Cara a cara: ¿Deberían existir los Juegos Europeos?

El domingo terminó la primera edición de los Juegos Europeos, celebrada en Bakú entre críticas por la elección de la sede. En Compostimes hemos ido narrando la competición, desde las primeras medallas españolas hasta las últimas. Se pueden leer las hazañas nacionales en la primera y segunda parte de Conquistando Bakú. Faltan cuatro años para la segunda edición que, tras la renuncia de Holanda, todavía no tiene un lugar fijado. De momento, Compostimes ofrece un cara a cara sobre la existencia de los Juegos Europeos.

A favor: Andrea Oca

Detrás de los Juegos Europeos hay intereses económicos, sí. Detrás hay una polémica elección de sede, sí. Detrás hay errores pero delante hay una competición deportiva que han podido disfrutar muchos aficionados. Si nos quedamos sólo con lo negativo, cerrando los ojos a los beneficios deportivos y al propio espectáculo, deberían suspenderse muchos eventos actuales. Algunas ligas de fútbol, con sus grandes beneficiarios de los derechos televisivos, con las deudas eternas o con sus horarios repartidos según el apellido también serían discutibles entonces. O el Mundial de Qatar, el que muchos abogan por anular sin que ello conlleve a cuestionar la existencia de los mundiales de fútbol. ¿Por qué dudar entonces sobre la celebración de los Juegos Europeos? El deporte tiene tanto poder que siempre habrá quien se quiera aprovechar y eso es contra lo que realmente se debe luchar.

Los deportes minoritarios no tienen muchas oportunidades para salir en la prensa y llegar al público

Los deportes minoritarios no tienen muchas oportunidades para salir en la prensa y llegar al público. Se manifiesta en repetidas ocasiones que los periodistas no los apoyan en las secciones deportivas y los deportistas tampoco se sienten respaldados por sus federaciones o sufren grandes dificultades económicas. Los Juegos Europeos son un gran escaparate para ellos y una manera de conseguir patrocinios gracias a los resultados. Una manera de que su esfuerzo se haga visible y pueda ser recompensado, además de penetrar en una sociedad para la que los nombres de estos deportistas son, a menudo, grandes desconocidos.

No llega con unos Juegos Olímpicos cada cuatro años. Los Juegos Europeos son los últimos acompañantes de los Panamericanos, Panafricanos o Asiáticos. El acompañante para disciplinas que ni siquiera tienen la oportunidad de estar presentes en los JJOO como el baloncesto 3X3, el kárate, el fútbol playa y el sambo. En los Juegos Europeos, los errores existentes no deben actuar como gotas que quemen la llama.

En contra: José Luis Neira

Por desgracia esto Juegos Europeos no han logrado ningún interés, y Andrea eso lo sabes mejor que nadie. El único beneficiado en todo este tinglado ha sido el bolsillo de los de siempre, de los oligarcas del COI y de los empresarios que tienen a su alrededor, los encargados de construir unas instalaciones exageradas y que siempre terminan en desuso. Una película que conocemos de sobra y que además en este caso no ha servido ni para lograr un buen filme.

La competencia ha dejado claro que no existe una audiencia fuerte que demande Juegos Europeos

Es cierto que los deportes minoritarios no consiguen tener visibilidad por la competencia. ¿Pero de verdad han logrado algo en estas dos semanas? ¿De verdad ha existido una verdadera repercusión, que se yo, para la gimnasia o para el badminton? Lo cierto es que no, los medios no han dedicado apenas más espacio que a unos campeonatos regulares de estas disciplinas. Quizás los medallistas han podido lograr algún pequeño rédito, pero los demás han sido, por desgracia, tan ignorados como de costumbre. Pero una vez más la culpa no es solo suya. La organización de Bakú ha sido realmente mala, comenzando por la promoción inexistente, siguiendo por una ubicación en el calendario nefasta y terminando por la falta de implicación para traer a los mejores. La competencia con la Copa América, el Mundial de fútbol femenino han dejado claro que no hay una audiencia fuerte que demande Juegos Europeos. Solo le ha salvado su presencia en las televisiones debido a que se vende en el mismo pack que los Juegos Olímpicos de verano. Y ni así ha tenido audiencias realmente destacables. A todas luces un despropósito de los organizadores que provocó lo inevitable, un fracaso gigante. Para muestra la decisión de los Países Bajos de renunciar a organizar la siguiente edición.

Y esto nos lleva a la parte más oscura del deporte. Los intereses económicos puros y duros, la búsqueda del beneficio empresarial a costa de todo y de todos. Las inversiones mastodónticas y su posterior infrauso. Un legado difícil de tapar y que tiene toda la pinta de dejar una gran factura en Bakú que hay que pagar. Es cierto que el capital está cada vez más presente en las citas destacadas, el problema el vil metal pasa a ser lo principal y los atletas lo de menos, este es el gran problema de los Juegos Europeos. Una bacala que no tiene hueco en los calendarios, y que en este formato jamás servirá como ayuda al deporte minoritario. En resumidas cuentas una idea aprovechable que necesitaría unos cambios que jamás llegarán para ser una plataforma de cierto prestigio. Mientras se mantenga como un pesebre para estómagos agradecidos los Juegos Europeos no deben tener hueco en el contexto actual.

Fotografía de portada: ©Getty Images