Festival do Norte 2014: nunca llueve a gusto de todos

A pesar de que ya se lleve celebrando trece años, este año el Festival do Norte se enfrentaba a un nuevo reto: que todo saliese bien en la nueva ubicación. En un principio A Illa de Arousa parecía el sitio idóneo. Playa, sol, buenos restaurantes… Todo apuntaba a que iría como la seda, pero no contaban con la compañera gallega por excelencia: la lluvia. Aun conociendo la previsión meteorológica para el fin de semana, la organización no creyó conveniente montar una carpa para evitar la lluvia, y muchos utilizaron El Ultramarinos, la zona para artistas emergentes, para ponerse a cubierto. Este imprevisto les ha acarreado bastantes reproches en las redes sociales, cosa que por otro lado siempre ocurre, y es que nunca llueve a gusto de todos, y nunca mejor dicho. Los tres días que duró el festival estuvieron marcados no sólo por los intermitentes aguaceros, sino también por los problemas técnicos. Sin embargo, todos los artistas agradecieron a los allí presentes que se quedasen a pesar de los fallos técnicos que se repitieron durante las tres jornadas.

Este año se presentaba un cartel bastante sorprendente y de gran calidad

Una cosa que me llamó bastante la atención fue el tamaño del recinto y el aforo. Habiendo ido a ediciones anteriores en la antigua ubicación, el recinto ferial FEXDEGA en Vilagarcía de Arousa, la caída en el número de asistentes en esta edición ha sido abismal y más si se tiene en cuenta que el espacio que había este año era muchísimo menor. Quizá fue porque los abonos subieron de precio, porque el cartel no gustó, por el mal tiempo o por la localización, pero las cifras son las cifras. En cualquier caso, este año se presentaba un cartel bastante sorprendente y de gran calidad si se compara con el de los últimos años, que apostó por importantes nombres del panorama musical actual como son The Horrors, Kakkmaddafakka o The Wave Pictures. Y cómo no, también teniendo en cuenta a futuras promesas nacionales como El Último Vecino o Linda Guilala.

Jueves

Partiendo de que el primer día fue jueves, que la gente trabaja y que A Illa queda bastante a desmano, el número de personas allí reunidas fue bajo, incluso más que los días posteriores. La lluvia se quedó al margen por un día y pudimos disfrutar de las actuaciones en el escenario SON Galicia acompañados de la brisa proveniente de la ría de Arousa. Linda Guilala abrieron la jornada. Los de Vigo vinieron presentando Xeristar, su nuevo trabajo con Elephant Records. Eva, la cantante, consiguió un contraste perfecto entre su voz y los sintetizadores y distorsiones, que recordaron al shoegaze más oscuro de My Bloody Valentine. Aunque bien es cierto que les falta potencia y rodaje, algo que no se consigue de un día para otro.

Eva, la cantante, consiguió un contraste perfecto entre su voz y los sintetizadores

Los segundos de la noche fueron El Último Vecino. Ataviados con chaquetas bomber multicolores, camisas no precisamente discretas y pantalones pitillo mostraron lo que saben hacer encima del escenario. Los bailecitos del cantante y los meneos que le daba al micrófono, cual Jonny Pierce de The Drums o Ian Curtis de Joy Division, distraían la atención pero añadían carisma a la actuación al fin y al cabo. Con influencias claras, su electropop es efectivo y sólo queda ver cómo van evolucionando.

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Katie Stelmanis, de Austra. | © Festival do Norte

Austra hicieron acto de presencia. La banda dejó casi todo el peso de la actuación sobre la cantante, Katie Stelmanis, que, por otro lado, contaba con todas las tablas vocales para dar un buen espectáculo, a pesar de que sólo tengan dos álbumes en el mercado. Al final de su actuación hicieron una versión de Nothing Compares To You, de Prince, que fue la delicia de más de uno del público. Parece que esta fue la noche de las vocalistas femeninas porque a Austra los siguieron Veronica Falls. Estos londinense se enmarcan dentro de los grupos que consiguen crear un sonido propio, no especialmente rompedor, que resulta atractivo. Eso sí, no les pidas que salgan de su zona de comfort o estarán perdidos. Pero nada de esto implica que sean malos. Ya al principio de su actuación aparecieron los problemas técnicos con las guitarras y, a pesar de que ya lleven algunos años yendo por festivales de todo el mundo, todavía se les ve verdes en el escenario y con poco arrojo. Cuando parecía que empezaban a arrancar ya dieron por terminado la actuación, haciendo un repaso por los hits de sus dos discos, como Waiting For Something To Happen, Found Love in the Graveyard, Tell Me o Bad Feeling.

No les pidas que salgan de su zona de comfort o estarán perdidos

El principal reclamo de la noche, Is Tropical, fueron los siguientes. Fue un concierto divertido. Tuvo sus momentos bajos y se notaba que en realidad muchos de los presentes estaban deseando que tocasen Dancing Anymore para dar el día por concluido. Y no defraudaron. Tocaron muchos temas de su trabajo más reciente, I’m Leaving, y las más sonadas de su debut Native To, como Oranges, What?? o la aplastante The Greeks. Y cómo no, cerraron con Seasick Mutiny, una de sus canciones más puramente electrónicas para despedir la actuación como se merecía.

Los encargados de despedir la jornada fueron Digitalism con su aclamado DJ set. Personalmente me hubiera gustado que tocasen sus propias canciones, pero nadie puede decir que se les dé mal lo de hacer de DJs.

