Menos mediática pero más interesante

Empecemos estas líneas reconociendo los errores. Y es que en la Vuelta las cosas no han comenzado demasiado bien. Su presentación se podría considerar al nivel de una fiesta de pueblo y la chapuza del paseo marítimo nos ha privado de comenzar con el espectáculo desde el primer día. Partamos de la base que lo de vender el producto es complicado y que eso de “80 años de la Vuelta” y “edición número 70” más que ayudar despista. Pero quitando todo, bronca de la UCI mediante, la tercera grande del año se presenta más apasionante que nunca.

Tras el esperpento del primer día, comienza una carrera que vamos a disfrutar y mucho - ©RTVE

Tras el esperpento del primer día, comienza una carrera que vamos a disfrutar y mucho – ©RTVE

El otro día charlando con un compañero de redacción los dos coincidíamos en una cosa. ¿Por qué no se habla tanto de esta Vuelta como de la edición pasada? La participación es similar o mejor y tendremos al completo al pódium del Tour de Francia en las carreteras españolas. Así como un equipo Astaná de lujo, mucho más completo (e interesante) que el que se presentó en el Giro o en el Tour. Sin embargo falta alguien, el ciclista que más mueve a los medios en nuestro país en los últimos años por su épica dentro y fuera de la carretera: Alberto Contador.

La participación es histórica. Desde el cambio de fechas de la Vuelta, 1995, nunca había participado el pódium al completo del Tour. Y de regalo, dos de los tres del Giro. Solo falta Contador

No será esta la Vuelta de Alberto, de su recuperación milagrosa tras una caída en el Tour, pero por participación y recorrido la Vuelta se ha convertido en una de las rondas con mayor caché. Quizás porque en el ciclismo cada vez es más difícil hacer los deberes en julio y se dejan para septiembre en las carreteras españolas. O quizás es que el recorrido de la Vuelta cada vez atrae más a los capos del pelotón

Los cuatro grandes favoritos

Entre los favoritos, los mismos del Tour. A los que sumamos a Fabio Aru que llega después de un buen Giro

Entre los favoritos, los mismos del Tour. A los que sumamos a Fabio Aru que llega después de un buen Giro

Chris Froome: Es el dorsal 1 y aunque llegue a la salida de la Vuelta con los deberes hechos tras ganar el Tour de Francia no viene a pasearse. Al bueno de Froome le gusta la Vuelta, fue la carrera que lo descubrió pero que también lo ha dejado en varias ocasiones con la miel en los labios. Llega preparado para redondear una temporada perfecta con un equipo de lujo y buscando un doblete que sería histórico. Nadie ha encadenado dos grandes vueltas desde que Marco Pantani ganara en el 98 el Giro y el Tour. Y, por supuesto, nadie ha hecho doblete de Vuelta y Tour desde el cambio de fechas de la ronda española en 1995.

Nairo Quintana: Acabó mejor el Tour que Froome y por eso quizás haya llegado a la línea de salida de la Vuelta con todas las papeletas. Además, es un ciclista que suele acertar en todos sus objetivos. Un Giro, una victoria. Dos Tours, dos segundos puestos. Y una Vuelta que se quedó en la cuneta tras una caída en la contrarreloj. Nairo Quintana vestía aquel día de rojo, un color que quiere vestir en Madrid para demostrar que puede ganar a Froome a pesar de lo visto en el Tour de Francia. Si lo quiere hacer, debe ser más ofensivo que en las carreteras galas y aprovechar muy bien la montaña, ya que la contrarreloj de Burgos va en su contra.

Vincenzo Nibali: Junto con Alejandro Valverde es el único corredor que cuenta en su palmarés con una Vuelta Ciclista a España. Fue en 2010, derrotando a Ezequiel Mosquera y siendo un hombre tremendamente joven. Después llegarían todos sus éxitos coronados con el Tour del año 2014. Este año buscaba repetir el éxito en Francia y, aunque en los Alpes maquilló su carrera con una victoria de etapa, su rendimiento no fue el adecuado. Ahora llega a España sin un objetivo claro,  buscando el hueco en una escuadra que trabajará para Fabio Aru y donde sobresale otro gran gallo: Mikel Landa.

Fabio Aru: Es el único favorito que llega a la Costa del Sol sin los kilómetros del Tour. Desde el Giro lleva descansando con la mente puesta en la Vuelta, una carrera donde ya brilló el año pasado y donde buscará consagrarse liderando un equipo del lujo. Sin embargo, varias incógnitas sobrevuelan al equipo Astaná. ¿Podrán convivir tres gallos en el mismo corral? ¿Volverá a poner en evidencia Mikel Landa a Fabio Aru como el Giro? ¿Trabajará Vicenzo Nibali para el resto de sus compañeros o acabará siendo el líder? ¿Volverá a hacer el ridículo el Astaná tácticamente o correrán con cabeza? Tenemos muchos días por delante para despejar todas las incógnitas.

El resto de outsiders y los españoles

Landa vuelve al gran escenario tras deslumbrar en el Giro en el que pisó el pódium. Su problema vuelve a ser el equipo que le hará trabajar para Aru y Nibali - ©Cyclingtips

Landa vuelve al gran escenario tras deslumbrar en el Giro en el que pisó el pódium. Su problema vuelve a ser el equipo que le hará trabajar para Aru y Nibali – ©Cyclingtips

Mikel Landa debería luchar por esta Vuelta. Y si no le toca en esta será pronto, ya que es la gran esperanza del ciclismo español. Su actuación en el Giro fue deslumbrante y quizás, si desde el coche de Astaná no se hubiese apostado tanto por Fabio Aru, podría haber sido mucho mejor en detrimento del triunfo de Alberto Contador. Especular es fácil, pero a la espera del cambio de aires hacia el Sky, el corredor alavés vivirá una Vuelta atípica con Fabio Aru y Vicenzo Nibali por delante de él. A no ser que vivamos un fallo en cadena de los dos líderes de Astaná, tendrá que trabajar y será difícil que pueda brillar.

