La RFEA y la persistencia en el error

La ciudad suiza de Zurich fue testigo, este mes de agosto, de la ostensible mejora experimentada por el atletismo español después de unos tiempos un tanto decepcionantes. El equipo nacional finalizó en una meritoria octava posición en el medallero en este Campeonato de Europa, sumando un total de seis metales: los oros de Ruth Beitia (salto de altura) y Miguel Ángel López (20 kilómetros marcha), la plata de Borja Vivas (lanzamiento de peso) y las tres medallas de bronce conseguidas por Ángel Mullera, Diana Martín (ambos en la prueba de 3000 obstáculos) e Indira Terrero (400 metros). Tres hombres y tres mujeres que se encargaron de demostrar que el atletismo español ha conseguido una mejora cuantitativa y cualitativa.

Además de las medallas, el conjunto español ha conseguido clasificar hasta 22 finalistas, una cifra notoria. Pero en este Campeonato de Europa de Zurich no estaban sólo en juego los metales, puesto que también se realiza una clasificación conjunta por países en las diversas pruebas. Una de las competiciones en las que España presenta siempre un equipo con capacidad para luchar por estar arriba es en maratón; de hecho, antes de la cita de este verano en Zurich, había conseguido ganar la clasificación por equipos en tres de los últimos cinco campeonatos de Europa.

Los buenos resultados del equipo español en Zurich, con seis medallas y veintidós finalistas, suponen un punto de inflexión en el atletismo nacional, que estaba pasando por una de las peores épocas de su historia reciente

Y no había motivos para pensar que este año pudiese ser diferente, de no ser por el grave error que cometió la RFEA (Real Federación Española de Atletismo) a la hora de publicar la marca mínima necesaria para clasificarse a este campeonato.

Hay que aclarar, antes de nada, que la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (encargada de organizar la competición) no estipula un tiempo mínimo para poder participar en la prueba de maratón; por lo que queda en manos de cada país decidirla. También hay que señalar que esta marca mínima tampoco es absolutamente inflexible: es el equipo técnico el que decide qué atletas van al Campeonato de Europa en función de su estado de forma u otras características.

Cada combinado nacional, para cada prueba, puede presentar a tres participantes masculinos y tres femeninos; sin embargo para la carrera de maratón, esta cifra asciende a seis para cada género. Este es un dato muy relevante, pues hay que tener en cuenta que el tiempo final de cada país viene dado por la suma de los tiempos finales de los tres mejores atletas. En una prueba tan exigente como la de los 42’195 kilómetros, un abandono nunca es descartable, por lo que sería positivo tener a más de tres atletas, para que en caso de que alguno se retire, eso no perjudique al equipo. Huelga decir, obviamente, que si no llegan como mínimo tres atletas de un país a meta, dicho país aparece como no clasificado.

A día 25 de julio del pasado 2013, la RFEA presentó un comunicado oficial en el cual constaban los criterios a tener en cuenta para la selección de los atletas que participarían en la prueba:

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Así, la marca mínima estipulada por la RFEA era de dos horas y 13 minutos, una de las más exigentes del panorama europeo: la única inferior era la de Polonia con 2h12’30’’. Con 2h13’, en el mismo grupo que España, encontrábamos a Francia; mientras otras naciones como Inglaterra marcaban un tiempo superior a las 2h15’. Incluso algunas, como Italia, no establecieron ningún tiempo mínimo, ya que, reitero, la instauración de una marca mínima era algo totalmente opcional y flexible.

En el mundial disputado en Moscú el año pasado, Javi Guerra finalizaba decimoquinto, lo que le daba automáticamente un puesto en el equipo español para Zurich 2014. Por su parte, otro de los eventos fuertes de la temporada tuvo lugar en noviembre, con la disputa del Campeonato de España de Maratón en San Sebastián. Allí, varios de los mejores atletas del país se presentaban con el objetivo de bajar de la marca mínima para clasificarse para los europeos. El vencedor de la prueba y el único que consiguió bajar del tiempo de referencia fue Carles Castillejo, rebajando las 2h13’ en tan sólo diecisiete segundos, en un final de infarto. Tras él entraron Pablo Villalobos (a 39 segundos de la marca mínima) y Eliseo Martín (a 1’05’’); quedándose muy cerca de conseguir la clasificación para el Campeonato de Europa.

Carles Castillejo consigue la victoria en San Sebastián | El País

Carles Castillejo consigue la victoria en San Sebastián | El País

Justamente una semana después, el español de origen marroquí Ayad Lamdassem conseguía un tiempo de 2h12’31’’ en el maratón de Fukuoka (Japón) que le situaba como mejor marca nacional de la temporada y le daba el billete a Zurich. Así, con todavía varios meses por delante, eran ya tres los atletas españoles clasificados para el Campeonato de Europa: el propio Lamdassem, Javi Guerra y Carles Castillejo.

En febrero fue José Carlos Hernández quien buscó el premio en la maratón de Sevilla, quedándose a tan sólo 26 segundos de conseguirlo, en una muy buena carrera que le dejó con un sabor amargo tras quedarse tan cerca del objetivo. Otro de los que tenían Zurich entre ceja y ceja era Pablo Villalobos, que después de quedarse a escasos segundos de conseguirlo en San Sebastián, tenía la intención de buscar la marca a lo largo de la temporada, pero las lesiones no le permitieron preparar en condiciones los 42 kilómetros.

