El grupo Innova en las semifinales del concurso internacional Drones for Good
El grupo Innova está formado por cuatro chicas abrumadas por las felicitaciones, las entrevistas y las constantes llamadas de los diferentes medios de comunicación. Aseguran que aún no se creen todo lo que está pasando y continúan asumiendo el éxito de su trabajo. Estas jóvenes promesas son Macarena Arcay Rozas, Tays Ferrer Gómez, Susana López Fernández y Andrea Magán Rey; estudiantes del Grado en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Producto en la Escuela Universitaria de Diseño Industrial de Ferrol. Su talento las ha puesto en una situación privilegiada. Acaban de quedar semifinalistas en un concurso internacional que promueven los Emiratos Árabes y la multinacional Indra. Se llama Drones for Good y esta es su propuesta.
¿Cómo surgió la idea de participar en el concurso?
La idea del proyecto en sí surgió en la asignatura de Gestión e Innovación de diseño del curso pasado. El profesor, Adolfo Lamas Rodríguez, tras descubrir la convocatoria del concurso a un mes de cerrar el plazo de entrega, nos animó a presentarnos.
¿Y cómo surgió la idea de elaborar un proyecto basado en el trasplante de órganos en drones? ¿En qué consiste?
La idea surgió en el trabajo que mencionamos antes, en el que teníamos que proponer una idea innovadora que se enmarcara en uno de los puntos de los retos de la sociedad, unas ayudas que da la Unión Europea para proyectos de innovación. Todo ese trabajo era “ficticio” pero ahora se esta convirtiendo en algo real.
Nuestro proyecto, “Dronlife” supone un avance a nivel médico-tecnológico, pues propone el desplazamiento de órganos en operaciones de trasplante de la forma más eficiente posible, contando con los drones como medio de transporte y salvar vidas como filosofía de proyecto.
¿Cuál es el objetivo principal que queréis alcanzar con dicho proyecto?
Querríamos reducir el tiempo de transporte del órgano.
“Dronlife” supone un avance a nivel médico-tecnológico, pues propone el desplazamiento de órganos en operaciones de trasplante de la forma más eficiente posible, contando con los drones como medio de transporte y salvar vidas como filosofía de proyecto
¿Cómo recibisteis la llamada que os comunicaba que quedabais finalistas?
El día 13 de Octubre entraba una llamada en el teléfono de una de las componentes del grupo, Tays Ferrer, proveniente de la organización del concurso, en la que se nos anunciaba que estábamos entre los 20 semifinalistas a nivel mundial. Al principio no nos lo creíamos, pues competíamos con cientos de empresas que llevan años en el sector.
¿Cuáles son vuestros pasos a seguir a partir de este momento? ¿Qué fases tenéis que pasar a continuación?
Ahora mismo, por una parte estamos analizando, con la ayuda de varios de nuestros profesores, la situación en cuanto al desarrollo técnico de la propuesta, y de la modelización del concepto. Por otra, animando a la gente para que eche un vistazo a nuestra propuesta, nos siga en Facebook “Dronlife” y nos ayude con su votación en la página.
¿Cuál es la perspectiva de futuro que esperáis con este proyecto?
No sabemos que pasará después del concurso, todo dependerá de lo que suceda en Dubái (si llegamos).
En las últimas semanas habéis tenido mucho eco en los medios de comunicación, ¿cómo os sentís al respecto?
Nos sentimos muy contentas y un poco en shock. Estamos muy halagadas de que nos llamen para hacer entrevistas y hablar sobre el proyecto y queremos agradecer la ayuda que nos brindan los medios para dar difusión a nuestro trabajo.
Parte del concurso se basa en la votación popular y estáis utilizando las redes sociales para promocionar el proyecto. ¿Estáis consiguiendo los resultados que esperabais?
En realidad no. En la página de Facebook tenemos unos 300 me gusta, y el alcance de la publicación llega a más de 2000 personas, pero tenemos 160 votos. En realidad creemos que el que esos me gusta no se reflejen en votos es por la gran dificultad a la hora de votar en la página del concurso.
¿Cuál es el premio al que podéis acceder si continuáis a este ritmo?
Por una parte, el premio en el concurso de Indra es la ayuda por parte de esta multinacional para crear nuestra propia start up y la colaboración de expertos del sector. Por otro lado, el premio del concurso de Drone for Good es el de 1 millón de dólares.
Y para acabar. Sois estudiantes de último año de Diseño Industrial y estáis compitiendo con grandes profesionales del sector y empresas que llevan trabajando en ello durante muchísimo tiempo. ¿Cómo resumiríais, en una frase, esta experiencia?
Está siendo una experiencia intensa, con mucho trabajo y plazos muy cortos, pero de la que esperamos acabar con un buen sabor de boca.