Una liga en auge

La Bundesliga está de moda. El campeonato liguero germano ha sabido sentar unas bases estructurales firmes y sólidas sobre las que apoyarse, y así convertirse en la liga con más afluencia de público a los estadios de todo el planeta. La buena situación económica del país, un ambiente inmejorable en los campos y un nivel competitivo ascendente son las claves para comprender por qué la Bundesliga es un torneo en auge.

Sin embargo, la alemana es una liga dominada claramente por el Bayern de Múnich, que por poderío económico, histórico y por plantilla actual es muy superior al resto de conjuntos del país. Pese a todo, durante la primera década del siglo XX el campeonato nacional germano estuvo marcado por la igualdad. La irregular etapa por la que pasó el conjunto de Baviera provocó que entre 2004 y 2014 hayamos tenido hasta cinco campeones de liga en Alemania (el ya citado Bayern de Múnich, Borussia Dortmund, Stuttgart, Werder Bremen y Wolfsburgo).

Aunque cinco equipos han ganado la liga alemana en los últimos once años, el resurgir del Bayern le ha aupado al dominio casi absoluto de la Bundesliga

El caso es que recuerdo esa época en la que a mí me empezaba a interesar el mundo del fútbol como una en la que la liga alemana no me despertaba demasiado interés. Por aquellos tiempos (mediados de la década pasada), las ligas más importantes de Europa eran la española, la inglesa y la italiana. Diez años después, las dos primeras siguen gozando de alta estima e importancia (y a nivel competitivo son las mejores), pero la italiana ha sufrido un bajón de nivel. De aquellos tiempos en los que el país transalpino contaba con tres equipos que eran considerados potencias en Europa (Milán, Inter y Juventus) ya poco queda en el panorama actual. Sin embargo, su lugar ha sido ocupado por una liga alemana que ha crecido con fuerza para asentarse como un campeonato sólido y donde cada vez hay un nivel mayor.

Como decía anteriormente, el resurgir de un Bayern de Múnich que se ha situado como uno de los mejores conjuntos del planeta, ha jugado un papel fundamental a la hora de crear el buen concepto que se tiene actualmente de la Bundesliga. Campeón de las últimas dos ligas y previsiblemente de varias de las próximas, se ha encargado de invertir la situación de competitividad existente en el país teutón. Con un capital muy superior al del resto de equipos alemanes, cuenta con un elenco de jugadores compuesto por futbolistas de primerísimo nivel, y tiene la capacidad de hacerse con los servicios de aquellos que destaquen dentro de su territorio (como ha sucedido en los últimos años con Mario Götze o Robert Lewandowski, por ejemplo).

En 2013 el Bayern volvió a ganar la Champions League once años después de la última | Eurosport

En 2013 el Bayern volvió a ganar la Champions League doce años después | Eurosport

Tanto la etapa de Louis van Gaal, como especialmente la de Heineckes (triplete incluido) han devuelto al Bayern a un puesto de honor dentro del fútbol mundial. El actual campeón teutón, ahora con Pep Guardiola a los mandos, es un equipo muy completo que le permite al de Santpedor experimentar con múltiples variantes tácticas y sistemas de juego altamente revolucionarios que serían dignos de un artículo exclusivamente para ellos. Por algo una parte importante de los titulares habituales en la actual campeona del mundo (Neuer, Boateng, Lahm, Schweinsteiger, Götze, Müller) juegan en el gigante alemán.

El único equipo que en los últimos años ha demostrado estar capacitado para disputarle el título a los muniqueses desde que estos han vuelto a ser lo que eran ha sido el Borussia Dortmund, vencedor en las temporadas 2010/11 y 2011/12; uno de los equipos históricos de la Bundesliga que, al igual que su máximo rival, también vivió una etapa complicada durante la década inicial del presente siglo. Con Jürgen Klopp a la cabeza y con un estilo de juego basado en la velocidad en las transiciones, logró convertirse en uno de los equipos más potentes de Europa, alcanzando la final de la Champions League en la 2012/13, si bien la pérdida de algunos de sus jugadores más importantes les ha hecho perder ese plus que les hacía estar entre los mejores del continente, aunque sigue contando con una base sólida y jugadores que se adaptan bien al estilo de juego de Klopp (la columna vertebral que ganó las dos ligas – Weidenfeller, Hummels, Piszczek, Kehl, Sahin o la estrella Reus – junto a otros que fueron llegando como Sokratis, Aubameyang, Mkhitaryan o Immobile).

