Gómez Noya, haciendo historia
Además del talento, para triunfar en el deporte profesional se necesita de muchas dosis de trabajo y esfuerzo que muchas veces no se ven recompensadas. Conseguir el éxito 1 vez ya es digno de ser elogiado, pero proclamarse campeón del mundo por cuarta vez tiene un mérito enorme. Y más en un deporte individual tan duro como el triatlón.
Pues bien, Javier Gómez Noya se convirtió, el pasado domingo 31 de agosto, campeón Copa del Mundo de Triatlón. Lo hizo por cuarta vez en su vida. Esfuerzo, trabajo y muchas horas de dedicación que se ven recompensadas por un éxito que está al alcance de muy pocos. Noya, al que le valía con ser cuarto en la carrera, no quiso contemporizar y fue en busca del mejor resultado posible, a pesar, de no estar en las mejores condiciones posibles debido a problemas estomacales que le hicieron abandonar la prueba anterior.
Es el último de los muchos logros del triatleta ferrolano, que desde que era pequeño empezó a destacar. Primero como nadador en su etapa de diño y después en el mundo del triatlón. Un mundo en el que en sus inicios le pusieron muchas trabas, pero en las que el deportista, a base, de muchas horas de sacrificio y pasión por este deporte dio superado. Una anomalía cardíaca provocó que le retirarán la licencia en 1999 para participar en la mayor parte de los campeonatos. A pesar de todo, siguió compitiendo en algunas pruebas, hasta que en 2006 se le es devuelta la licencia y de esta forma, la felicidad de dedicarse a aquello que más le gusta, el triatlón.
La medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Río sería la guinda a su carrera
Su vuelta a las carreras fue espectacular y evidenció las ganas de cosechar los títulos que le privaron mientras estaba inhabilitado. Desde entonces, el gallego no ha perdido el tiempo y ha cosechado premios en la mayor parte de las competiciones que ha participado. Destacan, sobre todo, los cuatro títulos de Campeón del Mundo y la plata obtenida en los Juegos Olímpicos de Londres.
Sin olvidar también las victorias en el Campeonato de Europa de Triatlón (3 veces campeón), las Series Mundiales ITU (7 títulos), las Copas del Mundo ITU (ganador en 14 ocasiones), o en pruebas como el Escape of Alcatraz Triathlon o cuatro pruebas del Circuito Americano Life Time. Además, recibió el pasado año la medalla de oro del Real Orden del Mérito Deportivo, la mayor condecoración para un deportista en este país.
Una cosecha alcance de muy pocos en un deporte tan duro y sacrificado. Gómez Noya nació para el triatlón y él siente este deporte como su vida. Sus triunfos no fueron sencillos. La enorme competencia tanto nacional como internacional en estas pruebas ponen cada día más difícil el éxito del gallego. Una competencia que sirve a Gómez Noya para crecer aún más y poner más en evidencia, la grandeza de este deportista.
Con 31 años, aún le queda cuerda para rato y mucho camino por recorrer. A pesar de formar ya parte de la historia y de la élite del triatlón, Javier Gómez Noya tendrá en los próximos años más retos. Entre ellos, estará seguramente el sueño de cosechar el Oro Olímpico en los próximos Juegos Olímpicos en Río. Sería la guinda de para la carrera de uno de los mejores deportistas de la historia de España. De Ferrol al Mundo, Javier Gómez Noya, campeón por méritos propios. Un campeón destinado a hacer historia.