Mauricio Del Solar: “Tienes que encontrar lo que te gusta y llevarlo hasta el final”

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Retrato de Marta, día 160 | © Mauricio Del Solar

Mauricio Del Solar le hizo caso a Bukowski y está haciendo aquello que le gusta. Ha materializado su pasión en un proyecto llamado 365 Retratos. Explica que algunas personas quieren fotos formales pero que el propósito de otras es fardar. “Luego se llevan una sorpresa buena y decepcionante a la vez porque esperaban postureo y se encuentran con algo auténtico”, sonríe. Y después viene gente que quiere ser modelo y ve esto como una oportunidad. También hay personas como Silvia y Áxel, que casi no tenían experiencia previa con el mundo de la fotografía. Ellos lo definieron como “una experiencia entretenida y más personal de lo que esperábamos”. Pues “íbamos con la idea de algunas fotos y una charla pequeña, y al final fue un agradable intercambio de opiniones y bromas, además de dos retratos geniales claro”. 365 Retratos es eso: estar una hora fotografiando y charlando con dos personas relacionadas de alguna forma con Pontevedra como único requisito, para que luego aumente la satisfacción de retratista y retratado con cada like.

Pero los retratos no son su única ocupación ni su vida laboral empezó en la fotografía. Primero vino la música. “A los 17 años vivía bajo su mismo techo, pero ganaba más dinero que mi padre”, afirma Mauricio. Y aún así ese trabajo no le gustaba nada, sino que quería hacer su propia música y no ser un mercenario. Después estudió una carrera a distancia que muchas personas empiezan y pocos acaban: ingeniería informática. Aunque de alguna forma siempre había estado ahí, el interés por las fotos surge en esta etapa, pues en sus horas libres se dedicaba a esa actividad. “Es que yo no soy capaz de estar parado”, me dice. “Entonces, ¿estudiabas fotografía para descansar del estudio de la carrera?”, le pregunto. “Efectivamente”, y se ríe. Luego, con el título de informático en la mano, llegó a hacer aplicaciones para Apple pero “un programador en España gana muy poco dinero para las horas dedicadas. Además en Galicia no hay prácticamente nada, tienes que irte a Barcelona como mínimo”. Y poco después llegó el gran dilema. ¿Ser ingeniero o fotógrafo? ¿Cuál de las dos carreras tiene más futuro? “Ninguna de las dos y las dos a la vez. Va a ser tan difícil una como la otra. Lo que es fácil es tener un chollo de mierda”, sentencia.

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Retrato de Ela, día 33 | © Mauricio Del Solar

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Retrato de Belén, día 146 | © Mauricio Del Solar

“Fotográficamente hablando soy completamente autodidacta”, me confiesa Mauricio. Pero no es algo negativo, de hecho los grandes fotógrafos suelen serlo. Por ejemplo Joey Lawrence, que hizo los carteles publicitarios de Twilight a los 18 años. Añade que fue mucho mejor llegar a la fotografía después de haber pasado por las dos carreras anteriores. “Porque tenía el background de currarme las cosas por mí mismo y sabía cómo eran los planes de estudio de la rama científica y de la rama artística. Así que, como esos planes suelen ser bastante malos, fusioné lo mejor de ambos y me cree uno propio”. De hecho, me dice que hoy en día sigue estudiando fotografía. Porque realmente no paras de estudiar ningún arte. “Y lo más importante para mí a la hora de estudiar es saber qué necesito e ir a por ello. Cuando algo no me sirve, lo tiro. Cuando algo no lo entiendo, busco más información”, y añade que Internet permite hacer eso. Por ejemplo, algo muy bueno que hace para aprender es ver seminarios americanos en streaming.

Y poco después llegó el gran dilema. ¿Ser ingeniero o fotógrafo? ¿Cuál de las dos carreras tiene más futuro? “Ninguna de las dos y las dos a la vez. Va a ser tan difícil una como la otra. Lo que es fácil es tener un chollo de mierda”, sentencia Mauricio

