Malasaña tiene su ruta del arte
Madrid es un lugar privilegiado para vivir si te gusta el arte. Sólo admirando las fachadas de los edificios del centro uno se percata de que está por todas partes. En las guías de turismo encontramos distintos museos con obras de los más ilustres artistas de la historia, pero, ¿qué es lo que está pasando hoy en el mundo del arte? Para saberlo hay que alejarse de las rutas convencionales. Madrid está lleno de sorpresas y ha puesto ante mis ojos la oportunidad de sumergirme en el arte moderno. Aunque no lo parezca, hay propuestas más allá de ARCO y también más asequibles. En Malasaña se ha trazado una nueva ruta que hará las delicias quién decida seguirla.
Malasaña es el barrio de Madrid más conocido por su diversidad. Famoso por ser la cuna de los 80, todavía conserva parte de esa esencia. El barrio transmite que todo el mundo tiene un lugar aquí, seas como seas, nadie desentona. Pero lo cierto es que en los últimos años estaba viviendo en una cierta decadencia. Eso ha motivado que artistas y emprendedores inicien nuevos proyectos que recuperen la esencia rompedora y creadora de tendencias que caracterizaba el barrio. Siguiendo esa filosofía, varias galerías han aunado sus fuerzas para crear una ruta alternativa al convencional Paseo del Arte madrileño. Acompañadme a conocer el arte que inunda Malasaña y que le da vida.
ESPOSITIVO, Calle Loreto y Chicote nº4
Empezamos con Espositivo, una galería en la que acabé por casualidad y que me descubrió todas las demás. Fundada por siete jóvenes con formación diversa, se sitúa en un local lleno de personalidad. Su objetivo es dar a conocer el arte urbano en circuitos profesionales. Además, tratan de gestionar espacios de la ciudad para que los artistas que exponen tengan la oportunidad de dejar su huella en Madrid.
Espositivo exhibe distintas exposiciones temporales. En esta ocasión, ofrece la oportunidad de contemplar las obras de Okuda y Rosh, los artistas que han dado personalidad a la nueva estación de metro llamada Paco de Lucía. De hecho, la obra del fondo es su particular retrato del cantante.
En Espositivo disponen de un muro en blanco que ofrecen a los artistas que expongan para que hagan con él lo que quieran. En esta ocasión, Okuda y Rosh han unido sus dos estilos con numerosos hilos. El efecto es tremendamente inspirador.
En la planta baja hay un espacio para la conversación e interacción de visitantes y artistas. Está decorado con mucha personalidad y también lo pueblan obras de los dueños de la galería o de exposiciones anteriores. El lugar perfecto para una pausa en el camino.
LA FIAMBRERA, Calle Pez nº7
Esta galería es diferente. De hecho, no es sólo una galería. Se combina con una cafetería y una tienda de libros y otros productos. La unión entre las tres zonas es el diseño gráfico. Traspasar el umbral que me lleva a la parte de exposiciones es dejar atrás el bullicio. Pero, lo cierto es que es todo un placer descubrir que un lugar así atrae a tanta gente.
En la tienda podemos encontrar libros muy especiales. También otros productos que destacan por su originalidad como tazas o láminas a precios bastante asequibles.
El colorido y las reminiscencias al mundo del cómic son una constante en la exposición.
Una es consciente de hasta qué punto importan los detalles cuando ve este libro de firmas, casi una obra de arte en sí mismo. Los dibujos explican la filosofía del lugar como no podría hacer ninguna palabra.
FEEDING ART, Calle Molino de Viento nº10
En esta galería entendí el valor de lo sútil. Creada por dos ceramistas, aprecian las formas de arte que van más allá de la pintura. Además, podemos encontrar obras diversas a precios asequibles para un público medio.
Un ejemplo del trabajo lento y hecho a mano eran las figuritas de papel de periódico, cuyas formas moldean alambres invisibles que se ven desde el escaparate. Piezas únicas y técnicas innovadoras.
Cada espacio es diferente. En ocasiones, se aprovecha para realizar eventos relacionados con las exposiciones a los que todo el mundo es bienvenido. También encontramos un lugar para la pintura.
Hay que destacar que también tienen arte en forma de joyas. Desde luego, el concepto de que el arte forme parte de nuestro atuendo y que podemos sacarlo a la calle, es más que atractivo. Piezas únicas de ideas únicas.
KILLER KELLER, Calle Corredera Baja de San Pablo nº17
En KillerKeller he encontrado un espacio de inspiración industrial. Combina el modelo de galería con el concepto de bar. Lejos de centrarse en los cafés que imaginamos en manos de los intelectuales, apuesta por un modelo más cercano a la coctelería.
La decoración la componen múltiples elementos que sus artífices han sabido combinar para crear una atmósfera única. Una no sabe dónde acaba la oficina y dónde empieza el arte. Quizá sea mejor que no se diferencie, quizá sea mejor que el arte lo invada todo.
Para apreciar la originalidad del lugar es imprescindible fijarse en los detalles.
Es muy recomendable seguir esta particular ruta del arte. Esta pequeña muestra de lo que se puede encontrar quizá sirva para abrir el apetito de visitantes futuros porque seguir los pasos del arte moderno en Malasaña deja huella. Venir a Madrid a descubrir el talento que entreteje sus calles es siempre una buena decisión.
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