Pedro Nimo el Indignado

El pasado 31 de enero, un conocido periódico deportivo de la capital se hacía eco en su portada del histórico plantón del Racing de Santander en los cuartos de final de la Copa del Rey. El titular de dicha portada era, como poco (y utilizando el término en forma eufemística), curioso: ‘La crisis llega al fútbol’. Justo en ese momento. No cuando, por ejemplo, la UD Salamanca desapareció por problemas económicos o cuando varios clubes profesionales comenzaron a tener deudas millonarias. Pues no, queridos compañeros, la crisis no llegó al fútbol ese 31 de enero. Llegó antes.

E incluso antes, todavía, había llegado ya al mundo del deporte. Pero del deporte minoritario, claro, ese que no ocupa portadas. Porque todos nos sentimos muy orgullosos de un deportista español cuando consigue una medalla en los Juegos Olímpicos, pero después nos pasamos cuatro años sin dar ni la más mínima importancia a su disciplina. Pero la crisis, evidentemente, ya había llegado a los deportes minoritarios mucho antes. Y la situación, lejos de mejorar, se agravó con el tiempo cada vez más.

Uno de estos casos es el del atletismo. Éste ha sido uno de los deportes que ha recibido más críticas desde nuestro país durante las últimas Olimpiadas en Londres 2012. ‘España no ha conseguido ninguna medalla en atletismo’. Vaya. Quizás esto suceda porque tampoco hay ayudas de prácticamente ningún tipo. Sin embargo, las quejas nunca llegan a oídos de quien deben llegar, o si lo hacen son instantáneamente ignoradas.

Marca.com

Pedro Nimo en Berlín 2009 | Fuente: marca.com

Ese mismo 31 de enero, curiosamente, el atleta compostelano Pedro Nimo decidió dar un puñetazo sobre la mesa publicando un escrito que podemos leer íntegramente aquí. Cualquiera que conozca a Pedro, aunque sea simplemente de vista, es consciente de que este fondista gallego, pese a que por sus registros es uno de los mejores maratonianos españoles de la actualidad, tiene alma de corredor popular. Es, muy probablemente, el atleta más querido y admirado de la comunidad gallega, debido a la amabilidad y simpatía que despierta, además de la humildad y sacrificio que le ha inculcado el deporte.

Así, en esta ocasión, Nimo ha estallado con un largo texto en el que critica con dureza (pero no por ello con falta de razón) la situación social y deportiva en la que se encuentra sumida el país. El detonante ha sido la expropiación de una finca a un precio que el atleta considera excesivamente bajo. Exponiendo su caso personal y concreto, ha logrado difundir un mensaje respaldado por muchas otras personas que no tienen la oportunidad de hacer que sus palabras se prodiguen con tanta facilidad. Pedro Nimo ha actuado como la voz del pueblo, mostrando y criticando con coherencia las múltiples carencias del país: desde los fraudes políticos hasta el absurdo sistema de indultos, pasando por la falta de moralidad de la casta dominante y las lagunas jurídicas del sistema.

“Los que rigen el deporte no son ya amantes del mismo (sea cual sea la disciplina); tristemente muchos de los dirigentes deportivos carecen de la experiencia o sensibilidad necesarias para gobernar un ente deportivo, o lo que es peor, lo único que les guía es el afán de notoriedad y rentabilidad económica del cargo.” Pedro Nimo del Oro

En cuanto al ámbito deportivo, la crítica está dirigida hacia la propia politización del mismo, hacia el hecho de que los gobernantes y los encargados de ayudar a sanear y contribuir a mejorar el deporte en España sean carentes de motivación alguna más allá que la de llenarse sus propios bolsillos. Ya anteriormente, Pedro Nimo tuviera problemas con la Federación Gallega de Atletismo después de que ésta le hubiese excluido del reparto de becas por participar en carreras populares. De todas formas, la cuantía de este tipo de becas acostumbra a rondar los 500 euros anuales, una cifra bastante nimia teniendo en cuenta que se trata de atletas de élite, por lo que en muchas ocasiones la participación en carreras populares es uno de los pocos medios que tienen de conseguir una cierta remuneración económica por su trabajo y dedicación. Por último, Pedro, que ha abierto una tienda de material deportivo en la capital gallega, critica las falsas promesas por parte del gobierno sobre ayudas económicas a nuevos emprendedores, teniendo en cuenta que éstas, hasta ahora, han sido inexistentes.

El fondista compostelano concluye anunciando que, debido a todos los motivos expuestos y al desencanto provocado por ellos, decide desvincularse de las federaciones española y gallega, pues no se considera representado por la forma de trabajo de las mismas. Con esto, Pedro Nimo renuncia a participar en competiciones internacionales, demostrando que su queja no son simplemente palabras vacías, y que sus actos son consecuentes con ellas. Es de suponer que la decisión no ha sido nada fácil, pues Pedro tiene la calidad suficiente como para poder lograr la marca mínima necesaria para participar en el Campeonato de Europa de atletismo, que se disputará durante el periodo estival en la ciudad suiza de Zúrich. Así, esta renuncia es un gran sacrificio, pero es también la mejor forma de demostrar que los valores personales y propios de cada uno de nosotros deben estar siempre por encima de los intereses de los que nos gobiernan. Pese al tono de indignación y desesperación del santiagués, sus palabras son también un canto a la esperanza, la sensación de que está en nuestras manos aceptar o no la situación que el deporte español está viviendo en la actualidad. Una crítica mordaz pero constructiva, escrita por Pedro Nimo pero firmada y corroborada por cientos de miles de españoles.