Mucho más que un gran combate

Los aficionados al boxeo todavía siguen frotándose los ojos. El día dos de mayo de 2015 la velada más esperada del siglo dejará de ser una ilusión para transformarse en realidad. Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao se verán las caras para disputar la que ya es sin duda la pelea del milenio. Pactada en un peso 147 libras, todo parece indicar que se pondrán en liza los tres títulos de campeón del mundo del peso welter que se reparten ambos, también podría incluir algún titulo superwelter que posee Maywether, aunque está opción parece poco probable ya que cuanto más entorchados se ponen en liza mayores son las tasas. Además en el contrato no se ha incluido una clausula de revancha. Estos detalles que suelen ser clave en cualquier confrontación pasan aun segundo plano, lo realmente importante es que por fin se llevará a cabo un choque de titanes irrepetible y esperado durante demasiado tiempo que promete escribir una página con letras de oro en la historia del pugilismo.

Lo que la hará histórica además del gran nivel de ambos púgiles es que batirá récords antes de que comience el duelo, incluso antes de que ambos contendientes hayan comenzado con su verdadera puesta a punto ya han conseguido hacer saltar la banca. Todavía faltan más de dos meses para que llegue la fecha del tan esperado evento, pero nadie duda de que cuando llegue la hora el mundo se paralizará para contemplar el que tiene todos los boletos para ser el espectáculo deportivo de un día con mayor repercusión de la historia. Y es que las cifras previas que se manejan asustan.

Mayweather y Pacquiao charlando durante un partido de los Miami Heat. Sacada de youtube,com

Mayweather y Pacquiao charlando durante un partido de los Miami Heat. Sacada de youtube,com

En primer lugar la cantidad económica garantizada para ambos contendientes, la “bolsa”, asciende a un total de 250 millones de dolares, que podrían aumentar por diversos conceptos. Pero partiendo de esa cantidad fija el reparto dejará un 60% del total para el americano y el 40% restante para el filipino, al menos 100 millones por barba, cantidades que jamás se han dado en ningún deporte por un único pase y que además podrían incrementarse por derechos televisivos y marketing si como está previsto se baten récords de audiencia y ventas. ¿Como es posible que el pastel por un máximo de 36 minutos de acción sea tan grande? Muy sencillo, la velada promete recaudar cantidades muy superiores, las 20000 localidades del MGM Casino parece que se quedarán cortas ante la legión de fans ansiosos por hacerse con una. Todavía no se conoce el precio final de las entradas pero se especula que no bajarán de los 1500 dolares, las más baratas, hasta los más de 50000 de las “ringside”, las localidades más próximas al cuadrilátero. Sin olvidar que este recinto también es un lujoso hotel para el que ya no quedan reservas para el día D, las habitaciones libres tardaron unos cuatro minutos en agotarse tras conocerse el anuncio de la pelea a pesar de que el precio de algunas se llegó a multiplicar en cuestión de segundos.

Pero son las televisiones las que de verdad harán rentable todo el tinglado, HBO y Showtime, poseedoras respectivamente de los derechos de Manny y Floyd, han tenido que hacer números y ponerse de acuerdo para poder retransmitir el combate a la vez. El acuerdo final no ha salido a luz, como es habitual en estos casos, pero es seguro que ambos gigantes de la comunicación esperan una recaudación récord gracias a la millonaria audiencia que seguro tendrán, por supuesto en PPV, con su consiguiente desembolso económico fijado entre los 89 y 99 dolares. Las primeras estimaciones apuntan a, como poco, tres millones de compras para poder ver el evento, a ellas se añade la retransmisión en 700 cines estadounidenses, bares, restaurantes y lo que pueda suceder en el resto del mundo, que seguramente se transformará en un récord de visionados. Como curiosidad está será la segunda vez que ambos operadores emitirán en directo a la vez un combate tras el Tyson-Holyfield.

Los contendientes

Más que una simple pelea, será un choque de estilos, de formas de ver el mundo y el boxeo. Dos personajes casi antagónicos que prometen un gran espectáculo, y es que hablamos de los dos mejores hombres del planeta en el ranking libra por libra de la última década. Es cierto que no llegan en su plenitud física, o al menos eso es lo esperable por los 36 y 38 años que muestran sus carnets de identidad. De todas formas su calidad es indudable y sus logros lo son todavía más, pero no queda ahí las cosa. Los dos han conseguido trascender a su actividad profesional para transformarse en superestrellas, en ídolos globales y lo han logrado cada uno a su manera.

