PortAmérica 2014: dulce final para una lluviosa edición
Tercera edición del festival de música intercontinental PortAmérica, que se celebra en la localidad pontevedresa de Nigrán desde el año 2012. Con su cartel más explosivo, plagado de estrellas musicales del panorama hispanoamericano, llegaban a Porto do Molle tres días de sonido indie con aspiraciones latinas. Con un innovador doble escenario, factor diferencial con respecto a las dos ediciones previas, los artistas estaban destinados a ir sucediéndose entre ambos, con una libertad mayor para que los técnicos tuviesen tiempo para reorganizar el instrumental de cada uno de ellos.
El jueves 17 de julio arrancaba sobre la arena de Nigrán uno de los festivales más reconocidos a nivel gallego, a pesar de su corta trayectoria. El primer día del esperado acontecimiento llegaba con cientos de personas aguardando en sus tiendas de campañas, listos para dar rienda suelta a su espíritu festivalero, avalados por los extraordinarios precedentes que arrastraban los artistas allí presentes. Un sol acuciante y la brisa marina característica de las Rías Baixas contextualizaban el pistoletazo de salida para un PortAmérica dispuesto a arrasar.
A pesar de todo, las expectativas superaron claramente el resultado final de un festival algo agridulce. Como arranque, las actuaciones de Carlos Méndez, cantautor paraguayo con influencias folk-rockeras, y de la archiconocida en el panorama español Vega, con su reminiscencia habitual al alma de Woodstock, dejaron algo tibios a los ya necesitados de magia asistentes al festival. Vega, sin embargo, fue de menos a más, llegando a encandilar a la sección más joven del público con el rush final de su actuación.
Tras ellos, llegaban The Jayhawks, grupo de Minneapolis que triunfó en Estados Unidos en los 90, receptores del pop-rock melódico más ochentero y que hicieron llorar de amor a medio mundo en el culmen de su éxito. Sin embargo, la actuación de la banda liderada por Gary Louris resultó finalmente algo insulsa, con un público algo desencantado con el cual no lograron conectar más que con la llegada de sus dos grandes éxitos, “Blue” y “Save It For A Rainy Day”.
Sidonie, la explosividad de un primer día algo agridulce
Las expectativas se disparaban tras la llegada de Sidonie, los primeros gigantes del cartel. Los chicos de Marc Ros se llevaron por delante a sus predecesores, creando un cóctel espectacular entre su nuevo disco, “Sierra y Canadá”, y sus grandes éxitos, entre los que destacaron “En mi garganta”, “Por ti”, “Un día más en la vida” y “El incendio”. Los ponies incendiaron, literalmente, el escenario, con un espectáculo que dejaba el listón altísimo para la entrada del primer cabeza de cartel: Iván Ferreiro.
El cantautor de Nigrán, conocido por la sensibilidad de sus letras y la suavidad de sus melodías, había sorprendido con el anuncio de que su actuación consistiría en un repertorio completo de Los Golpes Bajos, grupo al cual él idolatraba en su infancia y cuyo líder, Germán Coppini, fallecía la pasada navidad. A pesar de que la notificación había sido realizada por el propio Ferreiro y su entorno con gran antelación, el homenaje caló de forma intensamente negativa entre un público que estalló en abucheos y comentarios negativos a través de las redes sociales. Iván Ferreiro, con su actuación más romántica que empática, no logró hacer que sus conciudadanos lograsen ponerse en la tesitura de estar viendo un tributo. La decepción quedaba intensamente pegada al paladar del espectador, que cerraba su primera jornada con la explosividad de Triángulo Amor Bizarro, el espectáculo de luces de 2 Many Djs y la locura electrónica de Meneo.
PortAmérica se iba a dormir con un sabor agridulce. Pero todavía quedaban dos días de festival, y, en teoría, lo mejor estaba por venir. Amanecía el 18 de julio y lo hacía con un cielo plagado de nubes. La lluvia no tardaba en hacer su aparición en Nigrán. A pesar de ello, la organización decidía permitir el arranque de la segunda jornada festivalera. Los colombianos Mitú y Systema Solar completaban sus actuaciones iniciales, sin lograr un impacto destacable, pero cuando la estadounidense Nikki Hill, una de las grandes sensaciones del rock & roll americano actual, se disponía a realizar su entrada en el escenario, el riesgo de tormenta eléctrica hizo a la organización verse obligada a cancelar el espectáculo.
Sin ser apenas las diez de la noche y con un show por delante que incluía a Calle 13, Andrés Calamaro, Niños Mutantes o los esperadísimos Vetusta Morla, todo se desvanecía. Los asistentes, deseosos de música, se veían obligados a refugiarse de la lluvia bajo sus tiendas, y todos esos grupos volvían a su origen sin haber podido bañar PortAmérica con su innegable y contrastada clase musical. Sin apenas haberse dado cuenta, PortAmérica llegaba a su último día.
Los esperados Vetusta Morla se despidieron sin asomarse al escenario
Las nubes parecían haberse desvanecido en cierto modo en la mañana del 19 de julio. El sol se asomaba tímidamente sobre el doble escenario de PortAmérica. El tercer día de música se presentaba apasionante, con las actuaciones de grandes grupos como Calexico, Nada Surf o Love of Lesbian por delante.
Dos grupos razonablemente desconocidos en el panorama musical español sorprendieron en el arranque del último día de festival. Belöp y Full se asomaban al escenario sin miedo y con su indie como bandera, logrando que el público se animase tras el duro golpe que la lluvia había asestado en la jornada previa. Con un esperanzador comienzo, los grandes grupos se preparaban para saltar al escenario.
En primer lugar lo hacían los veteranísimos The Sonics, de la mano de su sólido rock sesentero, los cuales, enfundados en su impresionante carácter y su imperecedero estilo personal, brillaron con luz propia sobre todos los demás grupos estadounidenses, enamorando a los más veteranos y sorprendiendo muy gratamente con su sonido a los más jóvenes. Tras ellos, los melódicos León Benavente llegaban para calmar un poco los ánimos con su romanticismo procedente de Nacho Vegas.
La lluvia volvía atacar, pero para revolucionar el escenario llegó Calexico, conjunto de origen mexicano que brilló con su multiinstrumentalismo, su versatilidad estilística y su fuerte presencia sobre el escenario. Seguidos por un ejemplo más tibio del rock sureño estadounidense encarnado en Nada Surf, finalmente llegaban al escenario los integrantes del grupo más esperado: los singulares Love of Lesbian. Santi Balmes saltó al escenario con una fuerza inaudita en la presente edición de PortAmérica. Alternando su música romántica con sus temas más cañeros, el líder del grupo barcelonés se ganó fácilmente al público con su carisma, haciendo que, por fin, Nigrán cantase con una sola voz. El momento final, cantando “Los toros en la Wii (Fantástico)”, será recordado como el culmen de la magia de PortAmérica.
Con el éxtasis lesbiano en la retina, El Columpio Asesino, Najwa y Eme Dj pusieron el broche a la presente edición de PortAmérica, que se despide con un sabor algo amargo debido a la lluvia y ciertas decepciones. El ascenso final, sin embargo, arregló en cierto modo la imagen empañada que los dos primeros días dejaron en su historial. 2015 espera, y las expectativas parten de cero.