. No es difícil adivinar de dónde viene el nombre, ni tampoco la trama de la historia. Una serie de llamadas constantes para asegurarse de que Carlos sigue todas y cada una de sus instrucciones para que este desconocido consiga el dinero en su cuenta bancaria. A falta de cámara oculta para saludar a YouTube, mejor seguir las indicaciones, no vaya a ser peor la broma.
El tráiler ya avecina qué nos vamos a encontrar y por desgracia quién es ese desconocido que hace las llamadas. La primera vez que lo vemos, ni si quiera es “el desconocido”. No voy a ser yo la encargada de desvelar su identidad, ni ficticia ni real. No quiero romper la emoción de mantener la tensión. Cuando lo reconoces, lo que quieres saber es por qué ha armado, sin querer, todo ese tinglado tan típico de una persecución americana. Antes de que Carlos (Luis Tosar) se convirtiera en el objeto de una persecución, la carrera por Coruña debía acabar con su hijo herido en el hospital. Pero hay que aguantar unos minutos más de herida y sangre. Hasta que, para evitar spoilers, los roles de poli bueno (Elvira Minguez) y poli malo (Fernando Cayo) entran en acción, o más bien, agentes con diferentes intenciones y versiones de la historia. La que se va a armar… es mejor verlo.
Pueden levantar la mano los que crean que es una película con uno de los argumentos más típicos vistos en el cine. Pero ‘El Desconocido’ tiene más que una colección de clichés. Para empezar, la dirección. Las vistas coruñesas desde las alturas, y desde el interior de un coche. A la conocida pareja Luis Tosar y VacaFilms, productora de la película, se suma la dirección del gallego Dani de la Torre. Todo queda en casa. Quizás para alguien que nunca ha paseado por la costa coruñesa es sólo un thriller bien armado en una tensa persecución, con impresionantes planos cenitales de una ciudad. Da igual de dónde sea el espectador que la vea, porque las imágenes y la composición van a seguir siendo cautivadoras. Cuánta ambición en una pesecución y en los planos. Cuando todo parece estar solucionado y la tensión del juego con los planos desaparece… llega un inquietante plano secuencia con Elvira Minguez. La tensión y preocupación no desaparece ni un instante de los personajes.
Sobra decir lo que pienso de las interpretaciones. Sigo sorprendida con la facilidad que demuestra Luis Tosar para tener esa cara de, con perdón, mala leche, en cualquier situación. Intriga y tensión al límite, más aun cuando el encuentro de Carlos con “el desconocido” convierte el film en prácticamente un diálogo. Si es que no lo era solo con las llamadas. El film podría haber sido igual de efectivo si a alguien se le ocurriese eliminar parte de las conversaciones. El guión, de Alberto Marini, puede pecar a veces de ser un poco obvio. Pero sin duda es una forma original y sutil de montar toda una historia en torno a las preferentes, sin mencionar preferentes ni bancos. Un montaje con el que al final no sabes bien con quién empatizar o quién es víctima. Merece la pena. Sólo añado que si a alguien se le ocurriese decir que a la herida del hijo le sobraba sangre, el impacto de la película hubiera sido igual de eficaz.
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