Se acerca el invierno a Riazor
El Real Club Deportivo de La Coruña no consigue levantar cabeza. La descomunal resaca de la mayor fiesta de su historia aún se deja sentir. Los grandes jugadores y títulos que han pasado por el club coruñés son ya cosa del pasado. Lo único que permanece es una descomunal factura en forma de una deuda superior a los 100 millones de euros, una entrada en ley concursal complicada y que no ha sido tan satisfactoria como en otros clubes y por encima de todo la añoranza de tiempos mejores, un sentimiento realmente difícil de asimilar para muchos de sus seguidores.
De jugar de tú a tú frente a los mejores equipos del viejo continente a tener que recorrer durante veintiuna jornadas los campos de la segunda división española en dos ocasiones. Dos descensos acompañados de otros tantos ascensos acercan al conjunto herculino a una etiqueta del siglo pasado, la de equipo ascensor. Un clima nada propicio para una entidad que acompaña a la mala situación financiera un escenario realmente duro en el plano deportivo..
Y es que la Liga BBVA se le ha vuelto a atragantar a la entidad blanquiazul. Con 14 jornadas ya disputadas, el bagaje es de tan solo 10 puntos de 42 posibles, unos números que invitan poco al optimismo. Además las sensaciones en el campo no son mejores, salvo el choque contra el Valencia y momentos puntuales de otros encuentros como contra Málaga o Eibar, el equipo no ha encontrado su identidad, incluso ha tenido momentos realmente malos como las derrotas ante Sevilla y Real Madrid.
Pero la crisis es más profunda y su origen todavía más lejano. La abrupta marcha de Fernando Vázquez durante la pretemporada y el nombramiento de su sustituto, el muy discutido desde el primer momento Víctor Fernández no ha hecho más que poner en una situación delicada a directiva y cuerpo técnico. Dando un giro inesperado a los acontecimientos tras haber presidido una cierta calma tras el ascenso del curso pasado y el buen ambiente que reinó en la junto de accionistas que proclamó a Tino Fernández como nuevo presidente. En el que todos los candidatos al cargo declararon que era el momento de remar todos en la misma dirección y poner todo de su parte para apoyar a un equipo que realmente lo necesitaba. Pero el sosiego duro bien poco y la fractura que parecía disminuir se ha vuelto a abrir y parece complicada de suturar.
Incidentes de Madrid Río
Los prolegómenos del Atlético de Madrid – Deportivo de la Coruña siguen trayendo cola. La falta de una explicación convincente y fideligna de lo sucedido el domingo de partido por la mañana en Madrid Río sigue encima de la mesa. Mientras se espera una versión oficial sólida de la trágica muerte de Jimmy y del origen de una pelea que nada tiene que ver con lo que debería ser el fútbol ha enturbiado y mucho el ambiente en Coruña. Las especulaciones y testimonios cruzados han creado una nube de humo que no permite acercarse a la verdad. Teorías tan variadas como un emboscada de los ultras madrileños, una quedada entre ambos, una supuesta escaramuza de los Riazor Blues abortada de la peor manera posible. Sea como fuere, un altercado que no solo ha segado una vida y sacado a la superficie el lado más oscuro de la pasión mal entendida al deporte, sino que ha traído de vuelta unas tensiones que parecían mas o menos controladas en el seno del deportivismo.
Y es que las relaciones entre directiva y gran parte de la afición han vuelto a enturbiarse, la actuación de Tino Fernández a la hora de tratar la crisis, especialmente tras convocar una rueda de prensa sin preguntas, y en su resolución de cerrar la grada de Marathon Inferior durante dos partidos, lugar donde habitualmente se sitúan los Riazor Blues, ha sentado bastante mal. Gran parte del respetable considera esta decisión desproporcionada y que hace pagar a justos por pecadores, y que además realmente no resuelve el problema sino que lo oculta. Mientras que otros la ven insuficiente y consideran necesario hacer todavía más para erradicar a los violentos de los estadios. Para terminar de rizar el rizo la aparición de Lendoiro en el funeral de Jimmy ha generado una vez más división de opiniones, los que lo veían como un gesto normal y los que lo consideraban una prueba de las conexiones del ex-presidente con los ultras coruñeses. En definitiva demasiada crispación en un equipo que ya tenía problemas más que de sobra pendientes de solución para que además le hayan crecido los enanos.
Casi a la par que las bajas temperaturas han llegado al norte de Galicia, con el invierno a la vuelta de la esquina, la crudeza de la estación más fría del año se ha instalado ya en las oficinas de la Plaza de Pontevedra. Además lo hace con nubarrones de tormenta en todos los frentes: ya sea la parcela deportiva, la relación de los aficionados con la directiva y el cuerpo técnico, e incluso una división que poco a poco se hace patente entre el seno de la hinchada blanquiazul. Como dicta el lema de la casa Stark en la saga de libros Una canción de hielo y fuego: “Se acerca el Invierno“, y en el caso del centenario equipo coruñés parece que será uno largo y duro. Pero detrás de él a veces más cercana, otras más lejana, siempre termina llegando la primavera.
Imagen destacada sacada de www.futbolmania12.wordpress.com