La guerra más divertida
Nintendo siempre ha sabido sacar un rendimiento más que notable a sus consolas portátiles. Desde la llegada de la Game Boy, la compañía japonesa siempre ha conseguido explotar con bastante acierto los juegos para los jugadores ocasionales o cualquiera que quiera divertirse sin necesidad de emplear una gran cantidad de horas para disfrutar de un videojuego. Aunque tampoco se ha olvidado de los jugadores más experimentados que prefieren disfrutar de contenidos de mayor calidad técnica.
En el caso de Advance Wars, tanto los jugadores eventuales como aquellos que dedican más horas a un mismo juego pueden sacarle partido. Ya que este es un entretenido juego de guerra a pequeña escala, en el que el jugador puede aprender a jugar en poco tiempo pero que requiere muchas horas de juego para llegar a dominarlo. Gran parte de culpa la tiene el surtido arsenal con el que cuenta el juego y que da al jugador la posibilidad de comandar un amplio catálogo de unidades terrestres, aéreas o navales. Entre las que se encuentran infanterías, diversos tipos de tanques, submarinos, fragatas, cazas, helicópteros, bombarderos, etc.
Los orígenes de este juego se remontan al siglo pasado con Famicom Wars, una serie de títulos que sirven como precursores del que nos ocupa, pero que nunca salieron del mercado japonés. En Europa tuvimos que esperar hasta principios del año 2002, cuando Advance Wars hizo su llegada a las tiendas del viejo continente. Aunque llevaba la firma de Nintendo el desarrollo corrió a cargo de Inteligent Systems.
En Europa tuvimos que esperar hasta principaios del año 2002, cuando Advance Wars, hizo su llegada a las tiendas del viejo continente
Como su nombre apunta, el soporte elegido para este nuevo videojuego fue la Game Boy Advance y logró un relativo éxito gracias a la facilidad para iniciarse en el juego y la gran cantidad de opciones que ofrecía a los jugadores más avezados.
La mecánica del campo de batalla parece sencilla. Entre dos y cuatro jugadores, que pueden ser humanos o inteligencias artificiales, se enfrentan con el objetivo de derrotar a todas las unidades rivales o capturar su C.G. (iniciales de Cuartel General). Las partidas siempre se desarrollan en mapas con unidades de tierra a las que pueden unirse: aéreas, navales o ambas a la vez, dependiendo del tipo escenario en el que se desarrolla la partida. Los jugadores ganan dinero por cada propiedad que poseen y puede crear unidades en bases, aeropuertos o puertos. Una vez desplegadas las primeras unidades el objetivo es tener el mayor número de propiedades posibles para poder crear el mejor ejército.
Lo único que falta es elegir a tu O.J. (iniciales de Oficial Jefe), sin duda una de las partes a tener más en cuenta del juego, ya que cada uno de los diferentes O.J. cuenta con habilidades únicas y dependiendo de ellas las unidades que controlas pasan a tener una serie de bonificaciones o penalizaciones. Además cada uno de ellos cuenta con su exclusivo “poder”, una habilidad única que precisa de varios turnos de juego para cargarse y que sirve para producir distintos efectos positivos para el jugador que lo utilice. Las distintas habilidades varían dependiendo del O.J. que las utilice, pero todas ellas son realmente útiles si se usan de forma adecuada.
En Advance Wars existen un total de once O.J. con importantes diferencias entre ellos, los hay especialistas en el combate directo, en el indirecto, en las unidades a pie, en las unidades navales y en las unidades aéreas. Los distintos operadores en jefe se reparten entre los ejércitos de la tierra imaginaria de Cosmo Land divididos entre las naciones de: Orange Star, Blue Moon, Green Earth, Yellow Comet y Black Hole.
Para disfrutar de este título existen variedad de opciones. Desde el tutorial —muy útil para dar los primeros pasos— siguiendo por el modo campaña —en el que combatiendo luchas por liberar Omega Land del ataque de un misterioso enemigo oculto— pasando por los mapas de batalla y el modo combate —donde desde una misma consola puedes jugar hasta con otros tres jugadores humanos— y terminando con la opción de crear tus propios mapas con todo tipo de detalle. Con todo su arsenal desplegado Advance Wars garantiza horas de diversión y deja la puerta abierta a nuevas emociones fuertes…..
