El E3 de las ilusiones

Los más agoreros y negativos llevaban semanas poniendo el grito en el cielo. Que el E3 iba a ser una grandísima decepción. Que todo lo relevante ya se había filtrado semanas atrás y que no había sorpresas posibles. Que aquello iba a ser peor que el bolsillo de los que apostaron en su día por Betamax,  los LaserDisc y la Dreamcast. Algunas voces disidentes murmuraban por lo bajini que no estaba aún todo el pescado vendido, que habría sorpresas. Y de las buenas. Así, con opiniones divididas, comenzaba en Los Ángeles el Electronic Entertaintment Expo, la feria de novedades del mundo del videojuego más importante a nivel internacional.

Bethesda Softworks, quienes se iniciaban por fin con una conferencia propia, eran los encargados de abrir el evento, que duraría varios días más, la madrugada que daba la bienvenida al 15 de junio. Se esperaba mucho del estudio de Maryland, y no decepcionaron. Del Fallout 4 y su motor gráfico de 2011 ya sabíamos desde hacía unos días (¿será el primer juego en mucho tiempo sin downgrade alguno gracias a eso?) pero, más allá de los “oh” y los “ah” ante el Dishonored 2 fue sin duda la nueva entrega de Doom la que copó las atenciones mayoritarias. Sangre. Tripas. Armas, cuanto más tochas mejor. Laceraciones. Miembros seccionados. Quemaduras. Huesos rotos en cientos de fragmentos. Cuerpos partidos por la mitad. Explosiones. Oh, sí, cuántas malditas explosiones. ¿Física de partículas? ¡Física de vísceras volando por los aires! El juego saldrá la próxima primavera, y promete elevar las cuotas de brutalidad de una de las sagas de shooters más famosas hasta el infinito y más allá. Y nosotros encantados de la vida.

Doom-E3-2015-Cyberdemon-2-800x450 venturebeat

En el nuevo Doom a más masa mejor se pasa. De verdad. / venturebeat

Microsoft está perdiendo la batalla con Sony en esta generación (admitamos que Nintendo come en una mesa aparte, ni mejor ni peor, simplemente en otra mesa) y no da señales de poder recuperarse. Las nuevas entregas de Gears of War y Halo venderán por el nombre, como hacen siempre, pero tampoco hacen esperarse nada grandioso. ReCore, con su estética desértica, plagada de perros mecánicos y otros robots, aportó el plus de originalidad, al menos en su planteamiento. Al menos al usurpador del trono de Dark Souls II, Bloodborne, se le acabará pronto el crédito gracias a la presentación de Dark Souls III.

De la conferencia de Electronic Arts me interesaban apenas un par de títulos. Y eso que andaba Pelé por ahí. No obstante, es menester dar relevancia a la presencia de Vero Boquete y sus compañeras de selección femenina en el próximo FIFA 16 y al fantástico elenco de coches de un Need For Speed que tampoco pareció ser capaz de aportar mucha innovación a lo que ya hemos visto en la saga. Por su parte las malas lenguas llevaban tiempo hablando, y no precisamente bien, de las características del próximo Battlefront. Que si no habría héroes, que si esto, que si lo otro… pero lo mostrado en la conferencia dejó con la boca abierta a más de uno. Manteniendo las bases que lograron un juego ganador con su anterior versión y sumándole un motor gráfico como es el Frostbite, que funciona alucinantemente, el resultado final que podemos esperar es más que alentador. Pero si algo causaba más expectación en el personal que un cruce de sables (láser, que todo hay que explicarlo) entre Darth Vader y Luke Skywalker, esto era el Mass Effect. Poco, muy poco se nos dijo de la próxima entrega de la mejor y más grande space opera de la historia del videojuego, pero el tráiler de poco más de un minuto hizo babear a todo aquel que lo vio. Nueva localización, en la galaxia de Andrómeda. Nuevos planetas, nuevas aventuras y nuevos peligros que superar para convertirnos en una leyenda de la Alianza. Y todo esto aderezado con la maravillosa Ghost riders in the sky, de Johnny Cash.

mass-effect-andromeda-official-announcement-trailer-0 hypebeast

No, Mass Effect Andromeda no estará dirigido por J.J. Abrams pese a las lucecicas / hypebeast

La actual generación de niños rata también tuvo su ración de combustible. Y no me refiero con esto a un nuevo sabor para los Doritos, sino a la tanda obligatoria de refritos y tráilers imposibles de cada año de Ubisoft. No contentos con destrozar el París revolucionario en Assassins Creed Unity ahora van a cargarse la Londres victoriana, con lo que en un año y medio habrán quemado las dos, a priori, ambientaciones más jugosas de una saga que cada vez da más señales de estar notablemente exhausta. Si muchos ponían el grito en el cielo ante el downgrade que sufrió The Witcher III respecto a su avance, ya no sé que harán ante The Division, porque el tufo que tiene a recortes es mayor que el del gobierno de Rajoy. Quizás algunas compañías deberían reflexionar hasta qué punto les conviene enseñar unas cinemáticas espectaculares, dignas de una superproducción de Hollywood, como avance de un juego que luego se parecerá bien poco a lo que nos han mostrado.

