Canasta fallida

Jurado de esta edición del Premio Princesa de Asturias de los Deportes | ©FPA
Jackeline Rentería, Nadia Comaneci, Javier Fernández, Mireia Belmonte, Kelly Slater, Javier Gómez Noya. Todos estos nombres tienen en 2015 algo en común, además de destacar en su disciplina deportiva. Junto a algunos más, los citados formaban las candidaturas nominadas al Premio Princesa de Asturias de los Deportes. Diecinueve propuestas que fueron quedando atrás en las fases de elección hasta que el pasado día 3 se hizo pública la candidatura ganadora: la de los hermanos Gasol, quienes hicieron historia al ser elegidos para el Partido de las Estrellas de la NBA de este año.
Fue el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, el que propuso a los hermanos catalanes para el premio. Y fue el jurado el que los hizo ganadores. ¿Acierto? La selección española de baloncesto, en la que se encuentran los Gasol, ganó el mismo premio en 2006 tras conquistar el Mundial. Se trata de reflexionar, querido jurado, sobre el sentido de otorgar un premio a dos deportistas que ya lo tienen. Aunque sea a nivel colectivo, Pau y Marc ya conocen el teatro Campoamor y el paseíllo con saludo a la Reina. Ya han vivivo el reconocimiento con aires del norte y la satisfacción del país agradecido. El jurado sólo ha conseguido que se esté cuestionando la seriedad del galardón. El revuelo parece retrotraernos al año 2012. En esa ocasión, Iker Casillas y Xavi Hernández ganaron el premio por la labor de conciliación entre sus clubes. Un halago a la deportividad. Como un déjà vu: los dos futbolistas formaban parte de la selección española de fútbol que ya había ganado el premio en 2010.
Los récords de la incansable Mireia Belmonte, los cuatro oros mundiales de Gómez Noya, el primer mundial de patinaje con color español de Javier Fernández, la huella en la gimnasia artística de Nadia Comaneci, la histórica regata Oxford-Cambridge, la agudeza de los ajedrecistas Magnus Carlsen y Viswanathan Anand o el número uno mundial de Mariana Pajón y sus BMX. Y así con el resto de candidatos. No se trata de quitar mérito al palmarés de los Gasol, se trata de ser coherentes. De hacer justicia con personas e instituciones que han convertido el deporte en un espejo de triunfo y superación. Que no merecen ver cómo un premio repetido les arrebata la oportunidad.
Se trata de reflexionar, querido jurado, sobre el sentido de otorgar un premio a dos deportistas que ya lo tienen