Después de la charla sobre el pasado, entramos en la reflexión de cómo tu vida laboral es tu vida al fin y al cabo. Empieza diciendo que psicológicamente tienes que estar preparado para elegir bien qué quieres hacer y que es una suerte saberlo ya desde tu primera carrera. Y si no lo descubres nunca, siempre puedes ser uno de tantos zombis que hay. Acabas la carrera, encuentras tu primer trabajo, te quedas ahí, o cambias de empresa pero desempeñando el mismo labor toda la vida, esperas al viernes, los fines de semana desfasas, odias los lunes… “No eres feliz. Y creo que es el 90% del país. Yo no quería eso. Y si me lo tengo que currar, que así sea, pero en algo que sea mi pasión”, se toma un par de segundos de descanso antes de la siguiente frase. “La fotografía en España… te lo tienes que currar, tienes que ser autónomo. En mi caso, pasó de ser esa actividad que me come tiempo de la profesión para ganarme la vida, para ser las dos cosas”. Se ríe. “Al final es eso, tienes que encontrar lo que te gusta y llevarlo hasta el final. Pero lo que te gusta de verdad. A mí me gustaba la música y disfrutaba con ella, pero avanzar en la carrera no me apetecía. Me gustaba programar, pero no quería llegar al final. ¿Irme fuera por esto? No me apetece, por esto no.” En cambio se le ocurren mil situaciones en las que estaría feliz con la fotografía. Siendo freelance, trabajando en una empresa, yéndose fuera, quedándose aquí… “Quiero llegar todo lo lejos que pueda en esta carrera”, declara el fotógrafo con la mirada fija en la ventana.

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Retrato de Alessandra, día 120 | © Mauricio Del Solar

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Retrato de Luis, día 5 | © Mauricio Del Solar

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Retrato de Ana María, día 80 | © Mauricio Del Solar

“A veces me cansa tirar el negocio adelante, pero nunca me canso hasta el punto de dejarlo. Quizá es la diferencia con las otras dos. Nunca me canso de tirarlo todo por la ventana”. Sino que se fuerza a pensarlo de otra manera. Me cuenta que un sector exitoso es el de las bodas, pues mucha gente se casa y todos quieren un buen reportaje. Mauricio no empezó por aquí pero ahora se dedica a esto. “Es gracioso porque al principio era como el patito feo de la fotografía, pero ahora me tiene enganchado. Se podría considerar fotoperiodismo porque es pura improvisación y tienes que hacer el reportaje de todo un día, captando los momentos. Pero el fotoperiodismo no tiene por qué tener ese factor artístico, aunque realmente si lo tiene marca la diferencia“, reflexiona. Había dicho una palabra clave y le pregunté acerca de ello. “Si es cuestión de documentar, incluso vale alguien con un iPhone, pero si quieren algo más, es necesario un fotógrafo bueno. Si me preguntas por el fotoperiodismo de La Voz de Galicia, mucho nivel no veo la verdad, en cambio si que lo veo en Jot Down o en Esquire”, me responde.

“Para mí es muy importante el trato con el cliente, que la gente note que te gusta y te lo pasas bien. Si hay pasión… las personas lo notan. Una vez que la gente conoce tu trabajo, todo viene”

“Me gustan los reportajes de las bodas porque son la antítesis perfecta con los retratos”. Explica que este último lo creas tú entre comillas, pero en el otro caso debes captar los momentos. Es como en la música, en el estudio buscas la perfección, quizás estás horas para un detalle, y en cambio en directo es improvisación, es la acogida del público. Aparte del proyecto, Mauricio hace más retratos. Sobre todo para profesionales como actores, músicos o escritores. “Además estoy enseñando, que es algo que me abre mucho la mente porque al explicar las cosas las ves de forma diferente. Aún así, las cuentas salen difíciles pero soy más optimista pensando en hacer crecer este negocio”. Bodas, retratos, cursos. Compaginar el tiempo es difícil con un niño de 18 meses porque su mujer, Raquel, también trabaja. Mauricio dice que publicará pronto en su blog, depende del niño, un post explicando que “para mí es muy importante el trato con el cliente, que la gente note que te gusta y te lo pasas bien. Si hay pasión… las personas lo notan. Una vez que la gente conoce tu trabajo, todo viene”. Le pregunto cómo le conocen. “Dejando de estar en Facebook, porque creo que tiene su utilidad, pero su trasfondo es el cotilleo, y más en Twitter, es menos estático”. Explica que cada red social tiene una forma de usarse diferente y vale para una cosa diferente. Ahora estoy intentando sacarle partido a Instagram. “Creo que la cuenta de un profesional debe tener contenidos personales. No subir tu trabajo que después pueden ver en otras páginas con mayor calidad, sino por ejemplo una foto con los hijos”, explica.

Pero pronto añade que todavía está aprendiendo y que necesita ser más creativo. Porque “al final para todas las profesiones hay que ser creativo. Un ama de casa tiene que ser muy creativa para poder manejarlo todo. No me gusta ese cliché de que solo es necesario serlo en las actividades artísticas”. Volvemos al proyecto. Me dice que le está sirviendo mucho y que su meta es trabajar en fotografía editorial. La iluminación, la tonalidad de colores, la producción… todo como en el cine. “Gracias al proyecto de 365 Retratos he aprendido de márketing, he aprendido de las personas, he aprendido técnica fotográfica. Y espero seguir aprendiendo hasta el final. Tengo muchos proyectos para el futuro”, dice Mauricio Del Solar.

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Retrato de Vanesa, día 30 | © Mauricio Del Solar