¿Es posible un periodismo deportivo de calidad en España?
Este sábado a las 18.00 horas vuelve el clásico por excelencia, y con él, toda la parafernalia periodística que rodea a este tipo de partidos. Esto no sería un problema si el dichoso partido no llevara siendo objeto principal de debate en tertulias y programas deportivos desde hace casi un mes… ¡y lo que queda! Esperemos por el bien del aficionado que sea un partido limpio y sin polémica, porque de lo contrario, el querer informarse sobre deporte durante los próximos dos meses será poco menos que una odisea entre gritos y enfados de muchos de los que se vanaglorian como periodistas deportivos “libres y honestos”.

Acuerdo total, eh.
Seguro que a estas alturas todos los lectores habéis pensado ya en varios programas o rostros que evidencian lo que estoy tratando de explicar. Punto Pelota, Tiki Taka, Jugones, Los Manolos o el deformado —y pagado por todos— Estudio Estadio serían ejemplos de esto en la televisión, el actual Larguero en la radio y las primeras páginas de los principales diarios deportivos en la prensa. Un mal mayor que está llevando al periodismo deportivo a su peor situación y consideración histórica. Una mayoría de programas y formatos que se repiten y reducen el deporte a hablar de Real Madrid y Barcelona, Cristiano y Messi, Bale y Neymar. Un periodismo de bufanda que simplemente transmite información masticada y de ningún interés, que se basa en el sensacionalismo banal y la falta de análisis, y lo que es más importante, se olvida de los valores éticos de la profesión periodística: ni informa, ni forma. Dicen que entretiene, pues a algunos, supongo. Pero por favor, que dejen de vender lo que hacen esos señores como periodismo deportivo. Porque la rumorología y el amarillismo como modelo de negocio es un subproducto del deporte, nada más.
El periodismo de bufanda es un subproducto del deporte. No puede ser considerado como periodismo deportivo
Pero hemos llegado a esta situación insostenible como un punto pasajero de un modelo de cambio, quiero creer. Los actuales programas televisivos son la evolución de las tertulias de la radio de finales de los años 90, aquellas que comenzaron a raíz de que los periódicos no abordaban toda la polémica de su producto rey, el fútbol. Muchos periodistas han sido estrellas durante estos años, pero con el paso del tiempo, antes o después, han quedado en evidencia. Hablo aquí de José Ramón de la Morena, o actualmente de Josep Pedrerol (sin olvidarme de Roberto Gómez, pagado por el ente público). Periodistas que siguen creyendo que tienen el poder, pero no es así. El desarrollo tecnológico y la evolución de Internet y las plataformas digitales (así como la aparición de herramientas como las redes sociales) han permitido a quien desee estar informado de lo que quiera, desmitificando así a quienes durante años manejaron a la audiencia a su gusto. Hoy, gracias a esto, una gran parte de los seguidores del deporte son críticos con la actual forma de hacer periodismo. Y a lo lejos de este cambio, hay una alternativa.
El desarrollo tecnológico ha permitido que el periodismo deportivo se enfrente a un cambio de modelo
Porque aunque algunos se empecinen en hacer del periodismo deportivo un mero Sálvame nocturno, otros apuestan por nuevas fórmulas para ofrecer un producto de calidad. Programas como Fiebre Maldini o Informe Robinson en Canal +, revistas como Panenka o Kaiser, portales como Perarnau Magazine, Cobbles&Hills, Sphera Sports o Ecos del Balón apuestan por una forma de hacer verdadero periodismo: formando, informando y entreteniendo. Y sobre todo, alejándose de rumores y sin engañar al aficionado. Pero como en todo, con estos proyectos también existe un problema: o son bajo plataformas de pago (Canal +, Panenka), o cuentan con presupuestos que normalmente rozan lo ridículo.
Sin embargo, el cambio es posible. Falta que los directores de periódicos, revistas y sobre todo, grandes conglomerados audiovisuales, apuesten por un periodismo deportivo de calidad basado en algo más que en figuras mediáticas asentadas en su trono de poder. Está claro que un país como en España no se puede cambiar de la noche a la mañana, y seguirá habiendo Gran Hermano y Gandía Shore, al igual que Punto Pelota o El Larguero, pero Saber y Ganar lleva veinte años en antena. Y Encarcelados es el nuevo éxito de La Sexta. Sólo cabe aplicar eso en el deporte para comprobar que en España también interesa un verdadero periodismo deportivo, alejado de las “figuras” mediáticas actuales, llámense Siro López, Tomás Roncero o David Sánchez.
Algunos emprendedores intentan devolver al periodismo sus valores: informar, formar y entretener
Por último, me gustaría rematar con una frase que pronunciaba el otro día en Twitter el gran Ramón Trecet, un ejemplo de adaptación a los tiempos actuales: “El sistema cambiará cuando los directores pasen a ser la gente que ahora tiene 40 años”. Salvo contadas excepciones, así será. Pero por el bien del deporte y de un futuro trabajo remunerado para mi persona, esperemos que la transformación se lleve a cabo antes.
Fotos: lalibretadevangaal.com , periodistadigital.com