Poco después de Ubisoft le tocaba el turno a Julio César. Sí, a Julio César. Como lo leéis. Vini, vidi, vici. Esa sería la frase para resumir consecuentemente la conferencia de Sony. Porque todo lo que vino antes ya no le importó a nadie. Sí, sí, a nadie. Entrar a lo grande con una demostración de lo que será The Last Guardian ya fue toda una declaración de intenciones. Años de espera han pasado para que por fin podamos descubrir más de cómo será un juego que pretende romper moldes, con una jugabilidad diferente y un planteamiento original, como ya hizo en su día Shadow of the Colossus, el anterior trabajo de Team Ico, el estudio desarrollador. Los de la PS4 no daban respiro y estaban decididos a soltar bombazo tras bombazo: Horizon Last Dawn, con una estética postapoclíptico-cavernaria realmente atractiva y una nueva entrega de Hitman. Batman y el Call fo Duty también tendrán sus nuevas entregas con Arkham Knight y Black Ops 275 (o 3, no lo tengo claro, pero han salido tantos que uno pierde la cuenta). No Man’s Sky parece que va a tener más bugs que el cadáver de una cebra en la sabana (si me permitís el chiste bilingüe), pues los planetas que incluirá son prácticamente infinitos (al irse creando con un algoritmo necesitaríamos millones de años para visitarlos todos y encontrar dos iguales) y el equipo creador es sólo de cinco personas, pero a poco que logren solucionar esto, podemos encontrarnos con un coloso de la creatividad.

Lo de Sony fue vini, vidi, vici, como Julio César.

Los rumores de cada año sobre un remake de Final Fantasy VII son ya tan clásicos como la leyenda urbana de que a Ana Obregón le explotó un pecho o que el anterior rey don Juan Carlos socorría a gente en moto en la autopista. Están ahí pero tampoco es que nadie los tenga muy en cuenta. Pero lo que nadie se esperaba es que realmente en esta edición ocurriese el milagro. Pues sí. Los astros se han alineado. Habrá remake. No estamos soñando, es real. El hype es tal que las acciones de Square Enix se dispararon en pocas horas. Cloud está de vuelta. Barret está de vuelta. Tifa y Aeris están de vuelta. Sefirot está de vuelta (y NO como en Advent Children, gracias al cielo). El breve avance desató la histeria en las redes sociales. El diseñador Tetsuya Nomura aseguró que actualizarán el sistema de combate (a quién pretendemos engañar, el sistema por turnos ha quedado anticuado, quizás un action-rpg en plan FFXV sea lo mejor) y que ampliarán partes de la historia. El remake más esperado de… ¿siempre? por fin estará en nuestras manos. ¿Cuándo? Aún no se sabe.

maxresdefault vrutal

¿Pensabas que nunca llegaría el remake? No sabes nada, Jon Nieve. Y por eso ahora estás muerto / vrutal

Pero, por si fuese poco, la cosa no iba a quedar sólo en eso. El irreverente y carismático Nathan Drake también quería sus, como dice Rafa Mora, cinco minutos de protagonismo, y vaya si los tuvo. Uncharted 4 se ve mejor que la vida real, se mueve mejor que la vida real y, desde luego, va a ser mucho más entretenido que la vida real. Lo del Shenmue III es un caso a comentar a parte. Se anunció que se financiaría mediante Kickstarter y no sólo en 24 horas lograron la cifra objetivo, sino que consiguieron que la propia plataforma web colapsara, de la cantidad de visitas y aportaciones que recibió. El genio Hideo Kojima, por su parte, de despidió por fin de Konami con el nuevo Metal Gear Solid 5: Phantom Pain.