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El secret show de Za! en el camping. | © Festival do Norte

Viernes

Ahora parece que se han puesto de moda los secret shows y, en esta edición, el Festival do Norte no quiso quedarse atrás. Sorprendieron a todos anunciando via Twitter la actuación sorpresa de Za! en el camping. El dúo es un asiduo de las tierras gallegas y dio una case magistral de improvisación y percusión. No faltó la trompeta ni las voces distorsionadas.

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Rhyss Webb, de The Horrors | © Festival do Norte

Russian Red, junto a The Horrors, eran los platos fuertes del día. La primera vino presentando Agent Cooper. Fue una actuación con algunos problemas técnicos y era evidente en afán de Lourdes por intentar animar un poco al público, que nos estábamos temiendo los peor antes los primeros gotas de lluvia. Los más precavidos se hicieron con chusbasqueros de plástico, pero el aguacero nos cogió a todos por igual. No faltó en el repertorio sus grandes éxitos como Fuerteventura, Hate You But I Love You o Cigarettes.

Pantalones que cortan la ciculación, cazadoras de cuero y camisas ajustadas hacían acto de presencia

Los más esperados de la noche llegaban. The Horrors aparecerieron en el escenario causando la locura entre las primeras filas. Pantalones que cortan la ciculación, cazadoras de cuero y camisas ajustadas hacían acto de presencia. Comenzaron con algunos temas de su reciente Luminous y pronto pasaron a los hits de sus anteriores trabajos como Who Can Say, Sea Within A Sea o Still Life. Como era esperable, ni rastro de canciones de Strange House. La iluminación escogida hacía imposible verles con facilidad, pero su música sí se hizo notar. Los sintetizadores, casi la parte más importante del grupo, junto a la voz de Faris Badwan, quedaron relegados a un segundo plano, no se sabe si por problemas técnicos o por otra razón. Mostraron sus dotes de improvisación en el cierre, con Moving Further Away, en que el guitarrista Joshua Third dejó a todos boquiabiertos con su solo de guitarra.

A continuación llegó el turno de Satellite Stories. No hacen nada nuevo y, en algunos momentos, daba la impresión de que estabas escuchando a Phoenix y Two Door Cinema Club, en vez de a los finlandeses. Pero eso tampoco pareció preocupar especialmente al público, que bailó y lo dio todo en canciones como Campfire o Mexico. Es algo digno de admirar cuando, probablemente, no mucha gente los conociese, así que ¡bravo!

Sábado

El panorama del sábado ya fue diferente. El público ya se preparó con su ropa de agua para lo que les esperaba allí. Oso Leone se presentaron como una de las propuestas más interesantes de la música nacional. No faltaron canciones como Ficus que no pudieron ser disfrutadas en todo su esplendor debido a la lluvia. The Wave Pictures, estos londinenses que se pasan más tiempo en España que en su país natal, eran unos de los más esperados. Dieron un buen concierto, agradeciendo cada dos por tres que el público se quedase a pesar de la lluvia. Spaguetti o Never Go Home Again fueron algunos de los temas que interpretaron, intercalando por el medio interminables solos de guitarra.

No faltaron las referencias al bienquerido licor café

A The Pains Of Being Pure At Heart les pasa lo mismo que a Veronica Falls. Tienen buen sonido pero en directo se les pierde entre tanta guitarra. Kip Berman cuenta con nuevos fichajes para el directo. Con un setlist en que predominaron las canciones su último disco Days Of Abandon, hicieron lo que pudieron. Eso sí, no faltaron las referencias al bienquerido licor café en su actuación y el baño de masas final, cuando se acercó al público.

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Lori Meyers en el escenario, y el público haciendo uso de sus paraguas. | © Festival do Norte

Con lo que no contó la organización es con el charco de lluvia que se formó en medio del gallinero. ‘Si no puedes con tu enemigo, únete a él! Y esto es lo que hizo el público, que empezó a saltar encima del charco, lo que también provocó alguna que otra riña.

La locura se desató en temas como Your Girl o Restless

Saltaron al escenario Lori Meyers, con la puesta en escena más vistosa y trabajada de todo el festival. Es un grupo asiduo a los festivales y una apuesta segura, pero eso no quita que lo hagan bien. Su nuevo trabajo, Impronta, funciona bien en directo. Y no faltó la aparición sorpresa de Anni B Sweet para acompañarlos en la versión acústica de Despedirse. Su actuación fue uno de los momentos más álgidos de la noche junto al concierto de Kakkmaddafakka, sin duda también de los más esperados. Las cabelleras rubias de los noruegos entraron a escena, que dieron uno de los mejores shows del festival. En momentos sonaban con muy poca fuerza, pero ello no evitó que la locura se desatase en temas como Your Girl o Restless. Mención especial cabe hacer a la pareja de bailarines que les acompaña y que hacen de la actuación un espectáculo magnífico.

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Kakkmaddafakka en el escenario. | © Festival do Norte

Las fuerzas flaqueaban, y mucho, ante la mojadura que cogimos. Sólo los más valientes se atrevieron a quedarse con el DJ Amable, encargado de cerrar la jornada en que la lluvia seguía sin dar tregua.

La primera edición del Festival do Norte en A Illa de Arousa no salió como se esperaba. La lluvia arruinó un emplazamiento que podría haber sido magnífico, lo que no sabemos si habrá dejado buen sabor de boca a la organización. Sólo queda esperar para saber qué ocurrirá el año que viene.