¿Ha llegado a su fin la época dorada del fútbol español?

Hace algo más de 5 años, el 29 de junio de 2008, comenzó la bien llamada época dorada del fútbol español, con la consecución de aquella victoria en la Eurocopa disputada en Austria y Suiza, gracias a un solitario gol de Fernando Torres picando el balón sobre el cancerbero alemán Jens Lehmann, enviándolo despacito y sufriendo (que para algo somos España, ¿no?) a las redes de la portería rival.

En ese momento, allí, en el estadio Ernst Happen vienés, se abrió un periodo en el que la selección nacional, por primera vez en su historia, vencía y convencía. Quedó plasmado también dos años después, con el triunfo en el Mundial de Sudáfrica, y una vez más en 2012 al alzar de nuevo la copa de campeones de Europa. Fueron tres torneos consecutivos, algo que ningún país había logrado hasta la fecha. Pero quizás lo más destacable fue la forma en la que se consiguió, el estilo de juego que enamoró a medio planeta, el llamado tiki-taka: juego de toque, pausado en su inicio, basado en la posesión del esférico y la búsqueda de un resquicio en la zaga rival para imprimir entonces esa velocidad letal que tiene La Roja en última línea.

Los jugadores de la selección, alzando la copa en el Mundial de Sudáfrica 2010 | Fuente: rtve.es

Los jugadores de la selección, alzando la Copa de vencedores en el Mundial de Sudáfrica 2010 | Fuente: rtve.es

Lo que vengo a plantear es… ¿sigue España siendo actualmente la mejor selección del mundo?

Durante esa época, el combinado dirigido primero por Luis Aragonés y después por Vicente Del Bosque consiguió prácticamente todos los éxitos posibles. Pero ahora mismo quizás haya más dudas, porque nada es eterno, las cosas cambian y en el fútbol más, y el resto de selecciones ya van sabiendo cómo plantar cara a La Roja.

Tras encadenar tres torneos consecutivos ganando (Eurocopa-Mundial-Eurocopa), ahora la selección española afronta Brasil 2014 tras el varapalo sufrido este año en la Copa Confederaciones, donde se vio claramente superada por los brasileños.

Lo que creo es que se ha estrechado mucho la diferencia con algunas otras selecciones, pues antes el dominio era palpable y notable, pero ha habido un descenso de nivel (unido al aumento del de los rivales) que ha igualado mucho más las cosas. Como ejemplo, sólo hay que ver la última competición, la Copa Confederaciones. En la final contra Brasil, España se vio claramente superada por el combinado carioca, que con una intensísima presión sobre el centro del campo español, unido a la velocidad y acierto en ataque, le endosó un contundente 3-0, en la primera derrota en partido oficial de la selección nacional desde aquel surrealista partido frente a Suiza en la primera fase del Mundial de 2010.

Fred, delantero brasileño, justo antes de marcar el primer tanto del combinado carioca en la final de la Copa Confederaciones 2013 | Fuente: wallpapers.org.es

Fred, delantero brasileño, justo antes de marcar el primer tanto del combinado carioca en la final de la Copa Confederaciones 2013 | Fuente: wallpapers.org.es

Ya en las semifinales, frente a Italia, España había dado síntomas de debilidad. Al igual que en la última Euro’ frente a los transalpinos, o en semifinales de ese mismo campeonato contra una Portugal a la que sólo la tanda de penaltis le privó de llegar a la final del torneo. Porque es evidente que, para ganar una competición de selecciones, además de ser muy bueno, también se necesita una pizca de suerte.

De hecho, muchas veces se necesita suerte a pesar de ser el mejor. Porque España consiguió llevarse el triunfo en los tres últimos torneos de selecciones en los que participó, pero también tuvo la fortuna de cara en algunas ocasiones: ganó las dos tandas de penaltis en las que participós, y hubo momentos en los que La Roja estuvo contra las cuerdas y fueron los detalles los que inclinaron la balanza a favor del combinado nacional, como por ejemplo en los cuartos de final del Mundial 2010 frente a Paraguay, donde los sudamericanos erraron una pena máxima a escasa media hora del final del encuentro que bien pudo haber cambiado el rumbo de los acontecimientos.

Lo que está claro que la pasmosa superioridad del juego de España ya no es tal, aunque no se haya renunciado al estilo, sí se nota que ahora gran parte de los países ya saben cómo hacerle frente, y que equipos como Brasil, Alemania o Italia, por ejemplo, no están muy lejos del nivel de los chicos de Del Bosque.

