ACB, Ourense y una decisión inexplicable

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©Iván Dacal

Nuevo varapalo a una ciudad y una afición. Esta vez procedente desde Madrid, donde tuvo lugar la Asamblea que ratificó lo decidido el día 3 de Julio en Barcelona. Ourense no será inscrito por la ACB para la temporada 2015/16 de la Liga Endesa. Ilusiones rotas, una vez más, en el deporte ourensano.

El pasado 2 de junio, los gallegos se ganaban deportivamente la plaza en la máxima competición del baloncesto español, que no la segunda mejor del mundo como lo fue en el pasado. Perdida en intereses desconocidos para la mayor parte de los aficionados, la ACB prefiere que equipos que han perdido su categoría deportiva por méritos propios sigan en la competición y aquellos que la han ganado sigan en una LEB Oro cada vez más devaluada.  Golpe mortal para una competición que cada vez pierde más crédito y espectáculo. Jugadores que se van, bajo nivel de plantillas, escasez de emoción en gran parte de la temporada, sin alicientes para los equipos de la parte baja de la tabla, ausencia de descensos.

¿Está el modelo del baloncesto actual caducado?

La respuesta es sí. Una competición sin apenas alicientes, en la que se repite la final prácticamente cada año y que cada vez tiene menos seguidores. Los índices de audiencia televisivos marcan que el baloncesto actual no es uno de los deportes más seguidos. Únicamente las finales del Play Off y la final de la Copa parecen atraer a los aficionados. Una competición que no es capaz de sacar rendimiento a la explotación de los derechos televisivos y a la que cada vez le cuesta generar más dinero en patrocinadores. La gente necesita emoción, sufrimiento, competición y espectáculo.

No es normal que en los últimos años el único ascenso deportivo que se haya producido es el del Morabanc Andorra. Es de analizar también, como equipos que no logran competir a un nivel decente en la supuesta mejor liga europea se mantienen año sí y año también. Los requisitos para competir en ella se antojan casi imposibles para la mayoría de equipos, sobre todo aquellos que actualmente no son SAD y necesitan un desembolso económico en torno a los 7 millones de euros para jugar con los mejores equipos nacionales.

Ourense no puede demorar más su proyecto, la Liga no quiere que se paralice la competición y el CSD quiere que la ACB no sea un coto cerrado.

Ourense se ganó en la pista estar compitiendo de tú a tú con los mejores equipos nacionales y pasearse por los mejores pabellones de la geografía española. Sin embargo, para la Asociación, que no el Consejo Superior de Deportes, el conjunto gallego se encontraba en “causa de disolución”.  Por lo tanto, la propia ACB, decide no hacer caso de la resolución del CSD que dice que el COB ha demostrado que no se encontraba en “causa de disolución” en esa fecha y por lo tanto, da a entender que el COB debería ser inscrito en la Liga Endesa. Con la decisión de la Asamblea, la ACB se salta la resolución del CSD. Una decisión que ha abierto una nueva brecha entre el organismo gubernamental y una asociación que parece destinada a convertirse en una institución cerrada de seguir este camino.

Ourense ha declarado que seguirá peleando por un derecho que se ha ganado, no sólo en la temporada deportiva, sino también este verano en los despachos. La brecha está abierta. El tiempo apremia y el final puede ser perjudicial para todas las partes. Ourense no puede demorar más su proyecto, la Liga no quiere que se paralice la competición y el CSD quiere que la ACB no sea un coto cerrado. Por el bien del baloncesto español que ahora está muy dañado, es necesaria una renovación y llegar a un acuerdo. Esta situación es un calvario para todos, pero sobre todo para una ciudad que había vuelto a creer en el baloncesto después de años navegando a la deriva. Que esté sea el último esperpento de una deplorable gestión de uno de los deportes que más había crecido en los últimos años.