12 cosas que hacer en Compostela cuando hace sol

Si eres gallego, y más todavía si vives en Santiago de Compostela, puede que estos días te sorprendieras con la llegada de un viejo conocido astro reluciente. Después de este último invierno marcado por las papeleras llenas de paraguas hechos añicos, Galicia se había olvidado de la existencia del sol. Para todos los que hayáis hibernado excesivamente y ya no sepáis qué hacer cuando el sol asoma, Compostimes os presenta las 12 mejores cosas que hacer en Santiago con este tiempo.

1. Hacer deporte en las pistas del Campus Sur.

La llegada del buen tiempo es como Año Nuevo, llena de buenas intenciones. El sol recarga las pilas y todos nos vemos sobraditos de fuerza. Energía que evidentemente no vamos a invertir ni en estudiar ni en ir a clase, por favor, que estamos en la Universidad…

© Hadrián Díaz Fabuena

2. Presumir de perro.

A esta práctica también se le llama a veces sacarlo a pasear, pero esto solo lo dicen algunos insensatos.

© Hadrián Díaz Fabuena

3. Callejear.

Es la época perfecta para dar paseos sin rumbo por las calles, fijarte en las tiendas, descubrir nuevos lugares… Puede que esto sea lo mejor de que no llueva, la zona vieja llena de músicos callejeros que animan las esquinas por las que pasamos y las plazas en las que no sentamos. Sol, arte, cañas, peregrinos… el buen tiempo saca lo mejor de la zona vieja de nuestra ciudad. También puedes aprovechar para comprar una mochila de cuero y que todos se den cuenta de lo increíblemente alternativo que eres.

© Alba Casais Ardao

4. Sacarse una foto con las dos Marías.

Cualquier excusa es buena.

© Hadrián Díaz Fabuena

5. Ver a las personas y horas pasar en una terraza.

No hay mejor ocasión que este tiempo tan ferozmente bueno para aprovechar cualquier terraza. Y más las de Plaza Roja, sin la masificación de Porta Fraxeira pero sintiendo la ciudad en ebullición. Es un punto estratégico para disfrutar de una caña, ponerse las gafas de sol y mirar de arriba a abajo a todo el que pase por delante.

© Paula Pérez Fraga

6. Estudiar.

Afortunadamente todo estudiante sabe que se aprende más fuera de la biblioteca que dentro.

© Hadrián Díaz Fabuena

7. Admirar la naturaleza.

Ella también se pone guapa estos días. Con los rayos de sol brillando en la hierba, las florecillas saliendo y las fuentes haciendo malabares con el agua, de repente el estudiante santiagués se vuelve más erudito y contemplativo.

© Andrea Espiñeira Forcada

Necesitarás unas gafas de sol lo más vintage posible, un libro no muy extenso pero que sea profundo (cuanto más desconocido sea el autor para el resto del mundo, mejor) y un cigarro de liar al que darle caladas mientras admiras el milagro de la naturaleza. El resultado es una estampa bucólica parecido a esta:

© Hadrián Díaz Fabuena

8. Ver obras.

Están preciosas en esta época del año. ¿Cómo describir la melodiosa sinfonía que desprenden los motores? ¿Y ese olor a humo negro que traspasa fronteras fisionómicas hasta que tu boca sabe a humo? Pero nada como las incontrolables ganas de acercarte a uno de los obreros para quitarle el sudor de la frente… irresistibles. Las obras son toda una experiencia sensorial. Y en cuanto a la vista, sobran las palabras.

© Paula Pérez Fraga

9. Hacer turisteo medioambiental.

Ya sea yendo a los lagos de Granxa do Xesto, a los parques de Bonaval o de Belvís… casi cualquier ambiente es perfecto para estar en contacto con la naturaleza.

© Hadrián Díaz Fabuena

10. Hacer deporte en la Alameda. Bueno, intentarlo.

El sol incentiva el deporte, y el hecho de que en tres meses sea verano, también. Es el momento en el que te miras al espejo y se produce un punto de inflexión: comer y beber por un tubo ha estado bien hasta marzo pero a partir de ahora se hará insostenible. Así que, tras establecerte un régimen de dieta que sólo cumplirás el primer día (porque estás motivado) y el segundo (porque aún tienes algo de orgullo y no permitirás que tus compañeros de piso se rían de ti), te plantas en la Alameda. Con lo que no habías contado era con el hecho de que en Santiago existen atletas profesionales, que pasan a tu lado corriendo con mucho estilo mientras tú estás agonizando con un punto (después de haber dado sólo media vuelta).

© Hadrián Díaz Fabuena

11. Dar de comer a los patos del Campus Norte.

Porque nunca estarán lo suficientemente gordos.

© Alba Casais Ardao

12. Y en definitiva, ser feliz.

© Paula Pérez Fraga

© Hadrián Díaz Fabuena

© Paula Pérez Fraga

Fotos de Hadrián Díaz, Paula Pérez, Alba Casais y Andrea Espiñeira. Texto de Carolina Neira y Paula Pérez.