Floyd Maywather Junior: Su mote “Money” lo dice casi todo de él, su capacidad para generar rendimiento económico a su marca solo parece comparable a su técnica de lucha entre las 16 cuerdas. Una mente calculadora y brillante cuando se sube al ring, dotado de unos recursos casi perfectos que le permiten hacer parecer vulgar a su rival gracias a una capacidad irrepetible para conectar contras además de contar con un repertorio de golpes a la altura de los mejores. Su facilidad para anular a sus adversarios le permite mantener el control de la contienda en todo momento y hacer sencillo el trabajo de los jueces. Pero no todo es perfecto, su estilo le ha canjeado muchas críticas, algunos aficionados lo consideran aburrido y creen que con su talento podría dar mucho más de si y dar más espectáculo. Pero lo que nadie le ha podido negar jamás es que probablemente nadie haya sido jamás tan efectivo. Y su récord es la mejor prueba posible: 47 victorias en 47 combates.

Imagen de Floyd Mayweather. Sacada de forbes.com

Imagen de Floyd Mayweather. Sacada de forbes.com

Pero todo cambia cuando sale de los grandes recintos. Su vida gira al rededor de su marca “The Money Team”, en pocas palabras una enorme fábrica de hacer dinero, seguidores y detractores casi a partes iguales. Y es que Mayweather es su propio promotor y tiene una línea de venta de todo tipo de marketing entre otras actividades. Pero de entre toda lo que hace fuera de su profesión destaca su peculiar forma de vida. Entre sus excentricidades destaca su afición por colgar fotos en las redes sociales con todo tipo de lujos entre los que destacan: coches, carísimos regalos e incluso fardos de billetes que alcanzan sumas millonarias. Si a esto le añades otras manías como apostar enormes cantidades de “cash” en NBA, NFL etc o fardar de su lujoso tren de vida siempre que puede, consigues un cóctel tan cargado que no deja a nadie indiferente, o le odias o le amas pero sea cual sea tu opinión es imposible no rendirse ante sus condiciones cuando se pone los guantes de 10 onzas.

Emmanuel Dapidran Pacquiao: El “Diablo tagalo” es un hombre polifacético, seguramente la persona más popular y carismática de su país natal, las Islas Filipinas. Su carrera como púgil le ha llevado a ser un héroe nacional, y lo cierto es que no ha perdido el tiempo, ya que compagina su actividad con la política, en el cargo de senador, la practica de baloncesto profesional en la liga nacional, pasando por todo tipo de pasatiempos en su tiempo libre como dar clases de boxeo a la supermodelo Adriana Lima o protagonizar sketchs de humor entre otras muchas, además lo hace siempre con una sonrisa y mostrando buen humor. Esto le ha permitido ser uno de los deportistas que mejor cae en todo el globo. Pero todo ha ido llegando después de labrarse su fama gracias a sus grandes actuaciones en el mundo del pugilismo.

Imagen de Manny Pacquiao. Sacada de fightnights.com

Imagen de Manny Pacquiao. Sacada de fightnights.com

Y es que al sonar la campana “Pac-Man” se transforma, de un hombre de apariencia tranquila pasa a ser un ciclón imparable. Su estilo de lucha se basa en su capacidad para agotar a su oponente con una lluvia de golpes desde todos los ángulos, de presionar a su rival hasta llevarlo a la extenuación mientras intenta conectar tantos impactos como pueda lanzar. Esto no quiere decir que no sepa manejarse en la distancia ni que su técnica sea limitada, todo lo contrario, su nivel pugilístico es altísimo, pero es su endiablada velocidad y capacidad para avasallar a su rival la que le ha aupado al olímpo del noble arte.

La negociación 

Tal y como comentábamos hace no tanto en compostimes. Poner de acuerdo a todas las partes implicadas ha resultado muy difícil. Han sido varios los intentos y muchos los años que han pasado desde que se vislumbró la posibilidad de que ambos acordaran dirimir quién es el mejor. Y lo cierto es que muchos aficionados consideran que la firma del contrato se tendría que haber producido antes, pero todo parece dar igual ahora que al fin se ha llegado a un entendimiento entre todos. Ahora lo duro será la espera hasta que llegue el momento ansiado por los seguidores del considerado por muchos como el deporte más antiguo del mundo. Y cruzando los dedos para que no haya lesiones o factores externos que tiren por la borda un trabajo tan arduo.

Y es que pocos sueños han resultado tan costosos como el de juntar en un mismo ring a las dos superestrellas del boxeo del siglo XXI.