Gimnasia rítmica, discriminados por ser chicos
La discriminación debida al género de una persona está también presente en el deporte. En muchas mentes sigue habiendo deportes “masculinos” como el fútbol o la Fórmula 1 y “femeninos” como la natación sincronizada o el patinaje. Aunque en esta ocasión el culpable no es el deporte. Simplemente es el reflejo de una sociedad que camina hacia el progreso sin querer abrir los ojos a una realidad no solucionada. Ser hombre o mujer resulta todavía la excusa perfecta para catalogar los gustos y las actividades de los seres humanos. Ver al patinador Javier Fernández ganar el Campeonato de Europa o a la futbolista Abby Wambach recoger el Balón de Oro son imágenes que parecen borrarse rápidamente de las retinas. Esta situación es la que vive todo aquel individuo de sexo masculino que tenga el sueño de querer dedicarse a la gimnasia rítmica.
Rubén Orihuela ha sido durante muchos años el principal defensor de la rítmica masculina. El gimnasta valenciano se sintió atraído desde pequeño por la disciplina que, tiempo después, convertiría en su cruzada personal. Siempre convencido de que, pese a las diferencias físicas entre hombres y mujeres, también ellos pueden aportar un gran potencial a la gimnasia. Teniendo que luchar con todo tipo de comentarios a lo largo de su trayectoria, puso su nombre en la historia de la rítmica cuando se convirtió en el primer federado en España. Su importancia no termina ahí. Rubén empezó un camino de reivindicaciones para que los chicos pudiesen competir con igualdad. Otros nombres también tuvieron que sortear los obstáculos que pretendían frenar sus ilusiones. El andaluz José Sánchez contó en televisión que desde la Federación Andaluza veían la rítmica como algo exclusivamente femenino. Por si fuera poco, después de darlo a conocer, José tuvo aún más problemas en su día a día deportivo.

Rubén Orihuela, quien encabeza la lista española de gimnastas federados | ©El País
No se puede afirmar que esos intentos tuviesen un resultado óptimo, pero sí que llegaron poco a poco mejoras para la rítmica masculina. La Federación Internacional de Gimnasia no ha cambiado de parecer. En su página web se puede leer: “Sólo las mujeres compiten en gimnasia rítmica, aunque en Japón y en otros países, también los hombres practican este deporte”. En España la legislación ha variado mucho con el paso de los años. En 2005 se permitió la celebración de Abiertos masculinos aprovechando un vacío legal del organismo internacional. La Federación Internacional se pronunció en el año 2009, prohibiendo dichos campeonatos. Pero la presión pudo con todo y ese veto se convirtió en luz verde para celebrar torneos nacionales en España. Aquí es donde asoma el lado positivo de la historia. Cuantos más países tengan pruebas nacionales masculinas, más cerca estará la rítmica de cambiar a nivel global.
La Federación Internacional de Gimnasia no ha cambiado de parecer. En su página web se puede leer: “Sólo las mujeres compiten en gimnasia rítmica, aunque en Japón y en otros países, también los hombres practican este deporte”
Mientras los gimnastas de la modalidad artística no sufren ningún tipo de problema, la rítmica se ve obligada a conformarse con unos pocos federados en el caso de España. No hay excusas que justifiquen el rechazo a la profesionalización de la práctica masculina. El entrenamiento y, sobre todo, el empeño pueden hacer que un chico tenga flexibilidad y el resto de características necesarias para los ejercicios. Igual que no todas las chicas son buenas gimnastas, no todos los chicos son nulos. Polarizar la sociedad en válidos o no válidos sin ningún pilar que sirva de argumento y desintegrar como norma no lleva a ningún sitio.
Hace pocos días Kiev albergó el Mundial de Gimnasia Rítmica. El equipo de las españolas ganó una medalla de oro gracias a las mazas, además de un bronce en la prueba de tres pelotas y dos cintas. La rusa Yana Kudryavtseva es la nueva campeona del mundo tras vencer en el concurso individual. Junto a ellas no han podido estar ninguno de los chicos que desearían mostrar todas sus habilidades. Habrá que esperar para ver si el deporte devuelve una nueva alegría, esta vez en forma de ayuda al avance social.