Todos siguen vivos
Decían los más viejos del lugar en Bélgica que estos adoquines no eran los buenos. Otros, danzaban en la hoguera para que llegara la lluvia. Esa que hace que los adoquines se conviertan en una pista de patinaje para los corredores. También estaban los que pedían más cotas, más kilómetros y más dureza. Románticos empedernidos de las clásicas de primavera, esas que separan a los hombres de los héroes, esas que sirven para firmar días de gloria.
En el Tour, la gloria es eterna, pero el padecimiento también es mayor: 21 días. Por eso, la Flecha Valona y la Paris-Roubaix se pasan en miniatura y sin hacer diferencias significativas. Diferencias, que solo los abanicos y la contrarreloj por equipos han permitido hacer.
Los cuatro gallos siguen vivos

Contador y Froome fueron los más beneficiados en la etapa de Zelande | ©EFE
Entre el maillot amarillo (Froome) y Vincenzo Nibali (el peor clasificado de los cuatro grandes favoritos) solo existen dos minutos y veinte segundos de diferencia. Algunos podrían pensar que es mucho, pero con toda la montaña del Tour por delante la carrera parece muy abierta. Dos minutos aportan emoción, ya que Nibali y Quintana deberán apretar desde la primera etapa de montaña. Lo que no aportaba emoción, por lo menos a estas alturas del año pasado, eran las retiradas de Contador y Froome que pusieron en bandeja el Tour a un excelso Vicenzo Nibali.
Este año tenemos la suerte de que los cuatro favoritos siguen con todas las opciones. El año pasado, a estas alturas, ya habíamos perdido a Contador y a Froome
Pero las piernas del italiano no parecen las mismas del año pasado. Fue el más activo en el pavé, disfrutando mientras su bicicleta botaba sobre el adoquín. Quizás, es que el tiburón de Messina ama más este terreno de lo que pensamos. Con 16 años, el pequeño Vicenzo le pidió a su abuela una bicicleta de ciclocross, mientras todos sus amigos pedían una moto. No sabemos donde andarán el resto de sus amigos, pero esa decisión demuestra que a Vicenzo el pavé no le atenaza las piernas. Sí que se las atenazó el Mur de Bretagne, el principal culpable junto con los abanicos del tiempo perdido por el italiano.
De los cuatro, Froome se ha mostrado el más fuerte en los dos finales en alto. Además, la locomotora del Sky fue la más fiable en la crono por equipos y no falló en la etapa donde hizo acto de presencia el viento. Tampoco falló allí la maquinaria del Tinkoff, más floja en la contrarreloj por equipos, apoyando a un líder que se dejó segundos en las rampas del Muro de Huy. De Quintana poco podemos hablar, simplemente que la colocación lo ha matado, pero que ya afila armas pensando en los Pireneos tras una gran actuación del Movistar contra el reloj.
De los candidatos de segunda fila no nos podemos olvidar de Van Garderen, con el apoyo de un BMC que ha culminado una primera semana espectacular. Quizás, por eso el BMC ha sido el gran triunfador en la contrarreloj por equipos. Dos etapas en esta especialidad, una para Dennis y otra para el grupo, los contempla. Otros candidatos, como Pinot o Purito parece que tendrán que buscar otros objetivos en este Tour tras la primera semana. Aunque el de Parets del Vallès por lo menos ya ha sonreído en las rampas de Huy.
Dominio alemán en las batallas

Greipel ha sido el gran dominador de los sprints masivos | ©AFP Photo
Si en los dos últimos años los sprints llevaron el nombre y los apellidos de Marcel Kittel, este año André Greipel le ha tomado el relevo. Han sido dos victorias, que junto a la exhibición que nos regaló Tony Martin, ya hacen que el país teutón sea el que mayor botín acumula en este Tour. El año pasado fueron siete triunfos parciales, su mejor marca en toda la historia en el Tour. Con Martin ya fuera de combate y sin muchas más opciones al sprint parece complicado que lo puedan repetir.
También ha ganado Mark Cavendish, dos años después y quitándose un gran peso de encima. Él es uno de los tres ganadores del Etixx donde también han mojado Tony Martin y Stybar. El alemán también vistió el amarillo, pero acabó en su casa tras una caída en la que sufrió una fractura de clavícula. Ese día ganó Stybar. Así es el Tour, esa carrera donde las sonrisas y las lágrimas pueden compartir carrera, equipo y autobús.
Tampoco sigue en el autobús del Trek Fabián Cancellara. Otro que vistió de amarillo, pero que acabó en el asfalto en la gran caída masiva de este Tour: la del lunes. Él fue la víctima más ilustre de una caída donde también perecieron Tom Domoulin y en general el Orica GreenEDGE. El equipo australiano ha perdido tres efectivos (Gerrans, Impey y Albasini) en la primera semana y Matthews se mantiene en carrera sufriendo penurias para llegar a meta todos los días.
Una contrarreloj por equipos sin sentido
El Tour consiguió cambiar la norma de la UCI y colocar una contrarreloj por equipos al final de la primera semana. El tiempo, ha dado la razón al reglamento de la UCI
Comencemos este comentario diciendo que la contrarreloj por equipos es una disciplina que nos gusta y mucho. Que es una gran idea del ciclismo moderno y que permite ver mucho espectáculo en poco tiempo y en pocos kilómetros. Sin embargo, creemos que no es de recibo hacerla a finales de la primera semana cuando los equipos no pueden competir en igualdad.
No es normal que Orica salga con seis corredores en esta etapa, siendo uno de los equipos que sería candidato a ganar cualquier contrarreloj de esta especialidad. Tampoco es bueno que esta disciplina no puedan participar Cancellara, Martin o Dumoulin (los grandes especilistas). Y, por último, es una pena que Purito Rodríguez pierda casi todas sus opciones en la general del Tour porque a Katusha solo le queden siete corredores. El catalán dijo que no se esperaban para nada esta sangría de tiempo, pero también que él no se descarta para la general.
Pequeños detalles que hacen que esta contrarreloj no tenga sentido tan tarde Así lo plantea la UCI en sus reglamentos, pero lo que no pueda el Tour de Francia no lo puede ninguna carrera en todo el mundo.
Purito rompe la maldición

Purito fue el mejor en la primera llegada en alto, el Muro de Huy | ©Eurosport
La última vez que un español levantaba los brazos en la Grande Boucle corría el año 2012, Froome trabajaba para Wiggins y Vicenzo Nibali corría para Liguigas. Fue en Peyragoudes y allí Alejandro Valverde consiguió una victoria de prestigio mientras todos criticábamos el trabajo en equipo del Sky.
Este año, el murciano era uno de los favoritos para ganar en el Muro de Huy, pero allí no tuvo las piernas de Purito Rodríguez. Él fue el encargado de romper la sequía de victorias españolas en esta primera semana del Tour. Una primera semana que, para él, ha tenido de todo y que acaba con mal sabor de boca.
Un mal sabor de boca por Purito Rodríguez que se nos queda a todos, pero que debemos quitarnos observando la clasificación general y los perfiles de las etapas que quedan. Por delante, dos semanas de emoción donde los cuatro gallos parten con muchas opciones y con muchas ganas de vestir de amarillo en París. Hasta allí quedan muchas tardes de ciclismo. Así que toca comprar palomitas y esperar que este sueño de verano nos regale pocas tardes de siesta y muchas cargadas de emoción.