Un amigo es un tesoro

malamute

© Hadrián Díaz Fabuena

 

Los amigos son como las vicisitudes de la vida, van y vienen con el tiempo. Llegan y se van. Algunos cobran una inesperada importancia en situaciones clave y otros se van desvaneciendo como el humo de un cigarrillo que ignoramos casi de forma involuntaria. Pero algunos se quedan, permanecen ahí siempre que lo necesitas y te ayudan siempre que les es posible. Y, como os podéis imaginar, casi todos los de esta última índole pertenecen al género canis. En este caso, un Alaskan Malamute.