“Showtime” versión española

La llamada edad de oro del deporte español es algo reciente. Se tiende a señalar su inicio en el año 1992 coincidiendo con la disputa de los Juegos Olímpicos de Barcelona, aunque el motivo real probablemente sea la inyección de dinero público por medio del plan ADO, la cual sirvió para marcar un antes y un después en la cantidad y calidad de los deportistas de este país. Ya que antes el número de competidores e incluso de especialidades con cierta transcendencia era realmente baja, aunque en realidad había tres excepciones. Y es que fútbol, ciclismo y boxeo han sido los tres deportes con mayor tradición durante gran parte del siglo XX. No es un casualidad, todos ellos requieren de relativamente poco equipamiento, no es necesaria un tecnificación excepcional para ser competitivo y prácticamente cualquiera puede iniciarse en ellos para que aparezcan aquellos suficientemente dotados para tener un rendimiento alto.

Y es que aunque ahora pueda parecer extraño el boxeo fue durante mucho mucho tiempo uno de los espectáculos que más atraía la población, tanto en afluencia a las distintas veladas como en el número de practicantes en relación a otras actividades. Aunque su situación actual es poco afortunada, el número de profesionales es escaso y salvo muy contadas excepciones compiten compaginando el pugilismo con otros trabajos porque pelear no es suficientemente rentable. Los patrocinadores escasean, las bolsas no cubren lo necesario para vivir y las promotoras no consiguen revertir esta situación. Pero sobretodo ha disminuido su popularidad, su importancia en los medios de comunicación es ínfima y casi residual. En definitiva un cóctel que ha relegado al anonimato a uno de los entretenimientos más populares del siglo pasado.

Pero en las últimas semana y aprovechando, como no, las redes sociales ha aparecido una velada que está despertando mucha expectación. La cita tendrá lugar el próximo día 12 de diciembre en la ciudad de Barcelona. Y no lo hace porque hasta Cataluña se vaya a desplazar una gran estrella internacional, ni porque se ponga en disputa un título internacional, ni tan siquiera porque la organización este patrocinada por algún rostro conocido. Lo hace gracias a lo que en Estados Unidos se conoce como “showtime”.

El combate estelar por el que la mayoría de la gente pagará su entrada tiene mucho más que ver con como ha surgido que por la popularidad de los combatientes. El inicio de esta historia parte de un vídeo subido a la cuenta de facebook “chatarras palace” en el que el boxeador catalán Javier García Roche lanzaba de esta forma tan curiosa un reto.

La respuesta no se hizo esperar. El retado, Ruben Santos no tardó en tomar el guante que se le lanzó y decidió responder a través de la cuenta de su club de fans.

La semilla estaba plantada, ambos competidores vieron una buena oportunidad para sus carreras llevando adelante esta propuesta y siguieron intercambiando grabaciones. En estas se ha podido ver un poco de todo, desde el estado de las negociaciones, pasando por piques o “vaciladas” entre ambos, buscando no solo generar una rivalidad que luego se debe plasmar en un ring más sino para que los aficionados se interesen por una pelea que apunta a ser el momento del año dentro de estas fronteras. Mientras las promotoras de uno y otro se sentaron para organizar el combate la expectación en la red iba creciendo poco a poco, especialmente entre los aficionados al noble arte. Hasta que se llegó a un acuerdo.

La mitad del trabajo estaba hecha. Pero a falta de más de un mes para que llegara el gran día, sobraba el tiempo para que continuara la disputada dialéctica entre ambos. Y ahí comenzó a correr la imaginación. Desde alguna que otra bravuconada, pasando por el humor ambos contendientes daban un punto más de emoción a su particular historia. Todo ello a través de la misma red social en la que había comenzado este particular debate.

 Para muchos una pequeña lección de la vida servida en raciones de tres minutos por asalto

Incluso para hablar de los flecos que quedaban pendientes continuaron con la disputa dialéctica. El choque de posturas en el número de asaltos que debían disputarse, los jueces o la necesidad de pasar o no un control anti-doping. Una narración casi en directo de todo lo que rodea al esperado acontecimiento de boca de sus propios protagonistas. Una forma distinta de llegar a las masas y que parece haber sido realmente efectiva.

Hasta conocer cual de los dos alzará los brazos al finalizar el combate queda claro que ya hay un ganador, el boxeo nacional. La expectación que ha generado la velada es tal que parece claro que se colgará el no hay billetes y que incluso podría llegar a retransmitirse. Con un gran cartel en el que también se incluye la presencia del ex-campeón del mundo Kiko García, sin olvidar a gente como: Gabriel Campillo, Sandor Martín o Juli Giner. Pero el foco estará puesto en el duelo entre el “rey chatarrero” y el “tigre de Benidorm”. Un momento que podría marcar el cambio de tendencia en uno de los deportes con mayor tradición en este país. Una oportunidad para que recupere parte del terreno perdido e incluso para que poco a poco puedan incorporarse nuevos adeptos y también para mostrar que el pugilismo es mucho más que dos personas golpeándose en un ring. Sino que como todos sus defensores explican es un deporte que exige una preparación física exhaustiva, mantener respeto tanto hacía tus rivales como a tus compañeros, pero sobretodo que exige ser tan bueno sacando los puños como defendiéndote y esquivando los que recibes. Para muchos una pequeña lección de la vida servida en raciones de tres minutos por asalto.

Imagen de portada sacada del Twitter de Sergio “Maravilla” Martínez (@maravillabox)