Fortalezas de cartón piedra

Domingo 31 de agosto de 2014. El deporte español vive una hazaña. Carolina Marín se proclama campeona del mundo de bádminton, una disciplina que en nuestro país solo tiene 6.800 licencias federativas. La onubense comienza entonces su particular paseo por todos los medios de comunicación. Radios y televisiones reaccionan al instante ante otro gran logro del deporte minoritario y al día siguiente la prensa escrita nos muestra una cara que se vuelve conocida para todos por un día. Las redes sociales hierven y el título de experto en bádminton está al alcance de diez simples tweets. Ese fue un día histórico para el bádminton español, un deporte del que mes y medio después nadie habla.

©Carolina Marín en lo más alto del pódium - RTVE

Carolina Marín en lo más alto del pódium – ©RTVE

El Club de Bádminton Rinconada es el club más laureado en este deporte en España. Los andaluces acumulan en sus vitrinas doce títulos de campeones de España, e incluso han llegado a ser campeones de Europa en 2006. Un club muy potente a nivel deportivo, pero que a la hora de la verdad lucha por llegar a fin de mes, al igual que sus clubes homónimos en el panorama nacional. Este año han tenido que buscar recursos donde no los hay, y para ello han comenzado una campaña de crowdfunding en Goalfunds. Desde el club piden dinero para financiar sus desplazamientos, algo que parece sencillo en otros deportes, pero que en este no lo es tanto.

¿Se imaginan al Real Madrid o al Barcelona con problemas de dinero para financiar los viajes de sus categorías inferiores? Pues eso es lo que ocurre en el bádminton en España

Las comparaciones son odiosas, pero ¿se imaginan que el Atlético de Madrid, el Barcelona o el Real Madrid necesitan dinero para financiar los desplazamientos de sus categorías inferiores? Teniendo en cuenta el nivel de este club, la comparación no sería tan descabellada. El problema viene a ser el de siempre, sin repercusión no hay dinero, y sin tradición, tampoco. Elementos que deben cambiar progresivamente para mejorar la situación de este deporte

Antonio Molina Ortega, el director técnico del club, nos explica que “esta campaña es una forma ilusionante de seguir formando a los chavales”. Como es lógico, sin un vehículo no podrán viajar, y la “forma de crear grandes campeones se logra también en esas experiencias viajando por toda España y llegando Portugal y a Francia”. El Club Rinconada se ha embarcado en una campaña ambiciosa ya que pide 16.000 euros, pero aceptan cualquier tipo de aportación. Las recibidas hasta el día de hoy hacen ver hacia el futuro con optimismo.

Un piña del Club Bádminton Rinconada antes de un partido - ©GoalFunds

Un piña del Club Bádminton Rinconada antes de un partido – ©GoalFunds

La financiación por crowdfunding en el deporte se está poniendo de moda. Sin embargo, para que el bádminton crezca son necesarias otras muchas cosas. Los éxitos de deportistas como Carolina Marín o Pablo Abián ayudan y mucho. Como nos confiesa Antonio Molina Ortega, “era ya necesario ponerle un poco de cara a este deporte, tanto para los patrocinadores, como para que los niños se interesen más por el”. Todo esto hace que desde este club “se observe al futuro con optimismo y con la motivación de llegar cada vez más lejos”.

“Era necesario ponerle un poco de cara a este deporte. Es una forma de atraer a los chavales y también a los patrocinadores” – Antonio Molina Ortega, director técnico del Club de Bádminton Rinconada

Esta es otra de tantas historias que existen en el bádminton español. Historias de superación, de lucha y de mucho trabajo por alcanzar los sueños de los que se acuestan pensando que pueden llegar a ser campeones en este deporte. Hace mes y medio todos sabíamos de bádminton en España, pero en realidad nadie tenía ni idea. Porque el éxito puede llegar de forma espontánea, con un gran talento de la naturaleza como Carolina Marín, pero para que llegue de forma progresiva y continua se necesitan otras muchas cosas. Por lo tanto, que el éxito no nos engañe, ya que de momento la fortaleza del bádminton español no es más que una fortaleza de cartón piedra.