¿Quién es Ida?

Anna (Agata Trzebuchowska) es una novicia a punto de tomar los votos en el convento que la adoptó, educó y crió. El único mundo que conoce. Pero antes de darle el “si, quiero” al Altísimo es autorizada a salir del convento para conocer a su tía, su único pariente vivo: Wanda “la roja” Gruz (Agata Kulesza).

filmcaptures.com

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A Wanda no parece hacerle mucha gracia la visita de Anna. En un primer momento se ven la una a la otra como una promiscua, prácticamente alcohólica e implacable juez del régimen comunista y una novicia moralista que parece no poder ver más allá del hábito. Entonces Anna pregunta por su familia. Quiere saber más cosas sobre sus padres y le gustaría visitar el lugar donde están enterrados. Wanda la mira, dudando. Porque, oh, criatura. Ni tumbas que visitar, ni cuerpos, ni nada. Y ya que estamos, ni convento, ni hábito, ni votos, ni Anna. Porque tus padres murieron durante la invasión de Polonia en la Segunda Guerra Mundial. Y eran judíos, como tú, que, por cierto, te llamas Ida.

En esta cinta dirigida por Pawel Pawlikowski Ida y Wanda inician un viaje para buscar los cuerpos de la familia de la joven. Necesita un cierre antes de tomar los votos. Durante el viaje tía y sobrina van a conocerse y aprender a entenderse; se influenciarán mutuamente. Pero no solo tendrán que aprender a convivir: también a vivir consigo mismas y con las consecuencias de su viaje, y lo que en el descubran.

http://belfastfilm.net/

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Pawlikowski hace en Ida una reflexión sobre la identidad. ¿Qué es lo que nos hace ser quién somos? Cuando Anna se vuelve Ida, cuando descubre que es judía, ¿debe abandonar el hábito? El hecho de tener otro nombre y otro pasado ¿cambian en alguna medida la persona que es? Pawlikowski nos acerca a la historia de Polonia en dos momentos fundamentales para su historia del siglo pasado, pero no pretende que la reflexión histórica sea el punto central de la película. Más bien, cómo la historia es clave para la identidad.

Ida, ya ganadora de premios como el Goya a Mejor Película Europea, el Gran Premio del Festival Internacional de Cine de Varsovia o el Premio a Mejor Película del Festival de Cine de Londres, es un gran trabajo de guion: no solo la forma que la historia avanza o cómo diferentes reflexiones se encajan en ella. La manera en la que los personajes son presentados, construidos y evolucionan. Cómo el espectador es capaz de entender sus dilemas y, sobre todo, decisiones. Las interpretaciones de ambas Agatas son fundamentales, y la química entre ellas juega muy a su favor, pero el sólido guion es la base para que la cinta se sostenga.

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La cinta se completa con la cinematografía de Łukasz Żal y Ryszard Lencezewski: desde la fotografía a la banda sonora (de Kristian Eidnes Andersen). El director explica que intentó recrear el ambiente de la época tal y cómo lo recuerda, desde los tranvías y hostales a grupos de jazz como el que aparece en el film. Todo crea una atmósfera melancólica a la que también responde el uso del blanco y negro.

Ida tiene el guión, la cinematografía, las interpretaciones. Pero Pawlikoswki, además, ha sabido formar el equilibrio entre todo para que la suma valga más que las partes. Los personajes, por los que es imposible no dejarse arrastrar, la atractiva atmósfera y la interesante reflexión sobre la identidad nos harán acompañar a Ida en su camino a descubrir quién es.

wondersinthedark.files.wordpress.com

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