La selección española logró imponer un estilo de juego propio, dejando atrás el tópico de ‘La Furia’ y destacando por el juego combinativo, con un equipo compuesto por jugadores muy técnicos.

El buen hacer de La Roja está vinculado en buena parte a los éxitos del FC Barcelona, pues hay una clara convergencia en el estilo de juego de ambos equipos, ya que jugadores como Xavi o Iniesta supieron trasladar la filosofía futbolística del club blaugrana a la selección. A favor de este argumento podemos ver que el ligero bajón que han sufrido ha sido prácticamente síncrono: tras varios años de dominio casi absoluto del Barça, ahora podemos contemplar cómo van apareciendo otros equipos en Europa capaces de desconectar el entramado ofensivo barcelonés. Y lo mismo ha sucedido con la selección española, pues un conjunto que consiga tener solidez defensiva pueda hacerle pasar apuros, como sucedió recientemente en el empate frente a Finlandia, o incluso en la sufrida victoria por 1-0 ante Georgia el año pasado: dos partidos a priori sencillos que se acabaron complicando por el buen hacer de las zagas rivales, unido a la falta de frescura y de ideas en el juego español. También es evidente que hay jugadores que han pegado un bajón de rendimiento, y que pilares fundamentales como Xavi Hernández, Xabi Alonso, Carles Puyol o David Villa ya no son aquellos jóvenes que contribuyeron a alzar la Eurocopa en el 2008.

Andrés Iniesta y Xavi Hernández, dos de los máximos exponentes del juego combinativo en la selección española y en el FC Barcelona | Fuente: muycule.com

Andrés Iniesta y Xavi Hernández, dos de los máximos exponentes del juego combinativo en la selección española y en el FC Barcelona | Fuente: muycule.com

Sin embargo, en mi opinión no deberíamos alarmarnos: seguimos teniendo una de las mejores selecciones nacionales del mundo, con un estilo de juego bien asentado y con jugadores que gozan de una tremenda calidad con el balón en los pies. ¿Sigue siendo España la mejor? No creo que sea justo afirmarlo ni negarlo, pues actualmente existe mucha igualdad con otros países, lo cual al fin y al cabo es bueno para el propio deporte. De todas formas, el relevo generacional está asegurado, con muchos jugadores que vienen empujando fuerte desde las categorías inferiores, como ha demostrado este verano la selección sub-21 alzándose como campeona de Europa, liderada por los Isco, Thiago, Koke, etc.

Uno de los símbolos de identidad y puntos fuertes de La Roja se hallaba en el centro del campo, con el doble pivote Xabi Alonso – Busquets, que otorgaba un equilibrio muy importante al combinado de Vicente Del Bosque, impidiendo que el equipo se partiese por el medio: inician el juego y ejercen un muy buen trabajo en la recuperación del esférico. Sin embargo, en este periodo estival, la lesión del tolosarra ha provocado que el seleccionador optase por llevar a cabo una variación táctica y dejar a Sergio Busquets como único centrocampista de contención. Coincidencia o no, este ha sido el torneo en el cual el dominio de España ha sido menos palpable, y donde le ha costado más hacerse con el control de los partidos. En otras palabras, se le ha visto ligeramente falto de equilibrio. Así, uno de los debates radica en si se debe volver o no al doble pivote, que en encuentros frente a rivales de cierta entidad daría una mayor solvencia, en cuyo caso, jugadores como Javi Martínez o Mario Suárez podrían suplir al todavía lesionado Xabi Alonso. Pero eso evidentemente ya es decisión del señor Del Bosque, aunque un servidor no pueda evitar – al igual que medio país – jugar a ser seleccionador nacional, que en el fondo nos encanta.

Por primera vez en varios años, España llega a Brasil 2014 sin el papel de favoritísima que sí tuvo en los últimos torneos de selecciones, pero sabiendo que sí está entre los principales aspirantes.

Así pues, lo que creo que sí podemos afirmar es que el dominio devastador de España en el fútbol está tocando a su fin… lo cual no significa que no pueda ganar el próximo verano el Mundial de Brasil. Porque jugadores, mimbres y estilo de juego, hay de sobra. Pero lo que sí es cierto es que la Roja ya no tiene ese cartel de favoritísimo que llevaba colgado del cuello antes de los dos últimos torneos de selecciones (y el cual se ve que no le ha molestado en demasía portar), y la igualdad se ha erigido como una de las máximas de cara a Brasil 2014. Si la época gloriosa de la selección española de fútbol continua escribiendo su historia o pone su punto y final, lo comprobaremos el próximo mes de julio. Que los jugadores y el balón dicten sentencia.