Landa es la esperanza local, pero estará supeditado a los intereses de Aru y Nibali. Por eso vuelven a aparecer los dos nombres de siempre: Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde

Quien parte con todos los galones de su equipo es Joaquim Rodríguez, que tras un mal Tour en la general busca que esta sea su Vuelta, esa que se le escapó en 2012 en el puerto de Fuente Dé. Veremos si la edad no es un problema para el corredor catalán. Quizás sea el que mejor se conozca la montaña de esta ronda, incluida una etapa en Andorra en la que ha colaborado en su diseño. Sus problemas, los casi 40 km contrerreloj y los grandes gallos que han decidido venir a la Vuelta. Algo con lo que ironizaba en twitter no hace mucho

El que llega con los deberes hechos es Alejandro Valverde, que lleva compitiendo todo el año y que ha conseguido su ansiado pódium en el Tour cuando menos lo esperaba. Veremos cuál es su papel en esta Vuelta, en principio como jefe de filas junto a Nairo Quintana, pero llega muy desgastado tras un año donde no ha parado. Sin embargo, la Vuelta siempre le ha gustado al murciano y nos podría dar alguna que otra sorpresa. Lo que podemos garantizar es que por lo menos el Bala nos regalará alguna que otra victoria.

Y a parte de los españoles podemos seguir apuntando nombres: Van Garderen, Pozzovivo, Majka, Chaves….algunos ciclistas que se pueden apuntar a la fiesta final de una Vuelta que en cuanto a participación (Alberto Contador a parte) no podría ser mejor.

Un recorrido muy interesante

La etapa reina será en Andorra e incluye seis puertos en solo 138 km. Una aútentica bestialidad - ©La Vuelta

La etapa reina será en Andorra e incluye seis puertos en solo 138 km. Una aútentica bestialidad – ©La Vuelta

El formato “finales vuelta” vuelve a primar y de nuevo debería funcionar. El objetivo, conseguir que la carrera llegue viva hasta el penúltimo día: con una etapa maravillosa en la Sierra de Guadarrama. La otra “animalada montañosa“, nos la apuntamos para el miércoles 2 de septiembre en Andorra: 138 kilómetros casi sin llano, donde solo vale subir y bajar.

El formato vuelta se repite este año. Al igual que en 2014 tendremos una contrarreloj de alrededor de 40 km y muchísimos finales en alto. La alta montaña, con puertos encadenados, se reserva para pocos días

En total tenemos 8 finales en alto, 44 puertos de montaña y 39 kilómetros de contrarreloj individual que quizás sean más decisivos que toda la montaña que tenemos. Porque mucha de ella es unipuerto y en el ciclismo moderno sigue primando el ataque en la pancarta por delante de la épica. Algo que deberían evitar muchos si no quieren llevarse una sorpresa en la contrarreloj de Burgos. Después, igual ya no queda terreno para maniobrar.

Lo que parece garantizado es el espectáculo, con llegadas en alto desde el segundo día y con una clasificación que va a tener grandes variaciones y mucha emoción. Guste o no, lo que parece claro es que el “formato Vuelta” funciona y si no que se lo digan al Tour.

Pocas oportunidades para unos sprinters de renombre

Degenkolb vuelve a su carrera fetiche (9 victorias parciales) para redondear un año en el que ya ha ganado la Milan-San Remo y la Paris-Roubaix - @El Periódico

Degenkolb vuelve a su carrera fetiche (9 victorias parciales) para redondear un año en el que ya ha ganado la Milan-San Remo y la Paris-Roubaix – @El Periódico

Dicen que hay seis etapas llanas en esta Vuelta, pero viendo los perfiles no parecen tan claras sus llegadas. Degenkolb, Bouhanni y Sagan son los valientes que pelearán por el maillot verde y por las pocas oportunidades que les dejen a los sprintes. Bouhanni viene a arreglar su temporada tras una caída en el Tour que le impidió brillar y justificar su multimillonario fichaje por Cofidis. Sagan se vistió de verde y de superclase en el Tour, pero se quedó demasiadas veces con la miel en los labios. Y Degenkolb, tras ganar San Remo y Roubaix, quiere coronar el año en su carrera favorita (donde ya suma 9 triunfos parciales) y demostrarle a su equipo que puede ser el capitán de filas una vez que la salida de Marcel Kittel del Giant-Alpecin parece clara.

A disfrutar

Ya hemos dicho que no ha sido el mejor inicio de la Vuelta. Que la imagen no ha sido buena y que la competición en el primer día ha primado por su ausencia. Pero tranquilos, porque solo se ha perdido un día. Con veinte etapas por delante y con los perfiles de etapa en la mano, es necesario comprar palomitas, olvidar las siestas y prepararnos para disfrutar. No valen las excusas, ya que pocas veces la convocatoria de septiembre estará tan plagada de estrellas como la de este año. Por eso los aficionados al ciclismo debemos sonreír y confiar en que la Vuelta, esa que se ha quedado en el papel de actor secundario tantas veces, este año acabe siendo la auténtica protagonista de la temporada ciclista.