Estaba siendo el mejor E3 de los últimos años, y aún faltaba por presentar sus credenciales Nintendo, habitualmente el paradigma de la originalidad y la sorpresa, sea en juegos o periféricos. Desafortunadamente, la conferencia de la gran N fue la gran decepción. No es que fuese lo peor del evento, que lo fue, sino que probablemente estemos hablando de la peor presentación de la compañía nipona en mucho, mucho tiempo. Ninguna sorpresa positiva, refritos de segunda como Mario Tennis, ni una palabra del nuevo y esperado Legend of Zelda, nada por el 30 aniversario de Mario y menos aún de la esperadísima NX, su próxima consola, que prometía revolucionar el género. Lo de Nintendo fue prácticamente un suicidio público y no anunciado. Es lo que ocurre cuando tus cartas ganadoras son los amiibo (que sí, que son preciosos, pero es que están hasta en la sopa) y aún encima dedicas 10 minutos de la conferencia a explicar su compatibilidad con los Skylanders de Activision. Qué diantres, Nintendo. Vergonzoso. Parece que hoy en día no cuenta hacer videojuegos decentes para ellos, sino que lo importante es asegurar las ventas únicamente de los próximos meses, mientras dure la fiebre, vender todos los amiibos que puedan y salir corriendo con los bolsillos llenos. Atrás quedó también la presentación de un Starfox que parece sacado de la Gamecube, un Mario Maker que da la posibilidad a los jugadores de crear sus propios mapeados para los juegos clásicos de Mario en 2D (a ver cuánto tarda en llenarse de plataformas en forma de falo) y un Metroid Prime Federation Force que, si bien se mostró poco, ya dejó claro que ni es Metroid ni es nada, y fue suficiente para convertirse en la guinda de este desastre (salvo ciertas excepciones como Yokai Watch, que por fin llegará aquí, el  Xenoblade Chronicles X o el nuevo Fire Emblem, que no pintan nada mal).  Más le vale a la compañía de Satoru Iwata espabilar y elegir un camino mejor, porque así van de culo. ¿No resulta preocupante que lo mejor de la conferencia fuese lo preciosos que son los yoshis de lana y las marionetas de la presentación?

3JD.1280x720 nintendo

Es mono. Y punto. (¿Lo pilláis? ¿Punto?) / Nintendo.es

Lo de Square Enix fue una verdadera bofetada a sus predecesores. Novedad tras novedad, los de la compañía de Shinjuku demostraron que están en más que plena forma. Si hubiese que nombrar a un ganador del E3, sin duda serían ellos, y por bastante margen. No sólo están detrás del bombazo que es Final Fantasy VII Remake, sino que todos y cada uno de los juegos que presentaron levantaron los aplausos de los asistentes. Al margen de un hortera Just Cause 3 (una especie de GTA dirigido por Michael Bay) todo fue maravilla tras maravilla. NieR tendrá continuación, así como la saga Deus Ex (echaríamos de menos al señor Adam Jensen si no fuese así) e incluso el próximo Tomb Raider pinta espectacular (esa Lara gana muchísimo llena de sangre y mugre y enamoró a más de uno). Pero lo mejor quedaba para el final. Una tercera parte deseada por muchos pero esperada por pocos. Una tercera parte que semejaba estar perdida en el cajón de las ideas de algún ejecutivo que no la veía viable. Una tercera parte capaz de generar tanta expectación como el FFVII. Una tercera parte que, por no tener, no tiene ni año de salida. Pero está aquí y es real. Kingdom Hearts 3. Square volverá a mezclar personajes de Final Fantasy y mundos de Disney (¿entrarán las esta vez las nuevas franquicias como Marvel o Star Wars?) y por fin sabremos cómo continuarán de las aventuras de Sora y sus compañeros Donald y Goofy.

041642 trueachivements

Sora vuelve. Con barcos y putas. Bueno, lo de los barcos es seguro, lo de las putas se deduce por la iluminación / trueachivements

El turno de PC Gamer cerró esta edición, y pese a traer propuestas muy interesantes, como el Total War: Warhammer (¿logrará transmitir la emoción y estrategia de las anteriores entregas?)o nuevas innovaciones tecnológicas en materia de tarjetas gráficas, aburrió hasta a las ovejas con un ritmo demasiado lento, un retraso en su comienzo de más de una hora y un presentador demasiado cargante. En resumen, ¿fue un buen E3? Salvo por Nintendo y por la PS Vita, de la que aún estamos esperando su conferencia (Sony la está dejando morir igual que hace M. Night Shyamalan con su talento cinematográfico) claro que lo fue. Quizás el mejor catálogo presentado de los últimos años, sorpresas inesperadas, dinamismo en la mayoría de las charlas y sí, Final Fantasy VII. Id preparando el bolsillo y los pulgares, porque los dos próximos años vienen cargados de títulos imprescindibles.

(Imagen destacada de somosxbox.com)