Valverde y un Athletic de Champions

Foto: rtve.es

Los jugadores del Athletic de Bilbao calentando en San Mamés. (Foto: rtve.es)

Poco más de un año antes de la llegada de Ernesto Valverde a Bilbao para dirigir al Athletic de Bilbao, el equipo vasco estaba peleando por hacerse con la Copa del Rey y la Europa League. Después de años, San Mamés volvía a disfrutar de un equipo que los podía llegar a la gloria. Se perdieron las dos finales ante FC Barcelona y Atlético de Madrid y se paso de la alegría al llanto. El fútbol, cuestión de emociones. Lo que tanto había costado se había roto en apenas unos días. La temporada siguiente nada volvió a ser lo mismo. La marcha de Javi Martínez y el lío con Llorente que duró toda la campaña lastraron una temporada en la que Bielsa no fue capaz de dar en la tecla para sacar lo mejor de sus pupilos. Los leones terminarían en la duodécima posición y se antojaba un cambio de cara a la próxima temporada.

La llegada de Ernesto Valverde, su segunda estancia en el conjunto vasco, supuso a la larga una magnífica noticia para el combinado vasco. No sólo el técnico era nuevo. Esta temporada el Athletic estrenaba el nuevo estadio. Aún sin acabar (queda uno de los fondos), San Mamés se ha convertido igual que el antiguo en uno de los elementos indispensables para este club. Su afición ha sido capaz de arropar con la misma intensidad y mantener la magia del antiguo San Mamés.

Valverde se convirtió en el aire nuevo que necesitaba el equipo después de la mala actuación en la anterior campaña. La llegada de Beñat y Mikel Rico servirían para reforzar el centro del campo y Kike Sola llegaba para ocupar el puesto que había dejado Fernando Llorente. Además llegaba Balenziaga para reforzar la defensa. Aires nuevos y vida nueva debieron pensar los jugadores. Desde la primera jornada los leones ocuparon puestos europeos y nunca los abandonaron. Con 6 victorias y un empate en los 10 primeros partidos de Liga consiguieron consolidarse en puestos de acceso a Europa League. Pero en la 15ª jornada, con una victoria ante el Barça en San Mamés subirían hasta el cuarto puesto y ya nadie jamás ha sido capaz de arrebatárselo. Y lo ha hecho con un equipo joven al que no le ha podido la presión.

Aires nuevos y vida nueva. Tras ganas al Barça en San Mamés se colocaron cuartos y nadie ha sido capaz de arrebatarles ese puesto

Valverde ha apostado por un juego ofensivo y vistoso para los aficionados. Pero tampoco huye de jugar en largo cuando es necesario. Una presión adelantada que le permite recuperar balones en zonas peligrosas y capaz de romper los esquemas de equipos como Barça o Rayo que salen con el balón jugado desde atrás. Iturraspe, brillante toda la temporada, Mikel Rico y Ander Herrera, de menos a más, han sido los dueños de un centro del campo que ha sido parte importante para llevar al Athetic a disputar la previa de la Champions League 2014/2015. Además la chispa de Muniaín y Susaeta aporta mucho ritmo al equipo, capaz de llegar al área contraria a mucha velocidad y sorprender a la contra.

Ernesto Valverde en la banda de San Mamés observando a su equipo (Foto: miathletic.com)

Ernesto Valverde en la banda de San Mamés observando a su equipo (Foto: miathletic.com)

El joven central Aymeric Laporte ha crecido de una forma bestial, y ya empieza a sonar como futurible de los grandes equipos europeos. El francés y San José forman la pareja de centrales titular del conjunto vasco, jugadores que a pesar de dar un buen resultado, han cometido fallos, seguramente fruto de la juventud, pero que si siguen juntos acabaran formando una pareja muy fiable.

En ataque, Aritz Aduriz se ha convertido en una pieza indiscutible. Sus 16 goles han sido claves para que el Athletic lograra obtener la cuarta plaza en la competición. Su rendimiento esta temporada ha sido excelente, ya no sólo en la faceta goleadora. La capacidad de aguantar el balón de espaldas a la portería para permitir que lleguen sus compañeros de segunda línea aporta mucho al juego del equipo, y su entrenador lo sabe. Además es un jugador muy peligroso en las jugadas aéreas y sobre todo a balón parado, puesto que es un excelente rematador de cabeza.

El objetivo era volver a ser competitivos en la Liga BBVA después de dos temporadas donde los resultados en la competición doméstica no han sido los mejores. No sólo han sido competitivos sino que se han convertido en uno de los equipos que mejor ha jugado en todo el torneo. Valverde ha sabido otorgarle a su equipo su personalidad y ha sabido llevar a cabo su idea de juego. San Mamés está aún por terminar, al igual que un equipo que el año que viene tiene la oportunidad de acabar de completar una gran obra mostrando su buen juego a toda Europa. Será clave mantener el bloque de esta temporada a pesar de los cantos de sirena que le llegan a muchos de sus integrantes desde diferentes equipos de Europa. El técnico expresó ante los medios que le gustaría “mantener el bloque y el deseo de que el equipo mantenga la línea regular el año que viene”. Y su público también. San Mamés al completo disfrutará de las grandes de noches europeas. Un premio a un equipo, un premio a una afición y un premio a Ernesto Valverde.