A poco más de un minuto (2h14’15’’) se quedó el santiagués Pedro Nimo, si bien el gallego ya anunciara su renuncia al atletismo internacional, por lo que aunque hubiese conseguido bajar del tiempo estipulado no viajaría a tierras helvéticas. Hubo una intentona más, la de Rafa Iglesias en Coruña, quien sufrió una pájara en los últimos kilómetros que le impidió alcanzar la mínima impuesta por la RFEA.

En la temporada de primavera fueron varios los atletas que intentaron lograr la clasificación para Zurich, pero ninguno de ellos fue capaz de bajar de las 2h13′

Así, el 30 de abril era el día en que Ramón Cid, Director Técnico de la federación, debía realizar la selección de los atletas que representarían a España en el Campeonato de Europa de Maratón. Estaba claro que los tres hombres que habían conseguido un tiempo inferior a 2h13’ estarían en la lista, pero debido a la flexibilidad de las marcas mínimas, varios atletas comentaron que lo coherente y habitual sería que algunos de los corredores que se quedaron cerca de conseguirlo (concretamente Hernández, Villalobos y Martín) fuesen también elegidos para participar en Zurich, teniendo en cuenta que se podían presentar hasta seis atletas.

Sin embargo, la RFEA publicó la lista, en la cual finalmente sólo figuraban Javi Guerra, Ayad Lamdassem y Carles Castillejo. Por tanto, la marca mínima establecida había sido absolutamente respetada; no permitiendo la participación de los atletas que se habían quedado a escasos segundos. La noticia no estuvo nada exenta de polémica, pues a muchos personajes del mundo del atletismo les parecía incoherente que hombres que rondaban las 2h14’ no participasen en el europeo mientras que otros corredores de otras nacionalidades sí pudiesen hacerlo con tiempos cercanos a las 2h17’ (por ejemplo, los holandeses, cuya marca mínima era mucho más elevada).

Lamdassem, Guerra y Castillejo | Soycobarde.com

Lamdassem, Guerra y Castillejo | Soycobarde.com

Pese a la polémica y las quejas, la federación se mostró inflexible y se reafirmó en su decisión, llevando únicamente a tres hombres y tres mujeres. Esto, como ya había dicho anteriormente, implicaba un peligro de cara a la clasificación conjunta, especialmente a la masculina, en la cual el equipo era suficientemente competitivo como para poder ganar el campeonato: en el caso de que uno de los tres atletas no finalizase los 42’195 metros, España perdería el derecho a disputar dicha clasificación.

A pesar de esto, las expectativas eran positivas: pese a que había otros atletas europeos con tiempos similares (o incluso mejores) a los de los españoles, los países que contaban con varios atletas de primer nivel no eran demasiados (los favoritos, junto al combinado nacional, eran Rusia y Francia).

Así, llegó el momento de preparar la maratón, algo que requiere entre dos y tres meses de entrenamiento progresivo para llegar a la competición en un estado óptimo para afrontar la distancia de Filípides. En ese momento comenzaba el calvario de Carles Castillejo, que venía de pasar unos meses complicados con molestias en el tendón de Aquiles. El fondista catalán, y vigente campeón de España de maratón, iniciaba una carrera contrarreloj para recuperarse de su lesión a tiempo y poder preparar en condiciones el europeo de Zurich. Sin embargo, pese al empeño, a finales del mes de junio, Castillejo se veía obligado a renunciar al Campeonato de Europa.

Castillejo explica su renuncia en su blog personal

Castillejo explica su renuncia en su blog personal

Por tanto, a mes y medio de que tuviese lugar la prueba llegaba ya la confirmación oficial de que España no ganaría la clasificación conjunta de maratón, debido a que no presentaría al número de atletas necesarios para conseguirlo. En ese momento la RFEA se dio cuenta de que se habían pegado un tiro en el pie, en primer lugar al definir una marca mínima tan exigente, y en segundo lugar al mostrar una tajante inflexibilidad que les permitiese enmendar su error.

El resto es historia. Ya en tierras suizas, a cuatro días de la competición, Ayad Lamdassem, uno de los favoritos para luchar por las medallas, anunció que no participaría por una enfermedad que sigue siendo una auténtica incógnita hasta el momento. Así, la representación española masculina quedaba reservada a Javier Guerra, que sin embargo firmó una magnífica carrera finalizando en cuarta posición y quedándose a tan solo 17 segundos de la medalla de bronce.

En la clasificación conjunta fue Rusia la que se llevó el campeonato con un tiempo de 6h46’04’’, por delante del equipo francés. Y, aunque hacer cálculos quizás sea algo absurdo, y más en una prueba tan imprevisible como es el maratón, podemos aventurar que de haber presentado un equipo más extenso, la selección española habría tenido muchas posibilidades de haber finalizado en primera posición. Quizás una mejor toma de decisiones y una gestión más coherente por parte de la federación habría conllevado un nuevo campeonato de Europa para el equipo de atletismo español.

Foto portada: ellocoquecorre.com