Javi Gómez Noya: Otro año triunfal
No fue un año de sprints para la historia del triatlón. Tampoco fue un año para el ruido, las grandes declaraciones o las portadas en los periódicos. Este, no ha sido más que un año de costumbres en forma de victorias y campeonatos. Y aunque la costumbre haga menos ruido, siempre tiene más mérito. 2014 ha sido otro año de Javi Gómez Noya.

Javi Gómez Noya, otro de los protagonistas del año 2014 – El Mundo
Javi Gómez Noya es un valor seguro para el deporte español. En un año de decepciones para el deporte masculino, solo el gallego estuvo a la altura de sus compatriotas que han firmado un año en femenino para el deporte de nuestro país. La temporada ha sido de sobresaliente para el triatleta, dominando su disciplina a nivel mundial e incluso sacando tiempo para explorar otros horizontes.
En una temporada triunfal del deporte femenino, solo el ha estado a la altura de sus compatriotas
Tras otra vuelta al mundo ganadora, Edmonton fue el lugar donde Javi se coronó como el mejor triatleta del planeta. En esta ocasión no necesitó un sprint para el recuerdo, ya que no necesitaba ni ganar la carrera. Una tercera plaza por detrás de Alistair Brownlee y Mario Mola le sirvió para certificar un título que se había ganado con creces durante la temporada. Compartió pódium con el español Mola, su sucesor, pero el gallego sigue sin querer abandonar su reinado.
Tuvo tiempo de sumar su cuarto título mundial y además también exploró la disciplina del IronMan
En 2014, tuvo tiempo para probar en el IronMan y además lo hizo a lo grande. Sin experiencia y sin una preparación específica el gallego se proclamó campeón del mundo, haciendo un doblete histórico. Como dato, era la tercera vez que Gómez Noya participaba en una prueba así. Su resistencia y su capacidad de sacrificio siguen sin tener fronteras.
Coronó el año con numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional del Deporte del año 2013. Probablemente, el de 2014 también será para él. Para un hombre que entrena 365 días al año, sin descansos, algo que él considera un placer y nunca un sacrificio. Un placer que alargará hasta Río 2016, o hasta donde Javier Gómez Noya quiera alargar su dinastía en el mundo del triatlón. Una disciplina a la que le hacemos menos caso del que deberíamos, pero donde el deporte español tiene su valor más seguro.