Daniel Rey (Rally de Ferrol): “Los protocolos de seguridad están bien fundamentados y desarrollados”

El sábado cinco de septiembre, el piloto Sergio Tabeayo y su copiloto, Luis Miguel Prego, disputaban el Rally de A Coruña cuando su coche se llevó por delante a varios aficionados. En una curva del tramo de Carral, cercano a la meta, perdieron el control. Ese accidente acabó con la vida de siete personas y provocó numerosos heridos entre el público que presenciaba la competición. Este hecho reabrió, si es que alguna vez había quedado clausurado, el debate sobre la seguridad de los rallies. El responsable de seguridad en carretera de la Escudería A. Ferrol, organizadora del Rally de Ferrol, que forma parte del campeonato nacional, habla de las medidas de prevención desarrolladas y del impacto de la tragedia.

¿Dónde cree que estuvo el error en Carral?

Fue un desgraciado accidente que, como todos los accidentes, se producen por una concatenación de circunstancias. No fui al rally el sábado pero fue en una una zona donde era poco probable que el coche perdiera el control, una zona en el interior de la curva. Me consta que la organización tomó las medidas más oportunas para intentar minimizar los riesgos pero a veces estamos en manos de la suerte. El organizador pone todo lo que puede de su parte para evitarlos y el piloto también.

¿Qué medidas de seguridad establece la normativa?

Puedo hablar a nivel de la federación española, de la gallega no tengo tanto conocimiento. En el Rally de Ferrol, la federación tiene un protocolo de montaje que está muy claro y resumido en el anuario deportivo para la temporada en curso, que se edita cada año y está disponible en su web. Está muy claro el montaje de tramos, efectivos de los que hay que disponer, medios de seguridad, asistencia médica, servicios asistenciales… todo muy definido. Para que se cumpla, pone la figura del delegado de seguridad, que viene a todos los rallis para que este protocolo se siga a rajatabla. Examina y graba todos los tramos, tiene el poder de decidir si se celebra o no según la corrección del montaje. Y se pone una puntuación para elaborar un ranking a final de año, en el que el año pasado el Rally de Ferrol fue el primero.

¿Qué importancia se le concede a la seguridad?

Se puntúan varios apartados como protocolo, interés deportivo, instalaciones, documentación, seguridad. En seguridad, la puntuación se multiplica por dos, debido a su importancia. No hay lugar para la improvisación, está todo definido. Cada tipo de curva tiene su tipo de montaje. Incluso, en algunos casos, la distancia mínima recomendable del público al trazado. Aquí está todo escrito. Hay varias páginas dedicadas a la seguridad, gráficos de montaje con las zonas peligrosas y las permitidas al público, medios materiales y humanos necesarios… Todo para unificar criterios, los mismos en el Campeonato de España. Los organizadores tenemos que usar el anuario y el público, prueba tras prueba, va haciéndose más con las medidas, adquiriendo cultura de seguridad.

¿En Galicia el protocolo es similar?

A nivel gallego, soy un poco desconocedor. Por ejemplo, el Rally de Narón es de los que tiene mayor seguridad. En medios humanos, como gente de comunicación o comisarios de ruta, los compartimos con Narón casi a un 80% En medios materiales, si bien en la federación gallega no está tan definido el tema de las grafías, se sigue un criterio muy parecido. En Narón, es muy acertado, creo que por encima de las exigencias gallegas.

¿Y a nivel internacional?

Los rallis del campeonato de España se rigen por normativa de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), como las cintas con la leyenda de “prohibido público” que se están utilizando en campeonatos de Europa, y en el mundial con carteles también. Aquí vamos poco a poco pero adquiriendo las normas.

Está muy claro el montaje de tramos, efectivos de los que hay que disponer, medios de seguridad, asistencia médica, servicios asistenciales… todo muy definido

Lugar del accidente del Rally de A Coruña en el que fallecieron siete personas | ©Cadena Ser

Lugar del accidente del Rally de A Coruña en el que fallecieron siete personas | ©Cadena Ser

¿Modificaría las medidas de seguridad?

Simplemente velaría por que se cumplan los protocolos de seguridad. Para mí, los protocolos de seguridad están bien fundamentados y desarrollados. Es suficiente. Cuando por falta de medios o tiempo no se cumplen, vienen los problemas. Cuando se cumplen, no es que no existan los problemas pero se minimizan.

Cuando escucha que los rallis son peligrosos, ¿qué se le viene a la cabeza?

Sí, son peligrosos. Como lo son los encierros, andar en bicicleta por una carretera… ¿lo prohibimos? Todo encierra su peligro. Incluso montar en coche, una actividad muy cotidiana, conlleva muchos fallecidos al año y en un radio cercano a la vivienda de cada uno. Convivimos con el riesgo. Cuando pasa una cosa tan desgraciadamente negativa, se encienden las alarmas y se dicen cosas que no son ciertas.

Otros deportes son inflexibles en cuanto al lugar que debe ocupar el público.

Desde luego, en la Fórmula 1 desde el accidente de los años cincuenta con decenas de muertos entre el público, no volvió a ocurrir nada similar. El público está lo suficientemente alejado. En los rallis es el riesgo inherente a las pruebas en carretera. Es normal que se comente acerca de la seguridad porque está todo muy reciente.

¿Qué parte de responsabilidad tiene el piloto?

El piloto tiene responsabilidad cero. Corrí muchos años, sé que el piloto y el copiloto se abstraen del entorno. En tramo cronometrado, sólo ves la carretera y piensas en realizar un buen tiempo. La gente del público tiene que pensar en eso, el piloto tiene un fin y no es ir esquivando gente en caso de que esté mal colocada. Cuando vas al cien por cien, cualquier mínimo error puede desencadenar una situación de este tipo. Normalmente, como mucho, suele haber algún herido. El equipo no tiene culpa alguna.

¿Los aficionados son inconscientes?

Puede haber inconscientes o no. Realmente, no se valora el riesgo que puede tener un coche que pierde el control. En los cruces y las curvas lentas se levanta el pie del acelerador y se frena. En caso de una velocidad grande, como en este accidente, el coche pierde el control y es totalmente impredecible. Más que inconscientes no se analiza bien el riesgo o no se piensa que pueda ocurrir algo en ese sitio. De hecho, la organización, con muy buen criterio, retiró a la gente de la zona peligrosa, que era el exterior de la curva del accidente. Pero, en este caso, el interior de la curva fue el punto peligroso.

¿Se está siendo injusto con este deporte?

Sí pero lo comprendo. Es decir, cuando pasa una tragedia de este calibre, la primera reacción es que hay que prohibir los rallis. Lo que más me molesta es el tratamiento que le dan a este tipo de información los medios, sobre todo los no especializados. Entiendo que la noticia está ahí pero hay que ser cauteloso.

¿Qué puede mejorarse tras el accidente del sábado pasado?

Tras este accidente, tenemos la ventaja que nos ayuda a que no pasen cosas peores. Además, tenemos una afición muy entendida y con mucha cultura automovilística, en general. Eso ayuda a que sean conscientes de dónde se colocan. Año tras año, el público va aprendiendo más y haciendo más caso. Hace quince años, era una locura cómo se colocaba la gente. Se ha dado la vuelta totalmente. Esto va a marcar un antes y un después en todos lados y en Galicia en particular. Hay que reflexionar de verdad y poner todos los medios por parte de organizadores y público.