San Sadurniño: una chanfaina de cine
Si buscamos chanfaina en Google, probablemente encontremos decenas de recetas diferentes, cada una en un lugar diferente de España. Pero las que dan título a estos párrafos se encuentran en Galicia, más concretamente en San Sadurniño. A la curiosidad por saber los ingredientes que lleva la receta sumamos la localización de este municipio coruñés, situado a unos 20 km de Ferrol. Una vez encontrado el lugar, comienza el juego. ¿Qué es la chanfaina? Es una receta que empezó a cocinarse cuando todos los chefs se reunieron en la cocina para idear cada uno un plato, en el fin de semana del 6 y 7 de septiembre del 2014. Nacía así la primera edición de la Chanfaina Lab.
La chanfaina es un plato tradicional que se remonta a la época de los señoríos. Las partes “nobles” los animales eran entregadas, mientras que los campesinos se quedaban con las vísceras, y con ellas se hacía la chanfaina. Es, como bien se podía oír el pasado 17 de enero en la Casa de Cultura de San Sadurniño, “una mezcla de todo un poco”. Comparte desde septiembre su nombre en dos escenarios: en la cocina y en las pantallas. La Chanfaina Lab es un proyecto que ofrecer la oportunidad a una serie de cineastas del audiovisual gallego de plasmar sus primeras impresiones del paisaje y el entorno. Es una reunión de diferentes miradas y diferentes cineastas.
“A chanfaina é un revolto de cousas diversas coa mirada de autores galegos contemporáneos”
Manolo González, principal impulsor del proyecto, tiene la respuesta para los inicios del proyecto. Todo comenzó cuando él y Carme Suárez, coordinadora del Cemit local (Centro de Modernización e Inclusión Tecnolóxica) se dieron cuenta de que nunca se había grabado ninguna película en San Sadurniño, sólo una secuencia hace años, algo que les pareció injusto. “Decidimos utilizar por unha banda o concepto gastronómico que se da aquí, a chanfaina, que é un revolto de cousas diversas, coa mirada de autores galegos contemporáneos cos que teño unha excelente relación dende hai moitos anos”, afirmó Manolo González. Ángel Santos, uno de los chefs, reivindica que nunca hay cosas de este tipo con las que aprender como cineasta y también conocer compañeros: “Como ejercicio es muy interesante. No deja de ser un juego porque no se hace cine en un día. Y lo mejor es hacer grupo, que nos conozcamos más entre nosotros y a la vez establecer lazos nuevos. Es genial.”
Con la idea, faltan los autores. Entre los chefs reunidos estaban Alfonso Zarauza, Otto Roca, Marcos Nine, Ángel Santos, X. Manuel Sande, Xurxo Chirro, Pablo Portero, Fer Patiño, Sonia Méndez, Alberte Pagán, Guillermo Arias-Carbajal, Víctor Hugo Seoane, Belén Montero, Juan Lesta, Brais Breijo, Jaione Camborda, Xisela Franco, Dani Lema, Xacio Baño… Cerca de una veintena de cineastas se encontraron durante el fin de semana con un reto. O dos. Después de descubrir cómo llegar al municipio, el objetivo era grabar en dos días una pieza con la que plasmar su imagen de San Sadurniño. ¿Pero qué grabar? Cada uno con un estilo, ideas precocinadas, formatos, experimentación, investigación, revelación de nuevos actores, problemas de rodaje… consiguió una pieza, e incluso varias. Los tópicos cinematográficos previos al estreno no se escaparon de este ambiente alejado de las ciudades. Y el sábado 17 de enero, el público, expectante por ver reflejado en la pantalla San Sadurniño, llenó la Casa de Cultura.
Una presentacióno puntual. A las seis y media las sillas se empezaban a llenar. Una fila de autores llenaba el escenario. A su lado, presentándolos, estaban Secundino García Casal, alcalde de este nuevo plató, y Manolo González. Agradecimientos, anécdotas, cartas de los cineastas que, con piezas hechas, no pudieron asistir, explicaciones, Ary López grabando la alfuencia como parte de su proyecto… La brevedad de estas introducciones no evitó las primeras risas entre el público. Poco más tarde, las luces se apagaban. La magia del cine comenzaba y los vecinos, amigos y todos los asistentes pudieron contemplar las miradas de los cineastas.
