Otro año falto de competición

Llegó el fin de semana de las estrellas a la NBA y en esta ocasión lo hizo con la doble de expectación en nuestro país, por la elección de los hermanos Gasol como titulares para el partido de las estrellas. Sí, esa pachanga que tan bien saben vender los americanos y que en esta edición se ha convertido en lo más prescindible de un más que aceptable All-Star en Nueva York. Un buen viernes y un gran sábado dejan un sabor de boca decente en todos los aficionados al baloncesto que ya salivan pensando en la gran cita del año: Los playoffs.

Zach LaVine fue el gran protagonista del concurso de mates - ©Yahoo

Zach LaVine fue el gran protagonista del concurso de mates – ©Yahoo

El año pasado me juntaba con Roi Rodríguez y José Luis Neira en Compostimes para buscar soluciones alternativas al All-Star. No sabemos si Adam Silver lee nuestro humilde periódico, pero sí que el alto comisionado de la NBA tuvo en cuenta alguna de nuestra peticiones. La fundamental, recuperar el formato clásico del concurso de mates. Un concurso que compensó el bochorno del año pasado con dos grandes participantes: Víctor Oladipo y Zach LaVine. El primero, encendió Brooklyn con una mejorable versión de la canción “New York” y con un mate nuevo e irrepetible. Por desgracia, el resto de sus intentos parecieron desafinados, como su versión de la canción de Sinatra. Por eso, Zach LaVine fue el rey de la noche. El de los Timberwolves nos llevó a muchos a nuestra infancia con la camiseta de Space Jam, para demostrarnos que los sueños pueden estar al alcance de las personas terrenales. O por lo menos, a la altura de los grandes matadores de la NBA. Él es uno de ellos, y con 19 años tenemos artista para muchos años.

LaVine y Curry nos regalaron un sábado para el recuerdo. Sin duda, los mejores concursos de los últimos años

Antes, tocaba el show de Stephen Curry. Por participantes, el de triples tenía que ser el mejor concurso de la noche y para nada nos defraudó. Una primera ronda excelsa decidió tres finalistas a la altura de este evento: Kyrie Irving, Stephen Curry y Klay Thompson. Después, llegó la magia del base de Golden State Warriors y un concurso impresionante donde don Stephen Curry firmó 27 puntos, incluyendo una racha de 13 triples consecutivos. Irving, que ya había lanzado antes, solo pudo aplaudir desde el banquillo. Klay Thompson, el otro miembro de los “Splash Brothers“, seguro que también lo hacía mientras intentaba batir una marca imposible para él. Curry se llevó así su primer título individual de esta temporada. Quizás, muy pronto llegue otro más grande en forma de MVP de la temporada.

El salto entre los Gasol, el momento histórico de este All Star en Nueva York - @La Vanguardia

El salto entre los Gasol, el momento histórico de este All Star en Nueva York – @La Vanguardia

Otra de nuestras propuestas consistía en llevar el partido de las estrellas a una competición entre Estados Unidos y el resto del mundo. Así, quizás se elevaría la competitividad. No fue así, pero el partido que tuvo este formato fue el Rising Stars Challengue y la verdad es que fue un acierto. Cierto es que no pudo evitar tener ese punto de correcalles de todos los años, pero los dos equipos compitieron más al final y disfrutamos del baloncesto que nos gusta. Wiggins, el rookie canadiense de los Minnesota Timberwolves, se llevó el título individual. Fue el MVP del Rookie Challengue y si nada cambia lo será de la temporada. Otra estrella emergente que apareció en el momento oportuno.

El salto entre los hermanos Gasol será los más recordado de un partido de las estrellas para olvidar

Y llegó el domingo. Y ese duelo entre hermanos. Y ese salto inicial que recordaba a los de la infancia en la familia Gasol. Y ganó el mayor, como pasa en todas las familias. Y ahí se acabó el partido. El resto fue una pachanga carente de ritmo, lleno de triples errados e intentos de mate que se quedaron en nada. Al día siguiente, en un buen resumen y viendo el resultado igualado, hasta se puede creer que hubo emoción. En esta ocasión ganó el Oeste y Westbrook se llevó el MVP porque era el que tenía más ganas de jugar. El resto de jugadores ya pensaban en sus vacaciones que llegan después del fin de semana de las estrellas (otro gran acierto de la NBA). Así que lo mejor será quedarse con el momento histórico del baloncesto español y empezar a frotarse las manos con lo que viene: la verdadera competición.