Con todo su arsenal desplegado, Advance Wars garantiza horas de diversión
…que apenas se hacen esperar. Un año después, en octubre de 2003, las tiendas europeas reciben la segunda parte de este título: Advance Wars 2: The Black Hole Rising. Este nueva entrega se traslada al continente de Macro Land y ofrece sustanciales mejoras respecto a su predecesor. Ocho nuevos operadores en jefe, la inclusión de una nueva unidad con una potencia destructiva inmensa, el neotanque y un modo campaña nuevo con muchas sorpresas. Continuando con el as en la manga de este juego la opción de utilizar “superpoderes”, una nueva versión del “poder” que aparecía en la entrega anterior, con un período de carga mayor pero con una potencia superior.
Todo lo anterior, sumado a nuevos mapas de batalla y combate, nuevas posibilidades de edición de los personajes y con especial atención a los nuevo retos que propone este juego que en algunos casos resultan muy distintos a los de su predecesor. En definitiva: una paso adelante que mostraba el camino a seguir para siguientes títulos.
Para el siguiente episodio hubo que esperar hasta el 2005, año en el que la saga llegaba a su culmen con Advance Wars Dual Strike, que tiene lugar en el nuevo continente de Omega Land, un juego que desde su lanzamiento prometía exprimir hasta la última gota de las posibilidades que ofrecía la saga. Y vaya que si lo consiguió, aprovechando el salto de plataforma a la Nintendo DS introdujo todo tipo de avances con respecto a sus predecesores. ¿El resultado? Mejoras en todos los aspectos del juego: comenzando por su aspecto gráfico, sobre todo en las imágenes de los personajes y en las animaciones de batalla, destacando el buen aprovechamiento de la doble pantalla y la pantalla táctil que ofrece este nuevo soporte.
Pero el catalogo de añadidos no se restringió al apartado gráfico ya que Dual Strike contaba con un plantilla renovada formada por 27 O.J. dando además la posibilidad de aumentar sus capacidades a través de un ingenioso sistema de habilidades de todo tipo. La nueva campaña prepara un nuevo todavía mayor de sorpresas y la posibilidad de controlar a viejos enemigos. Sin olvidar la inclusión de una cantidad importante de unidades nuevas que multiplicaban las posibles estrategias: Cazas fantasma, Naves N, Megatanques y nuevos edificios como las torres de comunicación. Tampoco faltaron nuevas opciones de juego: el modo desafío, en el que debes superar una serie de mapas con unos requisitos predeterminados y el modo duelo, un pequeño minijuego que recuerda a los viejos juegos de acción en tercera persona de las máquinas arcade, una forma diferente de disfrutar de las tropas del juego y un pasatiempo perfecto para matar los ratos libres.
Pero sin duda la guinda al pastel se revelaba en el propio título. Dual Stike —en castellano traducido como “Ataque Dual”— servía como claro apunte de la nueva opción que Intelligent Systems acercaba a los fans de la saga, consistente en dar la posibilidad de utilizar a dos O.J. a la vez durante una partida. Lo que permite combinar los “superpoderes” de ambos para lograr un ataque devastador capaz de cambiar el curso de una partida difícil o de lograr una victoria inesperada cuando las cosas se ponen muy complicadas. En definitiva: el arma más poderosa de todas cuantas Inteligent Sistems pone a disposición de los jugadores en toda la saga.
Esta tercera parte ponía Advance Wars en un punto difícil, todos los avances de “Dual Strike” parecían haber llevado a su límite las opciones del juego, resultaba complicado imaginar un nuevo título capaz de dar una nueva vuelta de tuerca sin que el juego se desmadrara y perdiera el encanto de los primeros títulos. Los desarrolladores también lo tuvieron claro y decidieron dar un nuevo aire a la cuarta entrega de la saga.
Los desarrolladores también lo tuvo claro y decidieron dar un nuevo aire a la cuarta entrega de la saga
Advance Wars Dark Conflict, con fecha de salida en enero de 2008 para el mercado europeo, da un giro radical a la saga, tanto en la ambientación como en los O.J. disponibles como introduciendo cambios en buena parte de las unidades. Hsta el propio sistema de juego sufren un lavado de cara importante. Todos estos cambios lo alejan y mucho de las entregas anteriores, aunque mantenga sutiles detalles, se transforma en un juego muy distinto, con una temática más oscura que dividió la opinión de los fans de la saga. La cuarta parte sería, la que hasta el día de hoy, da el carpetazo a una saga que acercó la cara más desenfadada de los conflictos bélicos de la mano de las consolas portátiles de Nintendo.
Sin duda la la guerra a pequeña escala jamás fue tan divertida como en Advance Wars.
Imagenes sacadas de youronlinegames.net, wikipedia.org y gamingmemoirs.co.uk