Durante casi dos horas se pudieron ver 20 cortometrajes, todos ellos con un único nexo en común: San Sadurniño. La gran variedade de estilos mantuvo al público atento. Desde Sonia Méndez y el “Café-Bar Santos Perruquería” a la época de la marquesa María Natividad Quindós en la que se centraron Xurxo Chirro, Juan Lesta, Belén Montero e Xacio Baño. También hay miradas tradicionales, como la de Marcos Nine y la elaboración de la chanfaina (que recomienda probar, sin duda alguna), Víctor Hugo Seoane y las imágenes de viejos molinos o la vecina Cruz Piñón descubriendo las TIC…, que convivieron con la ficción y paisaje de Alfonso Zarauza o Ángel Santos. Marcos Nine resalta de la experiencia la diversión, la unión, y el trabajo: “Axuda a facer grupo. Compartes tempo con outros autores, axudámonos uns ós outros… E o resultado é moi agradecido. A xente do pobo que se ve a si misma. Todo o que rodeou o evento en si, é algo co que estar agradecido co teu traballo.”
Pablo Portero y Fer Patiño crean la primera pieza de “una especie de largometraje” de 17 piezas cortas llamdo Mar, un “trabajo casi literario”. Una vez más, Pablo Portero también destaca la novedad, lugar y variedad de este tipo de proyectos, de los que desconoce si hay muchos más en Galicia. Pero lo que sí sabe es la unión que allí se ha creado con “mucha gente del sector, gente que hace cosas, creación audiovisual, y que todos son hijos de su padre y de su madre, que cada uno hace lo que quiere. O más o menos lo que quieren, y eso es muy enriquecedor. Soy de Ferrol y lo que siempre destaco es que San Sadurniño tiene un aura muy especial para hacer cosas, tiene un paisaje que conmueve bastante.” Brais Breijo y Dani Lema reclamaron que Hollywood pudo haber grabado a Gandalf, Ned Stark y Harry Potter en el municipio. Arias-Carbajal suma a la novedad, a la variedad, a la belleza del paisaje y al ingenio, el encanto de la Chanfaina Lab y su separación con las competiciones: “Está exenta de competición, que es lo que falta en los festivales, y crea vínculos con gente que no conocía y que me va a hacer mejor cineasta gracias a estar con ellos.”
“El encanto de la Chanfaina Lab está en su separación de la competición”
Leer breves descripciones de los cortometrajes no causa la misma sensación que vivirlos en su estreno o en su creación. Pero no hay razón para preocuparse. Chanfaian Lab continúa. Cada viernes habrá un estreno diferente en falamedesansadurniño.org. Vecinos, amigos, cineastas, curiosos… quien quiera descubrir San Sadurniño ya puede contar con el cine. Ana, una vecina, estaba encantada con la experiencia. Ella cerró las proyecciones con los nervios y prisas de cualquier estreno. “Pedíronme que fixese a chanfaina e tiven que ir á carnicería correndo e preparar todo”. Secundino García Casal, alcalde del municipio, destaca la satisfación de poder contar en San Sadurniño con los chefs, valorando tanto el recurso natural como las “persoas que traballan no audiovisual galego, quen non teñen nada que envidiar ó resto do mundo. Estamos satisfeitos de que puideran plasmar a súa visión de San Sadurniño”.
Saber que en Galicia hubo, hay y habrá creaciones tan diversas es lo interesante y motivador de la experiencia. El mundo audiovisual, a pesar de los malos tiempos que está viviendo, cuenta con cineastas que “están facendo cousas inclusive de vangarda á marxe do sistema, á marxe do mercado, á marxe do público ás veces. O fundamental é que a xente sigra creando e siga crendo tamén”, explica Pablo Portero. Etiqueta o no, en Galicia hay cine. La Chanfaina Lab no dejó mal sabor de boca. Aun queda mucho cine por hacer. ¿Habrá una siguiente cita en este nuevo restaurante?