Gru 2, o cómo pasar de villano a padre
Los minions son en el fondo son unas criaturas tiernas y entrañables. | Fuente: imdb.com
El cine de animación siempre tiene la ventaja de ser creado para dos tipos de público: los pequeños de la casa y sus padres. En esta producción de Universal Pictures e Illumination Entertainment seguramente disfrutarán los dos. Dirigida por Pierre Coffin y Chris Renaud es ya la segunda entrega de Gru, mi villano favorito, que sigue contando con Steve Carell (The Office) en la versión original y Florentino Fernández en el doblaje al castellano. Probablemente esta segunda parte carezca de la novedad de la primera, pero desde luego cuenta con suficientes e ingeniosos chistes para hacernos reír durante toda la película.
Esta producción estadounidense que opta al Oscar en la categoría de mejor largometraje de animación y mejor canción original, nos mantendrá entretenidos durante la algo más de la hora y media que dura. En este caso la historia es diferente y nuestro protagonista, Gru, tendrá que pasarse al lado de los buenos trabajando para una agencia secreta, la Liga Anti-Villanos, y así salvar el mundo. En contraposición a la primera entrega, donde el principal enganche era ver a un malo cuidando de tres niñas, la acción pasará a centrarse ahora más en Gru, pero por suerte no desaparecerán nuestras queridas Margo, Edith y Agnes, su hijas adoptivas; quiénes plantearán nuevos dilemas a nuestro protagonista en sus funciones paternales.
Esta producción estadounidense nos mantendrá entretenidos durante la algo más de la hora y media que dura.
La película se centra en el radical cambio de vida que supone para Gru su nuevo rol como padre, tras los sucesos de la primera parte, y la dificultad que plantea adaptarse a ella. Un villano jubilado, transformado en un padre preocupado y protector que busca un nuevo sitio en una sociedad a la que antes intentaba destruir. Por suerte, Gru será reclutado para unirse a la Liga Anti-Villanos y hacer aquello que nunca pesó que haría, ser el bueno de la película.
Esta oportunidad le ofrece a Gru una vida normal y corriente, a la vez tediosa y sin emociones. De esta forma entra en escena la nueva compañera de trabajo de Gru, la agente Lucy, con quien las situaciones se volverán más graciosas a medida que pasa el tiempo.
Ser un villano era fácil. Hacer de padre requiere sacrificios. | Fuente: imdb.com
Al ver esta película no podemos esperar una maravillosa obra de Pixar o un clásico de Disney. Veremos una película desenfadada, graciosa y con suficientes guiños y gags cómicos para verla tanto solo como acompañado. Más bien es la evolución de un personaje totalmente opuesto a lo que era hace poco. Es la historia de un villano que descubre la importancia vital que tiene la paternidad. Por suerte para el espectador, los divertidos minions de Gru, esos pequeños subalternos amarillos e ininteligibles, permanecen en esta entrega para sacarnos una sonrisa al verlos protagonizar unos sucesos que chocan entre lo tierno y lo estúpido. En definitiva, una película recomendable para todos los públicos.
Imagen de portada: imdb.com
