Balaídos y el fútbol de selecciones
Un niño de cinco años se hace una media de 50 preguntas por minuto. Entre ellas, yo me preguntaba qué grandes selecciones habrían jugado en el estadio de mis sueños: Balaídos. Ese lugar donde mi padre me llevaba de la mano a ver al fútbol. Ese templo donde aprendí mil cosas, entre ellas a insultar a un árbitro para disgusto de mi madre, pero sobre todo donde comencé a amar al deporte.
Han pasado quince años desde el último partido de la selección española en Balaídos. Un partido que ilusionaría a cualquier niño
Supongo que cuando somos pequeños tendemos a idealizar las cosas. Por eso, y como mi primer recuerdo futbolístico es el Mundial de Francia 98, yo solo soñaba con ver partidos de selecciones en Vigo y la verdad es que no tuve que esperar demasiado. Solo un año después, en el 99, España jugaría un amistoso en Balaídos ante Brasil, toda una campeona del mundo. El partido fue un tostón (0-0 de libro) porque llovía y a nadie le apetecía arriesgar demasiado el físico en un amistoso, pero el estadio repleto acabó cantando la “Rianxeira” que tanto se estilaba en las gradas del coliseo celeste por aquellos tiempos.
Quince años han pasado desde aquello, y este martes muchos niños vivirán una sensación similar con el España-Alemania. Sus ídolos, y más ahora después de haber ganado dos Eurocopas y un Mundial, llegan a Vigo para transformarse en personas de carne y hueso. Las dos últimas campeonas del Mundo en una estadio que tiene más historia de la que parece con las selecciones. Por ejemplo, la de ver la construcción de un campeón del mundo.
España 1982: El estadio donde casi claudicó Italia
Los libros de historia hablan de los goles de Paolo Rossi y de la fortaleza italiana, pero eso solo sucedió desde la llegada del combinado italiano al Estadio de Sarriá. Allí eliminó en la segunda fase a Argentina (la actual campeona del mundo) y a la Brasil de Zico que todos esperaban en la final contra la potente Alemania Occidental. Los italianos se cargaron todas las quinielas y acabarían derrotando también a Alemania en la final para hacerse con el título. Lo que pocos recuerdan es que mientras Brasil enamoraba a Sevilla, Italia casi se queda atascada en el foso del estadio de Balaídos.

Italia-Camerún, el último partido del Mundial de España que se celebró en Balaídos – ©InfoDeportes
Riazor y Balaídos eran las dos sedes elegidas para el grupo A del Mundial. El sorteo deparó que Italia jugaría los tres partidos en Vigo, mientras que el resto de selecciones (Polonia, Camerún y Perú) también visitarían el estadio blanquiazul. Los italianos sufrieron lo que no está escrito en la ciudad olívica y se clasificaron sin ganar ni un solo encuentro. Tres pírricos empates dejaron en el recuerdo de la aficción viguesa, que observó como en el último encuentro dejaban fuera a Camerún con un empate a uno (la selección favorita del público y grata sorpresa del torneo) solo por la diferencia de goles. Mi padre estaba en esos tres partidos, y ni él, ni ninguno de los miles de aficcionados que vieron a aquella Italia flirtear con la eliminación en Vigo, esperaba que la azzurra acabara proclamándose campeona del mundo.
Italia, la campeona del mundo, jugó tres partidos en Balaídos y no fue capaz de ganar ninguno
Los italianos se clasificaron como segundos de grupo, empatados a puntos con Camerún que fue tercera. Polonia dominó el grupo tras conseguir derrotar por 4-1 a Perú, en el último partido en Riazor, el único partido del grupo que no finalizó en empate. Italia ,tras no pasar del empate en Vigo, ganaría todos los partidos que le quedaban para ser la mejor selección de ese Mundial. Polonia finalizó el Mundial tercera, tras claudicar en la semifinal frente a los propios italianos en el Camp Nou.
Un amistoso para la polémica

Así recogió la prensa de la época el amistoso España-Portugal del 37
Repasando la historia de la selección en Balaídos, España nunca ha perdido un encuentro en el estadio olívico. Sin embargo, existe un encuentro en que la selección española cayó derrotada, pero que no está reconocido en ningún libro de historia. El 28 de noviembre de 1937, España perdió ante Portugal por 1-2, en un partido organizado por Franco y apoyado por la dictadura de Salazar. La ciudad de Vigo vivió un partido de fútbol en medio de una apoteosis falangista, donde al dictador solo le falló el resultado.
Hablamos de dos amistosos realizados para la propaganda fascista. Dos amistosos que terminaron incluso en rebelión
Ese día España jugó con camiseta azul claro y pantalón azul oscuro, mientras que Portugal vestía camiseta blanca y pantalón azul. Ni rastro del rojo en ninguno de los dos equipos, ya que la propaganda fascista no se lo podía permitir. De ese amistoso para olvidar surgiría otro en Portugal. Se disputó el 30 de enero del siguiente año, justo el día que Franco proclamaba su primer gobierno en Burgos. No era más que otra exhibición fascista, pero que en este caso terminó en rebelión. Portugal volvió a ganar, pero pocos se acuerdan del resultado ya que tres futbolistas portugueses se negaron a realizar el saludo fascista obligatorio durante los himnos. Se trataba de tres futbolistas de Os Belenenses: Quaresma, Azevedo y Amaro. Los tres salieron tuvieron que acudir a declarar ante el gobierno, pero salieron libres de culpa gracias a las buenas relaciones del dictador Salazar con la cúpula de su equipo. Sino estaríamos hablando de otra historia. En la prensa de la época no se habló de esta protesta y se hizo hincapié en la “fiesta ibérica de la liberación”. Una fiesta que no fue más que otra de las múltiples farsas de la dictadura. Por eso, esos dos partidos para olvidar nunca fueron reconocidos en ninguna estadística internacional.
Los compromisos de España en Balaídos

España-Brasil en 1999, el último amistoso de España en Balaídos
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que ese partido no tiene validez, España nunca ha perdido en el municipal de Balaídos. Se estrenó en 1926 ganando por 4-2 a Hungría. Y desde entonces suma tres victorias: a Portugal en 1933, a Holanda en 1980 y a Suecia en 1998. El resto de encuentros finalizaron en empate: ante los lusos en otras dos ocasiones (1979 y 1994) y ante Brasil en el citado amistoso de 1999.
Esta será la octava vez que la selección española visite Balaídos, quince años después de que lo hicieran Valerón, Raúl o Morientes en 1999. En ese partido ante Brasil también jugaron Luis Enrique (que ha sido entrenador del Celta) y Míchel Salgado (el único representante del Celta en aquel encuentro). Muchas cosas han cambiado quince años después, pero el fútbol de selecciones vuelve a Balaídos y lo hará con representación local otra vez (en la figura de Nolito). Este martes muchos niños volverán a ilusionarse por ver en el campo de sus sueños a todos sus ídolos. Un campo con más historia de la que parece. Una historia que esta semana volverá a escribir un nuevo capítulo.