El niño: parque acuático en el Estrecho
La valoración general de El niño podría bifurcarse en separados puntos de vista. Por un lado, el esperado regreso de Daniel Monzón que nos hace recordar la galardonada Celda 211 para someterla a duras comparaciones, y luego está la expectación vivida en las cárceles italianas. Pocos son los desconocedores del estreno de la cinta el pasado 29 de agosto y esto es, indudablemente, gracias al acoso y derribo ofrecido por el grupo Mediaset. Desde esta óptica, estamos ante un claro éxito publicitario que consigue batir todos los récords del año. Para los más cinematográficos no es tan marcada la victoria. Los ojos azules de El niño se olvidan mucho antes que la voz quebrada de Malamadre.
Los ojos azules de El niño se olvidan mucho antes que la voz quebrada de Malamadre
Si bien es cierto que la historia es más creíble, las actuaciones hacen dudar del tan espontáneo casting. Sin olvidar que al tratarse de una historia real, la credibilidad viene dada. Luis Tosar, unos cabos bien atados y un guión muy bien escrito harán el resto. El acento gallego marca el tono profesional en un entorno lleno de corrupción y noches de discoteca intercaladas con tráfico de drogas. Ayuda a vislumbrar la situación en el Peñón, a la vez que disfrutamos de las preciosas estampas. ¿Quién no se cree que dos jóvenes andaluces abandonan sus trabajos para ir a buscar una piedra a Marruecos? Momentos cómicos como éste se repiten a lo largo de la película y consiguen equilibrar la angustia de las persecuciones.

Una película con dos protagonistas. | Foto de: elniñolapelicula.es
Sin necesidad de pararse a explicar el pasado o venidero de unos personajes perfectamente logrados, consigue detallarnos el perfil de un policía volcado en su trabajo, sin ningún apego a la vida convencional y obsesionado por pescar a los peces gordos que chapucean por el Estrecho. La velocidad de la cinta no se lo permite, pero es que además, la brillante actuación de Luis Tosar tampoco lo necesita. Sin lugar a duda, aporta la experiencia de la que el joven Jesús Castro carece. La función del gaditano radicará en fruncir el ceño, quitar el olor a usado que algunos actores españoles desprenden y soltar las frases con un profundo acento andaluz sin morderse la lengua.
Sus guapos protagonistas podrían destronar a Dani Rovira y Clara Lago en la temporada otoño-invierno de El Corte Inglés
Nos resulta fácil imaginarnos a la mente creadora en el salón de su casa incubando la idea mientras ojea el telediario. Se recupera el género que escasea en el cine español sin necesidad de recurrir a guerras civiles. Consigue saciar el hambre de unos espectadores que, empujados por razones subliminales, acuden a verla. En visión de conjunto, el largometraje no debe envidiar a cualquier thriller hollywoodiense sin por ello perder el matiz autóctono. La tensión harán saltar a la señora que se siente a tu lado en la, muy posiblemente, abarrotada sala. Son estos los puntos clave que convierten el film en un orgullo en taquilla, sin por ello justificar la falta de sorpresa que surge tras la ingesta.

Con los ojos hace lo que puede. | Foto de: elniñolapelicula.es
La primera semana ya ha superado a la romántica Ocho apellidos vascos, y sus guapos protagonistas podrían destronar a Dani Rovira y Clara Lago en la temporada otoño-invierno de El Corte Inglés. También han aparecido ya las primeras críticas sobre la frivolidad con la que es tratado el narcotráfico de la zona. De la misma forma, el poco parecido físico entre el personaje real y el atractivo actor hacen reír a más de uno. Pocas veces llueve a gusto de todos, pero desde luego no cabe duda de que con ésta sí, el cine logra narrar la historia de su tiempo.
Foto de portada: El Confidencial