Mujeres y fútbol: rompiendo barreras
El fútbol está dominado por hombres. Los equipos femeninos tienen una repercusión escasa, sin espacio en los medios de comunicación y con menos aficionados que el fútbol masculino. Nadie olvida el nombre del último futbolista ganador del Balón de Oro, sin embargo, pocos recuerdan que Nadine Angerer se convirtió en enero en la primera portera en recibirlo. Algunos ven a una mujer en el campo como si fuese un ser extraño fuera de lugar. La fisioterapueta del Chelsea, Eva Carneiro, llama más la atención por su físico que por su trabajo cuando atiende a los jugadores. Parece que nadie se sorprende cuando un hombre se sienta en el banquillo de un club femenino. Es hora de comprender que las mujeres también pueden entrenar a hombres y lograr el éxito en el fútbol o en cualquier otro deporte.
Helena Costa es una entrenadora portuguesa que acaba de fichar por el Clermont, un equipo de la Segunda División francesa. Tiene un amplio recorrido en el mundo del fútbol que comenzó en las categorías juveniles del Benfica. Posteriormente, dio un salto al fútbol femenino para ser seleccionadora de Qatar desde el año 2010 hasta el 2012. Los últimos dos años los pasó al frente del conjunto nacional femenino de Irán. Tiene una licenciatura en Ciencias del Deporte, un máster en Análisis del Juego y diferentes cursos en la especialidad de entrenadora. El Celtic y el Chelsea, durante la primera etapa de José Mourinho, confiaron en ella como ojeadora.

Helena Costa, símbolo de igualdad en el fútbol | Fuente: AFP
Su presentación en el club francés generó una gran expectación, con una sala de prensa completamente abarrotada. Este hecho fue comentado por la portuguesa, que aprovechó para decir: “miradme como un entrenador normal”. Piensa que su llegada al Clermont puede abrir las puertas que se le han cerrado a muchas mujeres. Helena Costa se siente respaldada por los jugadores y sin miedo para afrontar el nuevo reto. Una mujer que se mostró seria y comedida en sus declaraciones, sintiéndose capaz y esperanzada con el proyecto.
“Miradme como un entrenador normal”
Tihana Nemcic es otra de las chicas que intentan salirse de lo considerado corriente. La exjugadora de la selección croata tomó las riendas del Viktorija Vojakovac en 2010. Lo cierto es que se ha hablado más de su imagen y de su faceta de modelo que de lo meramente futbolístico. Como ella mismo recordó: “si una mujer y un hombre tienen las mismas cualidades profesionales para un trabajo de entrenador, no veo ninguna razón por la cual yo no debería formar parte del fútbol masculino”.

Algunas personas no vieron más allá del físico de Tihana | Fuente: ESPN Photos
Carolina Morace y Nelfi Ibáñez procuraron, sin éxito, ejercitar a un equipo masculino. Carolina, una vieja conocida del fútbol italiano, aceptó en 1999 el puesto de entrenadora del Viterbese, que acababa de ascender a la Serie C1 italiana. Dimitió tras sólo dos partidos, lo cual provocó su vuelta a los banquillos del fútbol femenino. Una historia similar se repite en el caso de la colombiana Nelfi Ibáñez. En 2012 fue fichada por el club peruano Hijos de Acosvinchos para, a los dos meses, ser destituida sin ningún tipo de explicación. Ella misma confesó que la habían tratado de forma abusiva y arbitraria.
La necesidad de cambio en la tendencia masculina que sigue el fútbol ha llegado a la política. Desde la Comisión Europea se considera fundamental la presencia de entrenadoras en las ligas profesionales, ya que eso produciría un mayor acercamiento de las niñas al fútbol. Pero esto no es sencillo. Difícilmente las mujeres escalan de equipos juveniles masculinos o de equipos femeninos para liderar a los varones, quedándose relegadas a un segundo plano. Arantxa Alonso es una profesora de Educación Física que no se considera entrenadora ya que no puede vivir de ello. Comentó en una entrevista que jamás habría una mujer entrenando en Primera. Vemos así como el optimismo se empieza a perder cuando los años pasan y las situaciones no cambian.