Ángel Carracedo: “Hay trabajos de la USC que se publican en el New York Times y aquí no salen”

¿Sería posible que un laboratorio forense gallego superase en producción científica al FBI? La respuesta es, sorprendentemente, sí. En uno de los bajos del Hospital Clínico de Santiago, a escasos minutos en coche del centro de la ciudad, está uno de los laboratorios de medicina genómica más importantes del mundo. A su cargo se encuentra Ángel Carracedo, un hombre que dedica todo el  tiempo que puede a divulgar la ciencia. Por su laboratorio han pasado muestras de casos como el 11-M, el 11-S y la guerra de Kosovo. Aún así, uno de los principales problemas a los que tienen que hacer frente es la falta de visibilidad en los medios de comunicación.

¿Dónde estamos?

Estamos en una estructura muy grande. Aquí trabajamos más o menos 120 personas, y está estructurada en distintas áreas. Una está en la facultad de medicina, que es en la que está la parte de genética forense y de poblaciones, hay otra es Innofarma y luego esta, que es el área de medicina genómica. Aquí recibimos muestras para analizar de todo el mundo.

¿Qué hacéis aquí exactamente?

Nosotros hacemos genética aplicada. Estamos divididos en grupos de investigación que tratan diversas áreas: hay tres grupos que se dedican al  cáncer, otro de farmacogenética (que se encarga de buscar marcadores de respuesta a fármacos) otro de genética de enfermedades cardiovasculares… también tenemos grupos dedicados a enfermedades neurológicas, psiquiátricas y otro de neurogenética.

¿Qué es la genética aplicada?

Genética es lo que se hereda. Hay alteraciones en los genes que se heredan, pero muchas veces no es así: son alteraciones de nuestro genoma.

¿Por ejemplo?

Hay muchas cosas que no son heredables, como el cáncer. Con el cáncer lo que ocurre, por ejemplo, es que te muta un gen de una célula de la piel y te sale un melanoma. Ese gen se ha alterado, y nosotros lo que hacemos es investigarlo.

A pesar de la relevancia de vuestro trabajo, uno de los problemas que tenéis es la visibilidad: ¿Cómo es vuestra comunicación externa?

Gran parte de nuestra comunicación está encaminada hacia la comunidad científica Publicamos en revistas internacionales, vamos a congresos… Este es un grupo con mucho nivel de publicación. Vivimos de esto, porque no nos pagan por estar aquí, es la única manera de conseguir becas para proyectos de investigación, que son muy competitivos.

Vivimos de la publicación en revistas científicas internacionales

De cara al exterior no tenemos estructuras de comunicación. Nuestras instituciones tienen oficinas de prensa de las que estamos desconectados.

¿Qué hacéis para intentar paliar esta falta de visibilidad?

Yo particularmente soy muy activo, le doy muchísima importancia a la divulgación. Me parece que si hay una desintonía entre lo que haces y lo que la gente entiende que haces tenemos un problema en la vida real. La gente oye noticias y saca titulares, nunca sabe cual es la realidad de las cosas.

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© Andrea Espiñeira Forcada
Ángel Carracedo preparando una videoconferencia en su despacho

Conocer es ser más libres, entonces hago un gran esfuerzo de divulgación. Doy muchas charlas en colegios, asociaciones y lo que me permite mi tiempo. Si viene un periodista lo trato con cariño. Cuando hay un descubrimiento importante son ellos los que se enteran. Aquí hay muy pocos periodistas científicos, el más conocido sea posiblemente Raúl Romar, de La Voz de Galicia, que siempre que se entera de algo me llama, viene y me entrevista.  Nuestra comunicación de cara al exterior es tan pobre como esa: no tenemos estructuras.

¿Es normal esto de no tener una estructura de comunicación?

Bueno, la universidad la tiene, el Sergas la tiene… nosotros somos demasiado pequeños para tenerla. No tenemos tampoco una entidad jurídica propia. Tener aquí a una persona que nos hiciera la comunicación que nos ayudase en la divulgación estaría muy bien. El problema es quién te lo paga. Pero sería útil, y sería una figura muy importante, porque precisamente uno de nuestros mayores problemas es la falta de visibilidad, a pesar de lo que hacemos.

Una persona que nos ayudase en la comunicación sería muy útil

Todos los días se publican trabajos en la universidad. Solo unos pocos salen en la web de la universidad o en los medios. Los que se publican no son los de más impacto ni los más importantes. Muchas veces se publican trabajos en el New York Times y aquí no salen.

¿Por qué?

Falta esa conexión. Hay que hacer una política de divulgación estructurada, un plan de difusión organizado sería importante. Con las oficinas de prensa tienes que ser muy espabilado e ir con la noticia. Sino no sales en el periódico. No hay un criterio. Aquí te sacan cuando descuelgas el teléfono y los llamas: sales sí o sí, sea una tontería o algo importante. No hay filtro. Debería haber unos criterios objetivos: solamente deben salir los artículos que tengan cierto impacto. Tendría que haber unas reglas de juego, y no las hay. No es que haya una desconexión con las oficinas de prensa, es que las oficinas de prensa están para amplificar lo que quieren los jefes o lo que les cuentan los que les llaman, pero no hay una política. Este es el problema, creo yo.

No hay un filtro. Las cosas se publican sí o sí

Tampoco me parece que sea fácil buscar las noticias, todo el mundo las tiene.  Vas a cualquier grupo de la universidad y todos te pueden contar algo.  El tema es saber cuándo se debe divulgar algo y cuando no.

Entrevista realizada por Diego Díaz Martínez, Álvaro Estévez Ingelmo, Clara Carreira Salgueiros y Andrea Espiñeira Forcada.