La marcha de Götze y Lewandowski al Bayern ha dejado muy mercado al equipo de Dortmund | Bundesliga.com

La marcha de Götze y Lewandowski al Bayern ha dejado muy mercado al equipo de Dortmund | Bundesliga.com

El horrible inicio de temporada de los de Westfalia (decimoquintos en liga) ha descartado ya al que parecía el único equipo con alguna posibilidad (escasa, para que engañarnos) de disputarle al Bayern de Múnich un título que ya debe estar viajando en dirección Baviera.

Como ya he mencionado antes, una de las claves del incremento de nivel en los equipos de la Bundesliga está relacionado con el panorama actual de la sociedad europea: la recesión económica en la que se encuentra sumido gran parte del continente. El hecho de que Alemania sea uno de los estados con una situación presupuestaria más favorable provoca que los diversos equipos puedan crecer y mejorar sus prestaciones (al contrario que sucede en España, donde los problemas económicos en los equipos de fútbol están a la orden del día). Además, un reparto de derechos televisivos muy equitativo (semejante al de la Premier League inglesa) provoca que todos los conjuntos de la Bundesliga reciban una cifras cuantiosas, pues lo contrario tendría como consecuencia, como en el caso español, que la diferencia entre los grandes y los pequeños se expandiese hasta límites demasiado alejados entre sí.

La buena situación económica de Alemania contrasta con los problemas que ha provocado la crisis en Italia, lo que explica en parte por qué la Bundesliga ha superado a la Serie A

Así, hay varios equipos en una segunda fila que, aunque no pueden competir con el Bayern por hacerse con la liga, sí tienen la opción de luchar por desempeñar un papel relevantemente bueno en las competiciones europeas (lo cual hace un lustro era ciertamente complejo). Es el caso, por ejemplo, de un Bayer Leverkusen tremendamente irregular pero que presenta una clara mejoría con respecto a lo que venía enseñando algunos años atrás; o de un Schalke 04 que quizás es uno de los equipos alemanes que vive una situación peor que hace años: cuentan con un equipo muy competitivo (Draxler, Kevin Prince Boateng, Huntelaar), pero que no termina de arrancar, y la llegada de Di Matteo al banquillo de los de Gelsenkirchen sólo ha venido a agravar los ya de por sí numerosos problemas de juego del conjunto minero.

También hay que hablar de dos equipos que actualmente ocupan la segunda y tercera posición en liga: el Wolfsburgo y el Borussia de Mönchengladbach: dos conjuntos que el año pasado estuvieron en las posiciones altas y que este año disputan la Europa League. Son los dos grandes outsiders (una de esas palabrejas del fútbol moderno) de la Bundesliga. El Wolfsburgo, a cuatro puntos del Bayern tras once jornadas, es señalado como el futuro rival a batir por el Bayern. Liderados por el belga Kevin de Bruyne, deben luchar por disputar la máxima competición continental la próxima campaña, al igual que un Monchengladbach que continúa creciendo y ha pasado en pocos años de ser un equipo de zona media-baja de la Bundesliga a luchar por los puestos de cabeza: la clave de su éxito es una zona defensiva sólida y compacta y la calidad de jugadores como el joven mediocentro Christoph Kramer o los extremos Patrick Herrman o André Hahn.

Wolfsburgo y Mönchengladbach, dos de los equipos de moda en Alemania | Sportschau

Wolfsburgo y Mönchengladbach, dos de los equipos de moda en Alemania | Sportschau

En conclusión, parece evidente que la Bundesliga es un campeonato que vive uno de sus mejores momentos, donde el nivel general de los futbolistas está aumentando, con equipos que ofrecen cada vez más garantías para jugar un buen fútbol y competir de forma óptima ante equipos europeos de cierta entidad. Por desgracia para la competitividad, el excelente momento de forma y situación de dominio del Bayern de Múnich impide que su hegemonía pueda verse amenazada, a priori, por alguno de los otros diecisiete conjuntos que juegan en la primera división del fútbol alemán. Y tampoco parece que el panorama vaya a cambiar pronto.