Capitán Phillips, en mareas misteriosas
“Escuchen todos, hemos sido abordados por piratas armados. Si los encuentran, recuerden, ustedes conocen el barco, ellos no. Permanezcan juntos y estaremos bien. Buena suerte.”
El secuestro del carguero Maesk Alabama, en abril del 2009, fue el primer rapto de un buque con bandera estadounidense desde principios del siglo XIX. La historia del incidente fue relatada en el libro A captain’s duty, escrito por Stephan Talty y el propio capitán Richard Phillips, y en ella está basada el largometraje de Paul Greengrass, Capitán Phillips, que opta a llevarse hasta seis Óscar el próximo dos de marzo. Tom Hanks protagoniza la película dando vida al mismo capitán y logra guiar la trama de forma adecuada, consolidando así un thriller que mantiene al espectador en vilo durante poco más de ciento treinta minutos.
El navío Maesk Alabama, que contaba con una tripulación de veinte hombres y una carga de diecisiete mil toneladas, fue retenido por piratas somalíes durante cuatro días cuando navegaban con rumbo a Mombasa, Kenya. De tal manera, Greengrass buscó plasmar estos hechos en una película que diera importancia al comportamiento y la motivación humana, tanto de los tripulantes como de los piratas, consolidando, de esta forma, unos personajes complejos que van más allá del “bueno” y el “malo”. Si bien es cierto, algunos miembros de la tripulación originaria acusaron a la película en un artículo del New York Post de ser inexacta y no ajustarse a la historia real. Ante estas incriminaciones el director respondió alegando que “está detrás de la autenticidad del capitán Richard Phillips”.
Una de las nominaciones más sonadas es la de Mejor Actor de Reparto a Barkhad Abdi, quien encarna el papel de Abduwali Muse, el capitán de los corsarios somalíes. Muse se presenta en la obra como un personaje sarcástico al que se le otorga una complejidad que permite entrever ciertos rasgos de sensibilidad latente sin enmascarar lo más mínimo la rabia puramente violenta del pirata; Abdi logra dosificar la propia caracterización de forma brillante.
A pesar de no estar nominado a ningún Oscar, la actuación de Tom Hanks no deja nada que desear. La estrella de Hollywood consigue de forma muy acertada dar una verosimilitud fundamental para la comprensión de las aspiraciones dramáticas de la obra. Destaca, además, la brillantez de la última media hora del largometraje en la cual Hanks logra transmitir la fortaleza del carácter humano.
La estrella de Hollywood consigue de forma muy acertada dar una verosimilitud fundamental para la comprensión de las aspiraciones dramáticas de la obra
Capitán Phillips podría hacerse con el premio de la Academia a la mejor película. El largometraje escenifica fielmente el secuestro hasta llegar a consolidar un docudrama en el que el miedo y el suspense funcionan modélicamente; plasma una odiesa de una situación real que evoca un sentimiento de empatía en el espectador. El director juega a lo largo de toda la película con movimientos nerviosos y muy rítmicos de cámara, que propician la inmersión en la trama y hacen sentirse parte de la obra.
Greengrass logra transmitir a través de la pantalla una concatenación de sentimientos sucesivos altamente dispares que llevan, a su vez, a que nos cuestionemos la culpabilidad de los propios piratas, quienes se ven dirigidos por una figura patriarcal que no precisa hacer acto de presencia para demostrar su poder. Sin embargo, sí podría echarse de menos una radiografía más precisa del problema que aborda la obra: el enfrentamiento en la piratería marítima internacional, que afecta no sólo a los barcos, sino también a los propios somalíes, los cuales se hallan presionados por las mafias.
Las historias de Tom Hanks con los barcos siempre están bañadas de un cariz dramático, de forma más o menos notoria, y esta vez no iba a ser menos. En 1994, Hanks se ve inmerso en una tormenta junto con el teniente Dan a bordo del “Jenny”. Cuatro años después, se sumerge en el día D y el famoso Desembarco de Normandía. Y en el 2000, es arrastrado por el mar en un bote salvavidas hasta una isla donde conoce a Wilson. Esta vez, Hanks nos envuelve en una trama llena de tensión y realismo que plasma la crudeza del enfrentamiento humano entre dos maneras antagonistas de sobrevivir.