Estrenos: Downton Abbey vuelve para despedirse de una época (III)

Todas las despedidas son amargas y, casi todas, tienen un punto de dramatismo. La sexta temporada de ‘Downton Abbey’ que llega hoy será una de esas excepciones. La brillante serie británica se despedirá sin dramatismo alguno, pues va implícito en su rígido carácter británico. La serie que se desarrolla en el primer tercio del siglo XX consiguió ser mucho más que una buena ficción con sólidos personajes y cuidado argumento. En sus capítulos se refleja una época. Downton’ no es tan rigurosa como otras series históricas, presta menos atención a los acontecimientos y las grandes fechas, que se convierten en el hilo conductor de la serie, pero no en el que cose la trama. En sus cinco primeras temporadas ha sabido reflejar una época de esplendor y de cambio echando mano de vestimenta de época y diálogos brillantes cargados de humor autóctono. Viaja al origen del rigor británico, del encorsetamiento en las formas, de los protocolos… de una forma de vida que ya no existe pero que ha dejado un poso en el carácter del Reino Unido que lo diferencia del resto de países. Ni el trench ni el té, Downton Abbey se ha convertido en la mejor embajadora del estilo british. La serie ha logrado ser conocida no sólo por su argumento, sino por el estilo que abandera. Además, el vestuario, la banda sonora y las interpretaciones de actores brillantes han sumado prestigio a una serie de rancio abolengo.

 Ni el trench ni el té, Downton Abbey se ha convertido en la mejor embajadora del estilo british

 Ⓒ Downton Abbey Official

Ⓒ Downton Abbey Official

Tras varias temporadas de intenso esplendor, hay que reconocer que la serie perdió fuelle desde la muerte de Matthew Crawley, el carismático personaje que consiguió conquistar el corazón de la gélida Mary y también el de los espectadores. Desde su repentina muerte, su viuda busca, sin hallarlo, su lugar en el mundo y, por extensión, también en la trama. Desde que su marido falleciera, su camino consistió en implicarse en la gestión del mayorazgo que un día heredará su hijo y también en esquivar pretendientes que la asolan sin descanso con más o menos suerte. Pero no sólo lady Mary está buscando su sitio, parece que será el turno de que el resto de personajes lo hallen también. En la quinta temporada lady Rose y Tom encuentran el suyo. En el capítulo final de la quinta temporada es Tom, viudo de Sybill, el que emprende junto con su hija el camino a una nueva vida dejando en Downton mientras vemos a Rose disfrutar de su primera navidad en pareja.

Más allá de ellos, el resto de personajes precisan encontrar su lugar en una época cambiante en la que sus acomodadas y cuadriculadas vidas ya no pueden serlo. Lady Edith ha encontrado en su hija la hoja de ruta al futuro, después de temporadas y temporadas perdida, pero le falta decisión para encontrar un camino para las dos. Por su parte, los sirvientes tendrán que acomodarse a una época con menos florituras, aunque eso costará trabajo a la rígida mentalidad del señor Carson, aunque seguro que Mrs. Huges sabrá guiarlo. La condesa viuda aprenderá, con la ayuda de la señora Crawley, que los tiempos cambian. Sus encorsetadas maneras y sus valores férreos que exhibe en comentarios tan brillantes como desternillantes, son la prueba de su gusto por las tradiciones que son ya una página del pasado. Por su parte, el conde de Grantham es más abierto, en parte, gracias a la mentalidad americana de su amada esposa Cora, pero sus descendientes están llamados a serlo todavía más. Al conde le costó abrirse a nuevos modos de gestión de su patrimonio, una reticencia que llevó a muchos de su misma clase a la ruina.

Downton Abbey‘ cierra sus puertas tras enseñarnos una época en que los rígidos pilares que gobernaban las vidas de los británicos caen y, en la caída, hay una excelente oportunidad para reinventarse sin dejar atrás los orígenes. Los nobles ya no son los únicos protagonistas de la historia y, en lugar de ubicarlos como malos de la película, la serie decidió contarnos el principio de su decadencia, una decadencia que asumen con dignidad y visión. Cada uno sabe cuál es su momento y su lugar. Desde luego a Downton le ha llegado el momento de decir adiós a su esplendor, pero dejando un poso de valores, formas y detalles que sobrevivirán a sus muros. Esta noche empieza el comienzo del fin de una era, que, paradójicamente da paso a otra nueva, la que regirá los caminos del siglo XX.

Fotografía de portada: Ⓒfrikarte.com